Ciudad de México, 5 de agosto. El Estado mexicano seguirá manteniendo a la endeudada petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) al menos hasta 2027, momento en el que la energética podría cubrir sus gastos operativos con sus propios recursos, dijo el martes la presidenta Claudia Sheinbaum.
La mandataria, acompañada de los secretarios de Hacienda, de Energía y del director de Pemex, presentó el plan estratégico para lograr la viabilidad de la petrolera y que se centrará, entre otros puntos y además del apoyo financiero, en intentar aumentar la producción de crudo de los poco más de 1.6 millones de barriles diarios actuales a 1.8 millones.
Hace una semana se concretó la emisión de bonos por 12 000 millones de dólares con vencimiento en 2030 con el fin de fortalecer a la energética y el viernes la calificadora Fitch Ratings elevó la calificación de Pemex de B+ a BB con perspectiva estable, lo que el gobierno entendió como un respaldo a su estrategia.
Pese a la debilidad de sus cuentas, Sheinbaum insistió en que “Pemex es solvente”, pero reconoció que tiene “una deuda muy grande”.
Deuda impagable
En 2020 la deuda alcanzó su máximo al ascender a 113 200 millones de dólares. Desde entonces se fue reduciendo levemente.
El gobierno defiende a la petrolera como un eje de su soberanía pero la mandataria señaló que la inversión privada se incorporará al plan de la compañía “porque se requiere, pero en esquemas muy transparentes”.
Entre las líneas maestras del plan integral está producir menos combustolio —un combustible muy pesado y contaminante— y más gasolina; relanzar la industria petroquímica y rehabilitar infraestructuras para bajar costos.
Además, el gobierno aspira a extraer más gas natural, impulsar las energías limpias —como el biocombustible, un área en la que intentará buscar la cooperación de Brasil— e intentar explotar el litio que hay en las zonas petroleras.
Pero los problemas de la energética son varios. Además de llevar muchos años endeudada, la caída de los precios del crudo golpeó los ingresos petroleros de México que de representar un 40 % quedaron por debajo del 15 %.
Además, el robo de combustible sigue al alza aunque el gobierno intenta mejorar la trazabilidad del mismo para poder rastrearlo.
Según alertó Estados Unidos este año y ha reconocido el propio gobierno mexicano, el robo de combustible es actualmente una de las principales fuentes de financiación de los cárteles, pese a que en los últimos meses se han dado fuertes golpes contra estructuras criminales dedicadas a este delito.