El asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, junto con la violencia de todos los días y el abuso de poder fueron también detonantes del hartazgo juvenil.
Como en otras partes del mundo, el virus de la rebelión de la Generación Z llegó a México: para el pasado sábado 15 de noviembre miles de jóvenes nacidos —en su mayoría— entre 1997 y 2012 fueron convocados a tomar las calles de las principales ciudades del país para protestar contra la inseguridad, la corrupción y la violación de los derechos humanos.
El asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, junto con la “corrupción disfrazada de progreso, el abuso de poder, la violencia que nos roba la tranquilidad y el descaro de los mismos políticos que solo cambian de color para seguir haciendo lo mismo”, fueron los detonantes que llevaron a su hartazgo y los llevó a salir a manifestarse.
Las protestas de estos jóvenes pertenecientes a la primera generación de “nativos digitales”, es decir, de quienes crecieron completamente en la era de internet y se encuentran conectados con el mundo mediante el uso de las plataformas digitales, se han extendido de hecho a lo largo de al menos siete países, con Yakarta como foco inicial de su rebeldía.
Señalada por su desinterés en votar o participar en la política, la Generación Z —también llamada Centennials o Posmilenians— ha sorprendido con sus manifestaciones por tratarse de un fenómeno que ha rebasado el ámbito digital al que se encuentran habituados —y que forma parte de su propio ser—, para salir a las calles a externar su ira y descontento con la situación actual.
Si bien la movilización de los jóvenes en las dos últimas décadas ha sido constante, como en la llamada Primavera Árabe en 2010 o el Occupy Wall Street a lo largo de Estados Unidos en 2011, esta vez las protestas surgen del descontento generacional frente a problemas como la corrupción, el abuso, la falta de oportunidades y la precariedad laboral.
Alzar la voz y actuar
Jóvenes de la Generación Z convocaron para el pasado sábado 15 a una gran manifestación que salió del Ángel de la Independencia al Zócalo y que se replicó en otras ciudades del país.
Como ha ocurrido en el presente año en otras regiones del mundo, en particular en Asia, África y Sudamérica, mediante mensajes difundidos en las redes sociales los jóvenes mexicanos de la Generación Z en México convocaron a la marcha en la Ciudad de México, convocatoria que se extendió a otros puntos de la República.
En su manifiesto oficial se definen como “un movimiento cívico, realista y apartidista que nació del hartazgo colectivo de la juventud mexicana”, quienes integran una generación a la que llaman “desinteresada, pero que ha decidido organizarse, alzar la voz y actuar. No buscamos protagonismos, buscamos unidad, estrategia y resultados reales”.
En su manifiesto aseveran que quieren un México donde la justicia no sea un privilegio, la seguridad no dependa de la suerte y el futuro no esté en manos de los mismos de siempre.
Resaltan que su misión es construir un movimiento cívico realista y apartidista, enfocado en la seguridad, la organización interna y el uso estratégico de herramientas digitales.
“Nuestra prioridad es generar impacto real, exponer la corrupción con firmeza, movilizarnos con inteligencia en puntos estratégicos y crear alianzas tácticas que transformen el hartazgo social en acción colectiva”, puntualizan.
Identificada con una bandera de Sombrero de Paja del anime One Piece (un cráneo con dos huesos cruzados, similar a la de los piratas, proveniente del manga del mismo nombre), se ha convertido en un símbolo global de la Generación Z, la cual también ha sido adoptada por los jóvenes mexicanos.
“No somos brazo de nadie”
En los días previos a la marcha los integrantes de la Generación Z México emitieron diversos mensajes en los que fueron tajantes al asegurar que no buscan “tomar el poder” sino abrir el camino para que personas verdaderamente preparadas, éticas y sin vínculos partidistas lleguen a él mediante procesos transparentes y elecciones limpias.
“Nuestro propósito es devolverle el poder al pueblo, a las y los ciudadanos de verdad, no a los mismos que se reparten el país desde hace décadas”, subrayaron.
Señalaron que su visión es consolidarse como una fuerza civil líder, organizada y unificada para restablecer el poder en la comunidad, impulsar un México donde prevalezcan la igualdad, la seguridad y la justicia, libres de impunidad, corrupción y toda forma de interferencia política.
