CDMX 14 de agosto de 2025. Para reducir el consumo de productos que perjudican a los mexicanos con enfermedades, muertes, accidentes, violencia y generan fuertes cargas económicas al sistema de salud nacional, organizaciones de la sociedad civil solicitaron a la presidenta Claudia Sheinbaum y a los secretarios de Salud y Hacienda, aplicar impuestos saludables al alcohol, tabaco, ultraprocesados y bebidas azucaradas.
Representantes del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP); del Centro de Análisis e Investigación FUNDAR; de la Red de Acción Sobre Alcohol (RASA); del Poder del Consumidor, y de Salud Justa MX, afirmaron que los impuestos saludables cuentan con un gran apoyo social, sobre todo si lo recaudado se destina a fines sociales como aumentar recursos para proteger la salud pública.
Precisaron que los citados productos generan altos costos económicos que toda la sociedad debe pagar: 2% del PIB por alcohol; 1.78% en el caso de la obesidad y el sobrepeso, y 0.57% en el caso del tabaco.
Iván Benumea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal de FUNDAR, apuntó que los impuestos saludables pueden contribuir a revertir esos daños, y que las empresas que comercializan dichos productos deberían pagar más Impuesto Sobre la Renta (ISR) -su tasa efectiva es de apenas 3.8%-.
Judith Senyacen Méndez Méndez, directora adjunta de investigación en el CIEP, dijo a su vez que los impuestos saludables aplicados al alcohol y el tabaco sí funcionan, y que un aumento de 10% en el precio del tabaco podría reducir su consumo en casi 4.25%. “México, en tabaco, aún no alcanza 75% de impuestos en el precio final, y en alcohol presenta de los menores impuestos en el mundo”.
En tanto, Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, refirió que desde 2010 México no ha incrementado los impuestos a productos del tabaco, y aunque se indexaron con la inflación en 2019, las consecuencias económicas y sociales siguen siendo cuantiosas: “El tabaquismo provoca más de 63 mil muertes al año, y es responsable de más de 429 mil nuevos casos de enfermedades como diversos tipos de cáncer; cardiovasculares, respiratorias, diabetes, entre otras”.
Además, dijo, los costos sociales se estiman en 194,600 millones de pesos, con una recaudación que apenas cubrió 46.9 millones de pesos en 2024. “Es decir, mientras las tabacaleras ganan, gobierno y sociedad pagan”, resumió.
Luis Alonso Robledo, vocero de RASA, declaró que el consumo de alcohol afecta la salud de millones de personas y representa una pesada carga económica y social que todos terminamos pagando. Precisó que los costos directos e indirectos de los daños asociados al consumo de alcohol -incluyendo gastos en salud, pérdida de productividad, violencia, accidentes y otros- alcanzan el 2.0 del PIB, es decir, aproximadamente 552 mil millones de pesos cada año.
“Los impuestos que aporta la industria del alcohol están muy por debajo de lo necesario para cubrir esos costos, y al final la sociedad paga más en atención médica, pensiones por discapacidad, reparación de daños y pérdida de vidas. Es decir, mientras la industria obtiene ganancias millonarias, las familias mexicanas y las finanzas públicas absorben las consecuencias”, estableció.
El director de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, señaló a su vez que el consumo de bebidas azucaradas y comestibles ultraprocesados en México es el mayor en América Latina, y uno de los más altos en el mundo. A nivel global, nuestro país ocupa el primer lugar en nuevos casos de diabetes causados por el consumo de bebidas azucaradas, y el tercer lugar en nuevos casos de enfermedades cardiovasculares a causa de esas bebidas.
De ahí que, puntualizó, un impuesto de 20% a esos productos reduciría en casi un millón los casos de obesidad, y recaudaría 104 mil millones de pesos, suficientes para aumentar en 60% los recursos para el IMSS Bienestar.