Ciudad de México, 19 de octubre. El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en México y el que más muertes causa entre las mujeres. Es por ello que, en el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, la Secretaría de Salud hace un llamado a las mujeres a realizarse una mastografía de manera anual, a partir de los 40 años, para el diagnóstico oportuno de esta enfermedad.
Se puede acceder a este estudio en los centros de salud y unidades médicas de las instituciones del sector público del país, en las cuales también se proporciona información sobre la autoexploración de mamas, la cual se recomienda iniciar a partir de los 20 años y realizarla una vez al mes, con la finalidad de detectar anormalidades como bolitas, endurecimientos o hundimientos y, de ser así, acudir a una unidad de salud para una evaluación médica. La autoexploración es una recomendación tanto para mujeres como para hombres.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora cada 19 de octubre, la jefa del Departamento de Oncología Médica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), Claudia Arce Salinas, explicó la importancia del diagnóstico oportuno. “Cuando el cáncer se detecta en etapas iniciales, la posibilidad de curación es superior al 90%. En cambio, si se diagnostica en etapas avanzadas o metastásicas, las probabilidades de curación disminuyen considerablemente”, puntualizó.
Entre los factores de riesgo de cáncer de mama se encuentran los no modificables, que tienen que ver con los antecedentes familiares de cáncer, la primera menstruación antes de los 12 años o la menopausia después de los 55 años.
Sobre los factores de riesgo modificables, que están relacionados con el estilo de vida, la especialista subrayó que mantener un peso saludable, evitar el consumo de alcohol y practicar la lactancia materna por al menos seis meses, son medidas que contribuyen a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad.
El cáncer de mama se caracteriza por el crecimiento desordenado de células que tienen la capacidad de invadir el órgano de origen y llegar a otros órganos como el hígado, pulmón o el cerebro, lo que puede llevar a la muerte por afectar su funcionamiento.
La mastografía es un método de tamizaje que utiliza rayos X de baja dosis para detectar cáncer de mama en etapas iniciales, es decir, cuando aún no hay síntomas.
“La mastografía no evita que se presente el cáncer, pero sí permite diagnosticarlo en etapas curables”, indicó la jefa del Departamento de Oncología Médica del INCan.
Es indispensable realizarse la mastografía a partir de los 40 años; en mujeres con antecedentes familiares directos, el estudio debe iniciarse 10 años antes de la edad en que el familiar fue diagnosticado.
“El cáncer no es una sentencia de muerte. Si lo diagnosticamos a tiempo, es tratable y curable. La detección temprana salva vidas”, concluyó la doctora Arce Salinas.