La ministra Norma Lucía Piña Hernández se convirtió en la primera mujer en ser electa como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), un hecho histórico en el máximo tribunal de justicia del país, al cual presidirá hasta el 31 de diciembre de 2026.
Con una trayectoria de 34 años en el Poder Judicial, la también ministra decana de las cuatro que actualmente componen el pleno de la SCJN se ha distinguido a lo largo de su carrera por hacer valer su independencia a la hora de fijar sus posturas y puntos de vista jurídicos, al elaborar proyectos y emitir sus votos.
Durante las tres rondas de votaciones que se realizaron en la sesión pública solemne del lunes 2 de enero para elegir a la ministra o ministro que sucedería en la presidencia de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) al ministro Arturo Zaldívar, Piña siempre obtuvo el mayor número de votos y al final alcanzó los seis necesarios contra cinco del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Luego de rendir protesta y ya como presidenta de la SCJN, dijo estar comprometida jurídica y moralmente para representar al Poder Judicial de la Federación (PJF) con “convicción, pasión y honestidad”, como lo ha hecho en las últimas tres décadas de su vida en la Suprema Corte.
Agradeció a los ministros que votaron y depositaron en ella su confianza para “guiar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al Consejo de la Judicatura Federal por el camino que nos marca nuestra Constitución” y aseguró que asumía la responsabilidad consciente de su complejidad.
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la elección de la ministra Piña Hernández como el hecho histórico de que por primera vez una mujer está al frente de la SCJN.
Agregó que tras el relevo en la presidencia de la SCJN la relación con el Poder Judicial será respetuosa, como se ha mantenido, y destacó que él y ella no tienen que pensar lo mismo ya que representan dos poderes que son independientes y autónomos.
Trayectoria
Piña Hernández es licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Tiene especialidad en Derecho Constitucional y Administrativo y es doctorante en la División de Estudios de Posgrado de la UNAM.
Cuenta con la Especialidad Judicial por el Instituto de Especialización Judicial de Corte y con Especialidad en Derecho Penal por la Universidad Panamericana; también con un diplomado en Derecho Constitucional y Amparo en el Instituto de la Judicatura Federal. Tiene la especialidad en Argumentación Jurídica por la Universidad de Alicante, España.
Es ministra desde diciembre de 2015. Entre los temas que ha defendido están los derechos reproductivos de las mujeres, los ambientales y la violencia de género.
Previo a su designación había manifestado querer ser la primera mujer presidenta de la Suprema Corte, objetivo que logró.
Independencia judicial
En el proyecto de trabajo que presentó en el mes de diciembre, al arranque del proceso para la renovación de la presidencia de la SCJN, la ministra Piña propuso reforzar la independencia judicial que, destacó, estará al servicio de la sociedad.
Reconoció en su propuesta que esa independencia judicial permanece en la percepción de gran parte de la ciudadanía “como hueca, distante, acotada a una estricta cuestión organizacional, presupuestal y estructural propia de la división de poderes”.
Afirmó que la independencia judicial es indispensable para resolver conflictos entre los poderes públicos, ya que irradia las relaciones entre particulares, define el ejercicio de los derechos y contribuye a la pacificación social.
“La recuperación de la confianza social en el sistema de impartición de justicia pasa inevitablemente por el reposicionamiento de la independencia judicial como la base a partir de la cual los jueces damos cumplimiento a las demandas de las personas justiciables”, subrayó.
Piña Hernández expuso que la pérdida de la independencia judicial no solo afecta a los integrantes de la Judicatura, sino que repercute en el equilibrio de los poderes al vulnerar las libertades y los derechos humanos de las personas.
Añadió que la columna vertebral como presidenta de la SCJN sería precisamente la independencia judicial, “replanteada como un medio indispensable para garantizar una adecuada impartición de justicia, para hacer efectivas las libertades y la igualdad de los mexicanos. Porque la independencia judicial constituye la principal garantía de imparcialidad de la Judicatura en beneficio de la sociedad”.
Encomienda compleja
Luego de rendir protesta como presidenta de la SCJN y del CJF, agradeció el apoyo de los ministros y ministras que votaron por ella. Y si bien reconoció que la encomienda del cargo es compleja, mostró su confianza en que el “trayecto es viable. Arribaremos a buen puerto”.
No obstante, agregó que tendrá presente que el resultado es producto de un arduo proceso al interior de la SCJN, espejo de la complejidad nacional y, consecuentemente, institucional que se está viviendo. “Analizamos muy diversos escenarios partiendo de nuestras convicciones y prioridades institucionales; transitamos de buscar ser elegidos a decidir a quién elegir; el panorama ha sido incierto hasta el último momento; la incertidumbre es un presupuesto de la libertad, dialogamos, discrepamos, construimos, finalmente, decidimos”.
Piña Hernández dijo que como sucede cuando los ministros votan un proyecto de sentencia, en esta decisión también hay reservas en las consideraciones derivadas de su pluralidad, la cual representa una de las grandes riquezas de la SCJN.
Y destacó que como también sucede en su labor jurisdiccional, la decisión no remite a una concepción personal sino a un proyecto, siempre perfectible, del Poder Judicial Federal que habrán de construir todos juntos.
La ministra presidenta aseveró que la representación que se le encomienda tiene una doble dimensión y responsabilidad: la de representar a las ministras y ministros, así como a las consejeras y consejeros de la Judicatura Federal; pero al mismo tiempo, al ser la primera mujer que preside el máximo tribunal de justicia del país, representa también a las mujeres, por lo que agradeció la congruencia de sus compañeras y compañeros de romper lo que parecía “un inaccesible techo de cristal. Me siento acompañada, respalda, acuerpada por todas ellas, por todas nosotras. Me siento muy fuerte porque sé que estamos todas aquí, nos colocamos por primera vez al centro de la herradura de este tribunal pleno demostrando y demostrándonos que sí podemos”, recalcó.
Valls en el TFJA
El magistrado Guillermo Valls Esponda fue elegido como nuevo presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA). Estará al frente de este órgano jurisdiccional durante el trienio 2023-2025. La designación la decidió la mayoría de los magistrados integrantes del pleno general de la Sala Superior del TFJA durante sesión pública el lunes 2. Valls dio a conocer un programa de trabajo que contiene diversas propuestas, como hacer un mayor uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) digitales en los procesos jurisdiccionales; impulso al expediente electrónico; distribución equilibrada de las cargas de trabajo en las salas regionales; combatir el rezago; evaluar la depuración de expedientes; impulsar el servicio profesional de carrera; robustecer los programas del Centro de Estudios Superiores del TFJA y reforzar las acciones en pro de la equidad de género, entre las principales.