Ciudad de México, 26 de junio. Entre charros montados a caballo y gigantes figuras de gallos, miles de manifestantes provenientes de distintos rincones de México se concentraron el jueves en el centro de la capital mexicana para levantar su voz en favor de centenarias tradiciones como las peleas de gallos y las corridas de toros, que han perdido terreno en algunos estados por la aprobación de leyes que prohíben el maltrato animal.
Al ritmo de mariachis y contagiosas músicas de banda, y entre pancartas en las que se leía mensajes tales como “prohibido prohibir en defensa de nuestras tradiciones” y “México se hizo con cultura, no con censura”, miles de personas marcharon desde el parque de La Alameda hasta la principal plaza de la capital, el Zócalo.
Sosteniendo con su mano izquierda un pequeño gallo negro iba entre la multitud Eric López Torres, un criador de gallos de 29 años, quien afirmó que “desde antes de nacer” ya estaba vinculado a esa tradición debido a que toda su familia ha criado esas aves por más de cien años en el estado central de San Luis Potosí.
“Venimos a evitar que terminen con las tradiciones que tenemos aquí en nuestro país”, afirmó López Torres mientras apretaba contra su pecho el gallo al que bautizó como “Charolito”. “Es cultura lo que nosotros tenemos. No queremos que muera”.
En los últimos años, en algunos estados de México y en particular en la capital se han impulsado legislaciones contra el maltrato animal. En marzo, el Congreso de la Ciudad de México modificó dos leyes para prohibir la muerte de los toros en las corridas y el uso de objetos punzantes que puedan herir a los animales en los espectáculos públicos.
Aunque los cambios legales solo cubren a la capital mexicana, entre los empresarios y seguidores de las corridas de toros se teme que la iniciativa pueda ser replicada en otros estados, y se extienda a otras tradiciones como las peleas de gallos, que hasta la fecha solo están prohibidas en los estados de Veracruz y Quintana Roo.
En buena parte del país se permiten los espectáculos taurinos con excepción de estados como Sinaloa, Guerrero, Coahuila y Quintana Roo, donde están limitados por medidas judiciales.
Ante la entrada en vigencia de las reformas, la plaza capitalina México —una de las mayores del mundo— anunció esta semana la suspensión de las corridas de toros, lo que dejó a los aficionados a la tauromaquia mexicana sin su principal plaza.
Las reformas, que los protectores de los animales consideraron como una “victoria”, fueron defendidas por la alcaldesa oficialista de la Ciudad de México, Clara Brugada, quien afirmó que la capital “no puede mantener la crueldad como espectáculo y mucho menos la prolongación del dolor y muerte de un animal para el entretenimiento”.
Pero Luis Ángel Guerrero, una aprendiz de novillero de 14 años, negó que las corridas de toros representen una expresión de violencia contra los animales y las defendió asegurando que “es algo único y hermoso que es parte de nuestra esencia”.
Mientras marchaba con su capote en la espalda, Guerrero reconoció que le causaba “mucha tristeza” el cierre de Plaza México y dijo que teme que estas prohibiciones “lleven a la extinción de los toros de lidia”. “Mucha gente antitaurina y animalistas se dejan llevar por el internet y no van a investigar con los ganaderos cómo se cuidan los animales”, señaló.