Ciudad de México, México, 21 de mayo. La fiscal de Ciudad de México, Bertha Alcalde, dijo que cuatro personas estuvieron presuntamente involucradas en el asesinato de dos funcionarios de la capital la víspera y, aunque no adelantó cuál pudo ser el móvil de este crimen, aseguró que “se trató de un ataque directo y con un grado importante de planeación y que quienes lo ejecutaron tenían experiencia previa”.
Según indicó Alcalde, hubo vigilancia en días previos en la zona donde fue el ataque que acabó con la vida de Ximena Guzmán y José Muñoz, la secretaria particular y un asesor de la alcaldesa Clara Brugada, en una céntrica avenida y en hora pico.
Las autoridades no descartan ninguna línea de investigación y manifestaron que se abrió un grupo de investigación interinstitucional con operaciones las 24 horas del día los siete días de la semana.
Las imágenes divulgadas en redes del video de una cámara de seguridad donde se ve a un individuo disparando repetidas veces contra el vehículo donde viajaban o han impactado sobre todo a la clase política.
Por la mañana, la presidenta Claudia Sheinbaum señaló que “toda el área de investigación e inteligencia” del Estado trabaja junto con las autoridades capitalinas para “brindarles todo el apoyo que se requiera” y esclarecer cuanto antes el crimen.
Hasta el momento, no se han reportado detenidos pero sí el hallazgo de una motocicleta y un vehículo presuntamente utilizados en el ataque y se identificó una tercer camioneta.
La presencia del crimen organizado en la capital no es un secreto y el atentado en 2020 contra Omar García Harfuch —entonces responsable de la seguridad capitalina y hoy de la federal— fue el mayor ejemplo: una emboscada con fusiles de alto poder y granadas en un barrio de lujo organizada por el Cártel de Jalisco Nueva Generación, que acabó con el vehículo blindado acribillado, tres muertos y García Harfuch herido.
En aquel momento el gobierno federal dijo que organismos de inteligencia habían recibido días antes información de amenazas de grupos del crimen organizado contra algunos funcionarios que no especificó.
Sin embargo, esos actos de violencia extrema no son habituales en la zona urbana, algo que los expertos atribuyen a la necesidad de los cárteles de tener a la ciudad como centro de otro tipo de operaciones y pasar más desapercibidos.
Según los gráficos divulgados en el más reciente informe del Instituto de Economía y Paz —que mide la violencia en el país—, la Ciudad de México es un punto importante de entrada de drogas procedentes tanto de Centro o Sudamérica como de los puertos del Pacífico mexicano adonde llegan los precursores químicos con los que se fabrican drogas sintéticas, incluido el fentanilo. La capital también es desde donde se mueve el narcotráfico hacia la frontera con Estados Unidos.
“Hay presencia de grupos criminales particulares en la ciudad y hay trabajo permanente y constante” para combatirlos, reconoció ayer Sheinbaum