La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en coordinación con la Secretaría de Marina (Semar) y personal de Aduanas, aseguró un cargamento de 2 mil 433 kilogramos de aletas de tiburón deshidratadas en el puerto de Ensenada, Baja California. El hallazgo, ocurrido el 5 de junio, representa uno de los decomisos más grandes registrados en México de este tipo de productos marinos, cuyo destino era la ciudad de Shanghai, China.
La intervención inició tras una alerta emitida por elementos de la Semar, lo que permitió a los inspectores de Profepa localizar un contenedor con 135 costales que contenían las aletas. Tras una minuciosa inspección y clasificación, se identificaron especies protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), incluyendo al tiburón toro (Carcharhinus leucas), el tiburón martillo común (Sphyrna lewini) y el tiburón sedoso (Carcharhinus falciformis), todas listadas en el Apéndice II del tratado internacional.
Entre las piezas incautadas se encontraron también aletas de ejemplares juveniles y neonatos, lo que agrava el daño ecológico y evidencia una práctica depredadora que amenaza la recuperación de estas poblaciones marinas. La NOM-029-PESC-2006 prohíbe el aleteo, es decir, el aprovechamiento exclusivo de las aletas, práctica que ha sido condenada globalmente por su impacto sobre los ecosistemas oceánicos.
Al no presentarse los certificados CITES que acreditaran la legalidad del envío, se procedió a la inmovilización del cargamento. Profepa ha señalado que dará seguimiento legal al caso en coordinación con autoridades nacionales e internacionales.
La conservación de los tiburones no solo es un imperativo ético, sino una necesidad ecológica para mantener el equilibrio en los océanos.