En una ceremonia solemne celebrada en el Palacio Imperial de Tokio, el senador por Yucatán, Jorge Carlos Ramírez Marín fue distinguido con la condecoración “Gran Cordón de la Orden del Sol Naciente”, la más alta otorgada por el gobierno de Japón a ciudadanos extranjeros.
El reconocimiento fue entregado por el emperador Naruhito, en honor a las contribuciones del legislador mexicano al fortalecimiento de las relaciones entre Japón y México, así como por su impulso a la difusión y respeto por la cultura japonesa en nuestro país.
Con esta distinción, Ramírez Marín se convierte en el primer político mexicano que no pertenece al cuerpo diplomático ni a la Secretaría de Relaciones Exteriores en recibir esta condecoración, lo que subraya su labor independiente y comprometida desde el Poder Legislativo en favor de la diplomacia cultural y parlamentaria.
“Esta condecoración se entrega a quienes Japón reconoce como amigos del país. Me llena de orgullo, sobre todo porque como senador de Yucatán, pongo un pedazo de mi tierra en este nivel internacional”, expresó durante el evento.
Ramírez Marín también compartió una anécdota con el emperador japonés, quien recordó con admiración la ingeniería hidráulica de los mayas:
“No saben cómo recuerda el Emperador a Yucatán. Él, que es especialista en arqueología hidráulica, me habló con detalle sobre cómo los mayas no solo construían caminos, sino que estaban conectados por redes hidráulicas. Que recuerde eso me llena de orgullo, porque yo les ofrecí que el nombre de Yucatán estaría siempre en lo más alto, y siempre por razones buenas y constructivas”, relató.
La Orden del Sol Naciente es la primer condecoración creada por el gobierno de Japón en 1875 y representa un símbolo de reconocimiento a ciudadanos extranjeros que han promovido el entendimiento y la cooperación con Japón.
El legislador también recibió una felicitación formal del excelentísimo señor Takeshi Iwaya, ministro de Asuntos Exteriores de Japón, quien reconoció públicamente su liderazgo para fomentar el respeto y la amistad entre ambas naciones.
Este acto no solo destaca la trayectoria de Jorge Carlos Ramírez Marín, sino que también refuerza el papel de México como aliado estratégico de Japón y posiciona a Yucatán como una región valorada globalmente por su riqueza cultural, histórica y su conexión con otras civilizaciones.