Ciudad de México, México, 24 de noviembre. Solo al tercer intento México se concretó la captura del presunto jefe de seguridad de los hijos del ex capo del cartel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien se había convertido en un objetivo clave para el ejército mexicano tras una serie de ataques que encabezó contras las fuerzas militares.
El secretario de la Defensa de México, Luis Cresencio Sandoval, reveló que hubo dos intentos fallidos previos en los que Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, logró eludir a las autoridades antes de su detención a mediados de esta semana en la norteña ciudad de Culiacán, capital del estado de Sinaloa.
Según las autoridades, era el jefe de seguridad de los hijos de Guzmán, conocidos como los “Chapitos”, quienes lideran una facción del poderoso cartel de Sinaloa.
Durante la conferencia presidencial matutina, el jefe militar indicó que en enero pasado, tras la detención en Culiacán de Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo”, se realizaron dos operaciones para apresar al supuesto jefe de seguridad del grupo criminal de las que logró evadirse y que no fue hasta la tarde del 22 de noviembre cuando finalmente lo capturaron.
Las autoridades mexicanas no han informado hasta momento cuántos efectivos militares y policiales participaron en la detención de Pérez Salas ni si hubo heridos, fallecidos o detenidos en la operación.
Tampoco la Fiscalía General de la República ha revelado detalles del proceso judicial que se le sigue al “El Nini” por el que Estados Unidos está pidiendo su rápida extradición para enjuiciarlo por su participación en la perpetración de actos violentos y el tráfico ilícito de fentanilo.
Washington había ofrecido una recompensa de tres millones de dólares por información para lograr la detención del mexicano.
Sandoval reconoció que “desde hace algún tiempo” se mantenía un seguimiento de Pérez Salas tras una “serie de agresiones” que dirigió contra las fuerzas militares.
Al presentar un recuento de algunos de los hechos delictivos del detenido, el secretario de la Defensa mencionó que Pérez Salas ordenó en 2019 una agresión contra una unidad habitacional en Culiacán donde vivían familiares de los militares, que dio en medio de una fallida operación para apresar a Guzmán López.
En esa oportunidad, los militares capturaron a Guzmán López, pero más tarde recibieron la orden de liberarlo para evitar un derramamiento de sangre después de que los miembros del cártel de Sinaloa rodearan el complejo habitacional y a otras unidades del ejército y tomaron como rehén a un soldado.
A inicios de este año, el presunto jefe de seguridad de “Los Chapitos” también encabezó los ataques armados que sufrieron los militares y fuerzas policiales durante la captura de Guzmán López que dejaron diez uniformados muertos y otros 35 heridos, precisó el jefe militar.
El secretario de Justicia estadunidense, Merrick Garland, anunció ayer que se estaba solicitando la “extradición rápida” de Pérez Salas a Estados Unidos donde es requerido por cargos de conspiración para importar y distribuir fentanilo.
Garland recordó que a inicios de año anunció cargos contra 23 líderes y miembros del cártel de Sinaloa como parte de un enfoque “agresivo” para lograr la desarticulación y desmantelamiento de esa organización que es identificada como la responsable de una de las operaciones de tráfico de drogas más mortíferas y prolíficas del mundo.
De acuerdo con la acusación estadunidense, Pérez Salas dirigía un equipo de seguridad conocido como los Ninis —el mismo apodo que tenía él—, “un grupo especialmente violento de personal de seguridad de los Chapitos” que recibieron entrenamiento de tipo militar en múltiples áreas de combate, “incluyendo guerra urbana, armas y tácticas especiales y destreza como francotiradores”.
Guzmán López fue extraditado cinco meses después de que fiscales estadunidenses dieron a conocer las actas de acusación en contra de él y de sus hermanos.
Las actas de acusación detallan cómo los hermanos, tras la extradición y condena de su padre en Estados Unidos en 2019, enfocaron la operación del cártel en drogas sintéticas como la metanfetamina y el fentanilo.
Asimismo, Pérez Salas fue señalado como el responsable de la operación que llevó a la ejecución de ocho personas, entre ellas un menor de 13 años, cuyos cuerpos fueron localizados en octubre en el poblado norteño de Tamazula, estado de Durango.
Al referirse a la captura de Pérez Salas, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que la detención demostró que “no hay relaciones de complicidad con nadie, no existe protección ni a la delincuencia organizada ni a la delincuencia del cuello blanco”.