México, 30 de abril. El Senado de la República firmó un convenio de colaboración con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), con la intención de trabajar en conjunto en temas de la niñez, nutrición, la protección de menores ante la violencia, abuso y maltrato.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, hizo votos porque la firma del convenio desprenda una serie de acciones, compromisos e iniciativas, para ir a temas de fondo y que son preocupaciones legítimas, pues como decía Ricardo Flores Magón: “el pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz, y los niños y las niñas son pueblo también”, anotó.
Refirió que cuando se habla de la niñez se debe hablar del amor a los niños y a las niñas, porque “sí tenemos mucho por hacer”, particularmente, cuando el país es el que tiene el mayor índice de niñas embarazadas en el mundo, “es una monstruosidad”, al igual que, la pederastia, “una barbaridad” que se tiene que erradicar de la sociedad, pues un niño o una niña en situación de calle, “es el colmo de la injusticia”, aseveró.
Fernández Noroña dijo que la firma del convenio con UNICEF es una “extraordinaria” iniciativa y un feliz encuentro, pues la niñez es tarea de todas las fuerzas políticas.
El representante de UNICEF México, Luis Fernando Carrera Castro, señaló que este convenio permitirá un marco de colaboración formal para regular el trabajo de ambas instituciones, ya que los países que priorizan a la niñez en su inversión y política pública son más prósperos económicamente, más justos socialmente y más estables políticamente.
Sostuvo que UNICEF trabaja con el único activo verdadero que nunca se deprecia y siempre da rendimientos positivos, “porque todo lo que uno invierte en una niña o niño se reproduce, se multiplica y nunca pierde valor”, logrando con ello muchos avances, por lo que confiamos, dijo, en que esté sea “un buen sexenio para la niñez”, agrupando fuerzas con el Poder Legislativo con la intención de que la calidad de vida de los menores se mejore sustancialmente.
“Los niños lo que más nos piden es amor. El amor entre adultos es voluntario y de mutuo consentimiento, pero el amor hacia los niños es obligación, esa es la diferencia. No es un derecho, es una obligación de los adultos darles amor a los niños, en esos primeros 18 años, y los gobiernos pueden hacer muchas cosas por las niñas y niños”, afirmó Carrera Castro.
La presidenta de la Comisión de Cultura, Beatriz Mojica Morga, quien hizo posible el convenio, refirió que este es un mensaje “robusto y poderoso” de que el Senado está comprometido con la niñez, pues cada dólar que se invierte en una niña o niño son diez dólares que en el futuro se deja de invertir en salud, en educación, en seguridad.
La presidenta de la Comisión de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, Laura Esquivel Torres, aseveró que este órgano legislativo no es la única instancia que debe trabajar por la niñez, ya que es una labor en equipo, sobre todo cuando hay “deudas pendientes” con las y los niños, en la salud, cultura, educación, entre otras, por lo que etiquetar recursos para ellas y ellos no es un gasto, es una gran inversión.