Si eres un joven inconforme y visionario que trabaja por mejorar las condiciones de vida de tu comunidad, ¡alguien te busca!
Por sexto año consecutivo Kybernus, el programa del Centro Ricardo B. Salinas Pliego (CRBSP) que promueve el liderazgo juvenil, está a la caza de nuevos talentos que impacten de manera positiva en su entorno social sin importar su género, edad, condición física y socioeconómica.
Siguiendo la máxima del empresario Ricardo Salinas Pliego, quien afirma que “los grandes líderes deben ser capaces de reconocer y resolver problemas cuando las cosas no van bien”, el programa premia a jóvenes que encabezan múltiples causas en todo el país, desde la incorporación del lenguaje de señas en los servicios públicos, pasando por la promoción de la educación en la niñez indígena, hasta la valorización del oficio del agricultor y más.
¿Cómo?
Para participar basta tener ganas de continuar trabajando en tus proyectos, residir en cualquiera de los 32 estados de la República y mandar tu postulación —también se permiten las postulaciones realizadas por un tercero— a través del portal https://es.surveymonkey.com.
Y atento aquí: tienes hasta el 28 de septiembre.
La convocatoria es simple. Además de llenar tus datos personales, o los del tercero al que postules, deberás describir cuál es tu causa, qué situación o hecho te motivó para emprenderla y comprobar mediante documentos y material audiovisual el impacto de tus acciones de cambio, innovación y liderazgo.
Los finalistas se darán a conocer a través de las redes sociales de Kybernus y por correo electrónico el 17 de octubre de 2025 y serán reconocidos con un primer premio de diez mil pesos.
Posteriormente, los jóvenes asistirán a la Ciudad de México para elegir entre ellos a los ganadores de los tres primeros lugares. El primero recibirá 50 mil pesos, el segundo 40 mil y el tercero 30 mil.
Además, los finalistas participarán en un evento exclusivo en las instalaciones de TV Azteca, donde el presidente y fundador de Grupo Salinas entregará los premios finales y aconsejará a los jóvenes para llevar sus proyectos más lejos.
Así que si te consideras un líder de tu comunidad o conoces a alguien que lo sea no dudes en compartir, participar y postular.
Orgullo
El año pasado el primer lugar fue para Floretta Mayerson y su proyecto Violetta, un chatbot creado para acompañar a cientos de mujeres para construir relaciones más sanas y libres de violencia de género.
“Violetta busca ser esa amiga a la que le puedes contar todas esas cosas que pasan en tus relaciones y que por miedo o vergüenza callas”, le dijo entonces Floretta a Vértigo.
Esta confidente, a la que las usuarias acceden vía WhatsApp y mediante su página web de manera gratuita, es una herramienta de educación socioemocional que previene que situaciones sentimentales terminen en escenarios violentos.
El chatbot detecta patrones de riesgo a partir de ciertas palabras o dinámicas y con esa información genera contenidos que pueden ser de utilidad y, de necesitarlo, conecta con ayuda profesional: “El objetivo de Violetta es nombrar aquellas cosas que normalizamos, pero que no se sienten bien”.
A diferencia de otras plataformas de IA —recientemente popularizadas—, Violetta no es “una Inteligencia Artificial genérica, masiva ni neutra”. No se alimenta de la web abierta. Su conocimiento está desarrollado por un equipo de especialistas de la salud mental y está creada con un propósito específico: acompañar a mujeres en situaciones de vulnerabilidad frente a relaciones dañinas, de modo que cada palabra que responde está cuidadosamente diseñada y evaluada para “cuidar emocionalmente” a quien está del otro lado.
Floretta ejemplificó: “Si le preguntas a otras inteligencias desarrolladas en Estados Unidos o Europa qué hacer ante la ansiedad, estas recomiendan salir a dar una vuelta a la manzana. Decirle esto a las doce de la noche a una mujer que vive en el Estado de México es ponerla en un riesgo mucho más grande. Por eso, cuidamos que Violetta sea una IAenfocada en nuestro contexto”.
Hasta el momento Violetta ha sido utilizada por más de 250 mil usuarias, lo que suma más de un millón de conversaciones, y ha canalizado con ayuda profesional a más de 50 mil personas.
Al preguntarle sobre el premio Kybernus, Floretta mencionó —con voz dulce y tranquila— que la institución le dio un espacio de validación y contención que la motivó a seguir con su causa: “Lo mejor de todo, más allá del reconocimiento, fue la red de apoyo que encontré en Kybernus. Es muy reconfortante encontrar a un montón de personas que están igual de locas que yo, que se enamoran de un problema y mueven cielo, mar y tierra para encontrarle una solución”, aseguró entre risas.
Añadió que lo que inició de una simple conversación para hablar sobre sus proyectos y posteriormente elegir al ganador, se convirtió en “una red de personas muy cercanas”, mismas que hasta la fecha considera sus “amigos”.
De modo que para animar a los lectores de Vértigo a postularse Floretta cerró con el siguiente mensaje: “La única forma de perder es no participando. Poco importa si ganas el primero, segundo o tercer lugar: la experiencia, créanme, lo es todo”.