Ciudad de México, a 6 de noviembre. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura), a través del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), llevó a cabo la presentación del cortometraje “México Cambiando la Marea. Expedición Sargazo”, en un encuentro interinstitucional sobre el fenómeno del sargazo.
Este cortometraje —con una duración de casi 12 minutos— muestra la necesidad de comprender la dinámica del sargazo pelágico (Sargassum spp.), las acciones de investigación emprendidas y el impulso de soluciones innovadoras respecto al arribo masivo de la alga en el Atlántico Tropical, donde ha generado impactos ecológicos, económicos y sociales desde 2018.
En su mensaje, el director general del IMIPAS, Víctor Manuel Vidal Martínez, agradeció el respaldo financiero, técnico y operativo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), al señalar que su apoyo fue fundamental para los cruceros de investigación que sustentan los resultados científicos presentados.
Reconoció la labor de más de 40 investigadoras e investigadores de México y del extranjero que participaron en el diseño de las campañas, en el trabajo a bordo del Buque de Investigación Pesquera y Oceanográfica “Dr. Jorge Carranza Fraser” –uno de los más modernos del mundo y equipado con tecnología de punta– y en el análisis de la información, al destacar que “el conocimiento científico, cuando se comparte, inspira y transforma”.
Vidal Martínez explicó que los datos oceanográficos, biológicos y ambientales obtenidos permiten caracterizar con mayor precisión la magnitud del fenómeno, comprender sus implicaciones ecológicas y evaluar el potencial de aprovechamiento del sargazo. Subrayó que esta información fue crucial para lograr su inclusión en la Carta Nacional Pesquera, lo que marca un antes y un después en la política pesquera y ambiental del país al brindar un marco regulatorio para su manejo sustentable.
El titular del IMIPAS vinculó estos avances con los polos de economía circular impulsados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MEDIO AMBIENTE), gobiernos estatales, academia e iniciativa privada, concebidos como espacios de innovación donde se busca transformar residuos, incluido el sargazo, en insumos útiles para sectores como la biotecnología, la agricultura, la generación de energía, la industria de materiales y la mitigación del cambio climático.
“El camino hacia un manejo integral del sargazo apenas comienza, pero los pasos que hoy damos nos acercan a un futuro más sostenible, donde la cooperación, la ciencia y la innovación guíen nuestro actuar”, enfatizó y reafirmó que el IMIPAS continuará impulsando estas investigaciones.
Por su parte, el director de Investigación Pesquera en el Atlántico del IMIPAS, Ramón Isaac Rojas González, afirmó que “estas investigaciones representan precisamente ese cambio de visión”, al reunir a instituciones que han mostrado un compromiso ejemplar con la sustentabilidad, la ciencia y la cooperación internacional.
Rojas destacó también la participación de Medio Ambiente, la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, así como de centros de investigación, embajadas, organizaciones civiles y empresas comprometidas con la innovación y la acción climática.
Señaló que este cortometraje es “una producción que documenta los esfuerzos, hallazgos y reflexiones” de quienes han investigado el fenómeno en el mar, y la firma de una carta de intención con la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya para diseñar sistemas de contención y recolección de sargazo.
La directora de Desarrollo Tecnológico de la Secihti, Edith Calixto Pérez, recordó que desde 2015 el Caribe mexicano recibe arribazones recurrentes de sargazo y que, en una década de trabajo, México ha desarrollado capacidades científicas y tecnológicas que han identificado al menos 147 alternativas de aprovechamiento, aunque aún se requiere impulsar aquellas que sean escalables y acordes con la magnitud del problema.
Detalló que se trabaja en cuatro ejes: establecimiento de una biorefinería basada en sargazo, desarrollo de una plataforma integral de monitoreo multiescala, estudio de los impactos en salud y fortalecimiento de la ciencia básica para entender con mayor claridad las causas del crecimiento acelerado y sus efectos en los ecosistemas.
El director general de Alianzas y Proyectos Estratégicos para la Economía Circular de MEDIO AMBIENTE, Franco Fernández Rodríguez, destacó que el sargazo es un “pasivo ambiental” que obliga a invertir primero en ciencia y método científico.
Recordó que, en el marco del decreto que crea los polos de desarrollo de economía circular para el bienestar, se proyecta un polo en Quintana Roo para dar un tratamiento y gestión integral al sargazo y convertirlo de pasivo en activo económico, mediante la coordinación entre dependencias federales, el gobierno estatal y los municipios costeros.
En representación de la AECID, Ignacio Nicolau Ibarra, indicó que el fenómeno del sargazo ha pasado de ser un evento estacional a una presencia recurrente que afecta al Caribe y, en particular, a México y al estado de Quintana Roo. Señaló que la cooperación española financia un proyecto de 400 mil euros para apoyar investigación, gobernanza, normativas y trabajo con comunidades costeras, así como una subvención de un millón de euros, vía BID Lab, para impulsar la economía circular y la reutilización del sargazo como activo económico y oportunidad de desarrollo.
Nicolau resaltó que el modelo que se está construyendo en México —que integra investigación, política pública y economía circular— muestra un liderazgo regional “clarísimo” frente al sargazo y puede ser replicable en otros países del Caribe, en el marco del compromiso asumido en la Declaración de Granada, que incluye la meta de recolectar y transformar 500 mil toneladas de sargazo.
El representante del BID, César Tulio Bustamante Terreros, informó que, a solicitud del Gobierno de México y de otros países del Caribe, el BID financió la campaña de investigación realizada entre mayo y junio en aguas del Caribe mexicano, con el objetivo de entender el desplazamiento del sargazo, sus impactos económicos y ambientales, y las posibilidades de uso.

