Conforme a lo que plantean diputados y senadores de Morena es inminente que la actual Legislatura discuta y apruebe una nueva reforma electoral. Para los expertos es importante que ella tenga como uno de sus principales objetivos “poner al ciudadano en el centro de la democracia”.
Para conseguirlo se busca reconstruir los órganos electorales a fin de darles autonomía con respecto de los partidos políticos, disminuir los recursos públicos que se destinan a las elecciones y garantizar a los ciudadanos el ejercicio de su derecho a la información y a la libertad de expresión.
Recientemente un grupo de expertos en la materia participó en el Congreso Internacional de Estudios Electorales y varias de las reflexiones expuestas resaltan por ser afines a lo que piensa y demanda la mayoría de los ciudadanos.
El ciudadano
Uuk-kib Espadas Ancona, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), destacó la necesidad que existe en México de poner nuevamente a la ciudadanía al centro de los procesos democráticos, por encima del resto de los actores que participan en ellos, como las autoridades electorales, los gobernantes y los partidos políticos.
Como bien sabemos los procesos electorales se desarrollan en medio de disputas mediáticas y judiciales que protagonizan gobernantes, partidos, candidatos y autoridades electorales.
Ellos se demandan unos a otros a partir del extenso marco jurídico que regula las elecciones y en consecuencia la búsqueda por el poder queda por encima del derecho a sufragar: “En la actualidad el derecho de los que votan es una discusión secundaria en las elecciones y el debate se centra en la disputa entre actores políticos. Esto a mí me parece sumamente grave”, afirmó Espadas.
Añadió que “la democracia, la mexicana o cualquier otra, tiene que tener su foco en el derecho de la ciudadanía a darse representación; todo lo demás no deja de ser importante, pero es accesorio”.
Asimismo, criticó que con nuestro complicado marco jurídico el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por ejemplo, puede decidir quién gana o pierde un determinado cargo de representación popular: “El tribunal decide que lo votado por la gente puede estar equivocado y que corresponde al tribunal corregir los errores de votación. En consecuencia, se retira, por ejemplo, una diputación a un candidato votado y se le asigna a una candidata no votada”.
Libertades
La normatividad que regula nuestros procesos electorales propicia la violación de dos garantías fundamentales de los ciudadanos, a decir de los expertos: el derecho a la información y la libertad de expresión.
Ello debido a que los ciudadanos que no son candidatos (salvo los escasos candidatos independientes que logran el registro) ni pertenecen a los partidos políticos tienen prohibido contratar espacios en radio y televisión para emitir opiniones de índole política o electoral.
Asimismo, ciudadanos, comunicadores e incluso gobernantes tienen prohibido pronunciarse en los espacios de radio y de televisión a favor o en contra de algún partido político o candidato durante el desarrollo de las campañas electorales.
El investigador y catedrático José Fernando Treviño Martínez reflexionó sobre la importancia que tiene para los sistemas democráticos y para la gobernabilidad contar con una ciudadanía debidamente informada de los asuntos políticos y que tenga garantizada la libertad de opinión.
Al respecto, explicó: “Para que un sistema democrático pueda considerarse sólido es necesario contar con instituciones públicas y un régimen de gobierno estable, el cual permita contar con procesos electorales donde la opinión y la participación ciudadana se respeten”.
También se refirió a la importancia que tienen los medios de comunicación y la propia libertad de opinión en la consolidación de los sistemas democráticos. “Dentro de las sociedades con regímenes democráticos contar con personas informadas de temas políticos y sociales es una característica importante a la hora de establecer sus opiniones, ya que les permitirá realizar de mejor manera sus acciones en beneficio suyo, así como de la sociedad”.
Dentro de un sistema democrático ideal, puntualizó, esta situación debería presentarse continuamente, aunque en muchos países esto no se cumple, haciendo que muchos de los ciudadanos demuestren poco interés y se encuentren poco involucrados en los aspectos políticos y sociales”.
A decir del investigador actualmente se presenta un distanciamiento entre políticos y ciudadanos, lo que a su vez genera insatisfacción hacia el sistema democrático: “Para que un sistema democrático tenga una real validez es necesario que se presente una libertad de opinión en que coexista una verdadera comunión entre gobierno y sociedad”.
Simplificación
El consejero del INE Jaime Rivera Velázquez aseveró que se menciona un conjunto de propuestas de reforma electoral: “Algunas orientadas a simplificar procedimientos, otras a reducir el costo de las elecciones por la vía de reducirle el presupuesto a los institutos electorales y de reducir el financiamiento a los partidos políticos”.
Además, “reformas como renovar al Consejo General del INE o renovar la integración del Tribunal Electoral sin aclarar muy bien por qué tendrían que renovarse o por qué tendrían que sustituirse”.
Reconoció que “los procesos electorales que tenemos, si bien demuestran funcionalidad y eficacia, algunos son susceptibles de simplificarse, pero hay que decir también que muchos de nuestros procedimientos electorales son extremadamente complejos, alimentados por una desconfianza a veces obsesiva de los partidos políticos”.
El consejero reprochó que “cuando algunos de los integrantes del Consejo General del INE han propuesto algunas pequeñas modificaciones para aligerar ciertos procedimientos se ha encontrado mucha oposición, precisamente de los partidos políticos y más de quienes quisieran reducir el costo de las elecciones”.
Y concluyó: “Estamos ante una posible reforma electoral que podría fortalecer al sistema electoral y al mismo tiempo dejar incólumes sus pilares fundamentales. Sin embargo, eso no parece ser el ánimo de quienes hablan más de reformar el sistema electoral”.