De igual forma, aspiran a construir un sistema donde ninguna persona afiliada o exafiliada a los partidos actuales pueda postularse y evitar así el regreso de los mismos actores corruptos que han frenado el progreso del país durante décadas.
“El cambio que buscamos es real, profundo y duradero, cimentado en organismos internos y externos verdaderamente independientes al gobierno, con la convicción de garantizar que el poder regrese al pueblo y que nunca se vuelva a traicionar la confianza de las y los ciudadanos”, resaltan.
En su mensaje para la marcha del 15 de noviembre se comprometieron a no participar en la destrucción de negocios ni afectar “a la gente que se levanta todos los días a trabajar. No venimos a lastimar a la ciudadanía. Venimos con el pueblo”.
También precisaron que son jóvenes despiertos, una generación que piensa, que no pertenecen a la vieja política disfrazada y “no somos un brazo de nadie”, además de ser una generación con conciencia, con memoria, con futuro, “¡una generación a la que ya no se puede callar!”
En respuesta a las vallas colocadas por las autoridades en el Zócalo, afirmaron que “otra vez el gobierno levanta muros porque le tiene miedo a su propia gente. Nos quieren encerrar, dividir, confundir… pero no van a pasar”.
Resaltaron que el 15 de noviembre no sería un día cualquiera, sino “el día en que una generación cansada de la corrupción, del miedo y de las mentiras tomó las calles”.
Y “aunque levanten vallas, no hay barrera que pueda frenar una idea cuando llega su momento. Si este gobierno y todos los políticos que juraron defender a México no tienen vergüenza en destruirlo, nosotros no tendremos miedo de defenderlo”, recalcaron.
Revuelta digital
En el presente año ha surgido una oleada de protestas encabezadas por la Generación Z y surgida en las redes sociales, que de acuerdo con los analistas de este movimiento tiene origen en la frustración y el hartazgo de este segmento que representa casi 32% de la población mundial, según algunos cálculos.
Las movilizaciones iniciaron en Yakarta, en el sudeste asiático, y se han extendido a Filipinas, Timor Oriental, Marruecos, Madagascar, Nepal, Kenia, Perú, Bolivia, Paraguay y ahora México.
Hasta el momento, han derrocado a dos gobiernos: en Nepal y en Madagascar.
Esas movilizaciones tienen en común la denuncia de la corrupción de las autoridades, la exigencia de reformas estructurales y la protesta contra la violencia, el abuso del poder y la falta de oportunidades para los jóvenes.
En lo que va del año el mundo ha visto que los jóvenes de la Generación Z no son esos a quienes se identifica de manera despectiva por presuntamente no interesarse ni participar en la política y apoyar causas mediante clics, hashtags o memes, sino dignos protagonistas de su tiempo: su revuelta digital ahora sale a las calles y abarrota las plazas para denunciar a gobiernos malos y corruptos, así como los problemas que aquejan a sus sociedades.
Generación Z
En México hay 30.4 millones de personas de 15 a 29 años: 23.3% de la población.
Es el bloque que hoy estudia, trabaja, emprende o cuida, el que hereda instituciones y paga las decisiones que tomamos los adultos.
Ese tamaño poblacional, combinado con su capilaridad digital, explica su capacidad de convocatoria.
El año pasado 97% de quienes tenían 18–24 años usaba internet y reportaba 5.7 horas diarias conectadas: el día a día sucede literalmente en su teléfono.
A nivel internacional la generación nacida entre 1997 y 2012 podría constituir hasta 32% de la población, es decir, aproximadamente dos mil 464 millones de personas.
Características principales
Nativos digitales Tienen una habilidad innata para manejar la tecnología y se sienten cómodos en el entorno digital.
Conexión tecnológica Utilizan plataformas digitales para socializar, comprar y aprender, y ven la tecnología como una extensión natural de su vida.
Conciencia social Muestran gran interés en problemáticas como el cambio climático, la justicia social y la igualdad de género.
Emprendimiento Muchos aspiran a crear sus propios negocios y buscan independencia laboral, utilizando internet como herramienta principal.
Valores Se preocupan por el consumo ético, la sostenibilidad y las prácticas de las empresas.
Enfoque en la salud mental Es una generación que prioriza la salud mental y el bienestar emocional.

