AGUA DE LLUVIA: UN OASIS EN MEDIO DE LA CRISIS HÍDRICA

“Se prevé que para junio inicien las complicaciones”.

Martha Mejía
Nacional
CRISIS HÍDRICA

La captación pluvial no solo cubre las necesidades humanas sino que también evita extraer menos agua del subsuelo, lo que permite que el acuífero descanse y se recargue mejor.

El motor de las pipas anuncia la llegada del agua a la colonia San Lorenzo Tezonco, en la alcaldía Iztapalapa, al oriente de la capital. Los vecinos salen presurosos de sus casas para ver si corren con la suerte de llenar al menos un poco su cisterna o tinaco.

Los de menor alcance se conforman con almacenar algunos tambos y cubetas con el agua que tendrán que administrar hasta el siguiente abastecimiento del líquido.

Y es que actualmente la Ciudad de México y el Edomex atraviesan por una de sus peores crisis hídricas en la historia debido a los bajos niveles de las presas que alimentan al Sistema Cutzamala.

El Organismo de Cuenca Aguas el Valle de México (OCAVM) tiene previsto que para el 26 de junio inicien las complicaciones, pero algunos especialistas señalan que debido a la alta demanda de agua en esta zona se agotará incluso meses antes.

Bajo este escenario, Nabani Vera Tenorio, director de Comunicación de Isla Urbana, dice a Vértigo que la captación pluvial se presenta en el Valle de México como una alternativa para afrontar la contradicción de ser una región donde pese a que cae mucha lluvia la gente sigue pagando por pipas de agua; o lo que es peor, acarreando el líquido hasta sus casas por falta de infraestructura.

“Nosotros particularmente, desde Isla Urbana, diseñamos e instalamos sistemas de captación y potabilización de agua de lluvia, el cual básicamente lo que hace es brindar a la gente una alternativa descentralizada; es decir, dejar de depender 100% del agua que brinda, en este caso, el gobierno. Lo que ofrecemos es que con estos sistemas la gente cuente con una conexión directa a una fuente alternativa de abasto de agua”, explica.

El también consultor para programas de desarrollo de la ONU y para la Comisión de Derechos Indígenas agrega que la situación en algunas zonas del país resulta paradójica, pues “en mayo próximo se podría presentar un escenario en el que empiece a llover en la capital, pero como no ha llovido en Michoacán y en el Estado de México la gente no tendrá agua en sus casas: pasará que nos estemos inundando en calles y avenidas, pero dentro de las viviendas no haya agua para la vida cotidiana”.

Con un sistema de captación, puntualiza, “lo que hacemos es que cambiamos esa situación, porque el agua que se precipita sobre tu vivienda se puede aprovechar desde el momento que cae para los usos del hogar, incluso hasta para beberse”.

Milenario

Desde la antigüedad diversas culturas sabían que no convenía depender en exclusiva de ríos y lagos, ya que estos se secan al acabar las lluvias; por ello concibieron diversas técnicas para recoger el agua pluvial, almacenarla y utilizarla para sus necesidades inmediatas.

Por ejemplo, durante los siglos III y IV a.C. la ciudad de Roma en su mayoría estaba ocupada por viviendas unifamiliares denominadas “la Domus”, que contaban con un espacio principal a cielo abierto donde se instalaba un estanque central para recoger el agua de lluvia, llamado “impluvium”; el líquido entraba por un orificio en el techo llamado “compluvium”.

En Loess Plateau, en la provincia de Gansu en China, existían pozos y jarras para la captación de agua lluvia hace más de dos mil años.

Aún se encuentran en Irán los “abarbans”, sistemas tradicionales locales para la captación y almacenamiento de agua de lluvia, que hoy siguen en función.

De acuerdo con Vera los beneficios que ofrece la captación de agua de lluvia no solo se limitan a las necesidades humanas, sino que van desde evitar inundaciones hasta extraer menos agua del subsuelo en temporada de precipitaciones y permitir con ello que el acuífero descanse y se recargue mejor.

“Hay gente en la capital que tiene crisis de agua casi comparable con países africanos, gente que vive con 20 litros al día, personas que tienen que acarrear agua en burros; es de no creerse, pero existe”, asevera.

Explica que con un buen sistema de captación pluvial se puede abastecer de agua de calidad a una familia de cinco a doce meses cada año. No obstante, para que el sistema de captación funcione se debe tener una precipitación promedio de al menos 400 milímetros, aunque lo ideal es que sea de 700 milímetros.

“Al agua de lluvia bien tratada la puedes utilizar y aprovechar para todos los usos, incluso para beber, todo depende por cuantos filtros la pases. Hay gente que dice ‘yo solo quiero utilizarla para riego y para baños’; entonces lo que hacemos es instalar un sistema más sencillo, que tiene menos pasos de filtración y que además es más barato; pero el que más instalamos es para bañarse, lavar los trastes, limpiar, obviamente regar las plantas y, con un paso extra, se puede beber”, indica.

Masificación

El también antropólogo social expone que para que la captación de agua de lluvia realmente impacte en una región se necesita de su masificación; es decir, se requiere de la instalación de varios cientos de miles de sistemas.

En 2019 en la Ciudad de México inició el programa social Cosecha de Lluvia; entonces había una sola empresa (Isla Urbana) que tenía las condiciones para hacer la instalación de los sistemas de captación pluvial, pero “actualmente son diez las empresas innovadoras y generadoras de nuevos diseños”, indica la Secretaría de Medio Ambiente capitalina (Sedema).

“Esa colaboración la tuvimos al principio de la administración. Fuimos parte del diseño y del programa. Lo implementamos el primer año, en 2019. Actualmente lo lleva otra empresa, pero seguimos colaborando en varios proyectos en diversas entidades del país. La idea es que el modelo se replique”, explica Vera.

De acuerdo con la Sedema, de 2019 a 2023 se han colocado cerca de 63 mil “cosechadores de lluvia” (sistemas de captación pluvial) en viviendas de la capital, que han beneficiado a 207 mil personas.

La dependencia estatal anunció que este 2024 se instalarán gratuitamente otros diez mil sistemas de este tipo en las alcaldías Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, Tlalpan, Xochimilco y Venustiano Carranza. “Este sistema favorecerá la recolección de agua pluvial en tanques de almacenamiento con filtros separadores, una bomba y pastillas de cloro”, indica la convocatoria.

Para registrarse por medio de la Sedema los requisitos son: efectuar las adecuaciones necesarias en el hogar para poder instalar el Sistema Cosechador de Lluvia; residir en las colonias que figuran en las Reglas de Operación del programa; inscribirse y firmar la carta compromiso; cumplir con la evaluación técnica de los operadores, sobre las condiciones de infraestructura de la vivienda; comprometerse y dedicar tiempo a aprender todo sobre la captación de agua de lluvia; finalmente los aspirantes deberán permitir el acceso del personal de la Sedema y de los operadores del servicio en las visitas técnicas y la instalación del sistema.