Acapulco de Juárez es uno de los 81 municipios que forman parte del estado de Guerrero. Sus paradisíacas playas, gastronomía, cultura y, por supuesto, la calidad de su gente, han hecho de este puerto uno de los destinos más emblemáticos de todo el país y del mundo.
La fama y belleza de la Perla del Pacífico, como también se le conoce a Acapulco, han quedado plasmadas tanto en canciones como en películas, lo que ha permitido su éxito como destino internacional.
A él acuden todo tipo de viajeros: desde los que buscan diversión y adrenalina en compañía de amigos o familia, hasta los que desean pasar un momento íntimo en pareja.
Para aventados
Conocida por sus diferentes espectáculos de clavadistas, La Quebrada es un acantilado que surgió en 1799 como consecuencia de que una parte del cerro fue dinamitada y formó un canal.
Era una época en la que el cólera y el calor castigaban a la población, por lo que se esperaba que este canal, nombrado como Abra de San Nicolás, ayudara a disipar aquellos males.
Sin embargo, el proyecto quedó inconcluso por falta de recursos y aunque en 1876 se volvió a intentar de nuevo “quebró” por falta de dinero, razón por la cual se conoció como La Quebrada.
Así nació un acantilado de 45 metros donde pescadores que vivían cerca de la zona iniciaron un reto para ver quién se lanzaba un clavado desde lo más alto para probar su valentía. Hoy La Quebrada es un espectáculo imperdible para todo aquel que visita Acapulco.
Muy cerca se encuentra Pie de la Cuesta, un pequeño pueblo que se caracteriza por su belleza natural casi intacta. Aquellos que aman el ecoturismo se maravillarán con su abundante vida silvestre, que incluye aves exóticas y especies marinas.
El lugar ofrece diversos paseos de observación de aves o en lancha para explorar los manglares cercanos y conocer la rica biodiversidad de la región.
La Calzada Pie de la Cuesta es otro sitio clave, donde los turistas pueden disfrutar de un relajante paseo junto al mar. Rodeada de cocoteros y con magníficas vistas al Pacífico, es perfecta para disfrutar de románticos atardeceres o conectarse con la naturaleza.
Mención aparte merece La Roqueta, isla que se encuentra justo en frente de las tan conocidas playas de Caleta y Caletilla. Cuenta con aproximadamente ocho kilómetros cuadrados de superficie y reúne diversas atracciones para los visitantes: un zoológico, dos hermosas playas, un faro y zonas de buceo para principiantes y para buzos experimentados.
El faro ofrece una vista extraordinaria de la Bahía de Acapulco y de la selva de la isla.
Sol, arena y mar
La bahía de Acapulco está conformada por ocho kilómetros de arena dorada y se sitúa entre dos montañas pertenecientes a la Sierra Madre del Sur.
La historia relata que tras la conquista de Tenochtitlán Hernán Cortés puso al frente de una expedición a Francisco Álvarez Chico, quien llegó en diciembre de 1521 al puerto de Acapulco y nombró a la bahía Santa Lucía, siguiendo la costumbre del santoral católico. Las condiciones tan especiales de la bahía permitieron que pronto iniciara ahí la ruta comercial que conectaba a Asia con España.
Desde entonces, gracias a su infraestructura, Acapulco recibió a personalidades como John F. Kennedy, Elizabeth Taylor o Michael Jackson.
Actualmente este paraíso costero sigue brindando a cada uno de sus visitantes una experiencia única que se atesora para siempre.