Frente al conflicto armado en Ucrania el presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó la postura de México de no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias, al tiempo que ordenó el rescate inmediato de los ciudadanos mexicanos que se encontraban en peligro en la zona de conflicto.
“No podemos aceptar invasiones de Rusia a Ucrania, ni de China o de Estados Unidos a ningún otro país. No a las invasiones, sí al respeto de la soberanía y de la independencia de los pueblos”, subrayó el jefe del Ejecutivo federal.
Aseveró el mandatario que su gobierno no tomará ninguna represalia económica contra Rusia porque se quieren mantener buenas relaciones con todos los gobiernos del mundo y estar en condiciones de poder hablar con las partes en conflicto. “No consideramos que eso nos corresponda y pensamos que lo mejor es promover el diálogo para conseguir la paz”.
Dijo que todos los que pidan refugio a México serán recibidos, protegidos y bienvenidos y rechazó que el país vaya a enviar armas a Ucrania, como pidieron al gobierno mexicano un grupo de parlamentarios de esa nación para repeler la ofensiva rusa. “Nosotros no mandamos armas a ningún lado: somos pacifistas”, puntualizó el presidente.
Añadió que México está en contra de las invasiones pues las ha padecido a lo largo de su historia por parte de España, Francia y Estados Unidos, por lo que “no podemos estar a favor de las invasiones; queremos que eso desaparezca”.
Indicó que ese tipo de acciones son contrarias al derecho internacional, por lo que el país no está de acuerdo en que una potencia, un país hegemónico, invada a otro.
Recordó que en la Constitución se establece el principio de no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias, así como ayuda humanitaria en caso de confrontación, de guerra. “Eso es lo que estamos haciendo básicamente”, subrayó.
El jefe del Ejecutivo federal recalcó que México ya fijó su postura en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y promueve que la ayuda humanitaria llegue a Ucrania a través de la ONU.
De hecho, México votó junto con 140 países a favor de la resolución de condena hecha por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en contra de la invasión rusa, en la que se deploró la agresión contra Ucrania y se pidió a Moscú ponerle fin de manera inmediata.
No a sanciones unilaterales
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, expuso también la posición del país: recordó que México sostiene la proscripción del uso de la fuerza en las relaciones internacionales, en los diferendos entre los países, además de que la Constitución establece la solución pacífica de los conflictos.
“La posición de México ha sido muy clara en todos los ámbitos: condenamos enérgicamente la invasión de Ucrania; no hay más qué decir. La resolución de la Asamblea General de la ONU, las posiciones de México en el Consejo de Seguridad, en los órganos y representaciones multilaterales de muy diversas instancias ha sido esa”, subrayó.
Agregó que ahora la principal preocupación del país en el conflicto es la ayuda humanitaria, que se dé oportunidad a la política, a la diplomacia, para encontrar una forma de proteger a la población civil y defender los valores en los que México cree junto con otras naciones.
“Es decir, que pueda haber ayuda humanitaria, que se límite el conflicto y se proteja a la población civil. En eso estamos trabajando ahora junto con otros países”, añadió el titular de la SRE.
Respecto de posibles sanciones contra Rusia aseveró que México nunca ha aplicado sanciones unilaterales contra otro país. “¿A qué estamos obligados? Bueno, estaríamos obligados si el Consejo de Seguridad de la ONU aplica sanciones multilaterales”, que de aplicarse sería un acuerdo de los países y no de manera unilateral de una nación a otra.
Recalcó que México no participará en ningún tipo de sanción que no sean las multilaterales que en su caso aprobase la ONU, que ha sido la postura histórica de nuestro país y en eso no hay ninguna ambigüedad. “Es una línea histórica, como el principio de no intervención”, aseveró.
Repatriación
El inicio de la invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero provocó que miles de extranjeros que se encontraban en ese país quedaran aislados o varados en las principales ciudades ucranianas. En el caso de los ciudadanos mexicanos, previo a la agresión rusa, la embajada de México en Kiev les pidió valorar su permanencia en territorio ucraniano y mantenerse en comunicación ante el aumento de las tensiones.
La embajadora Olga García Guillén informó que se tenían registrados 225 mexicanos en Ucrania, la gran mayoría de ellos en la capital.
Una vez iniciada la invasión el presidente López Obrador dispuso que se realizara un vuelo especial de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) a Rumania para transportar desde ahí a las familias que deseaban salir del territorio ucraniano y que buscaban su repatriación.
El domingo 27 partió de territorio mexicano rumbo a Rumania el avión Boeing 737-800 de la FAM con capacidad de 150 personas, para trasladar a los mexicanos que se concentrarían en la ciudad rumana de Siret, ubicada en la zona limítrofe con Ucrania.
A ese punto llegó un primer grupo de 26 connacionales, a los que se sumó más tarde otro contingente de 17 proveniente de Kiev que se trasladó en autobuses. Otros seis mexicanos llegaron por sus propios medios a Bucarest.
El inicio de la invasión de Rusia a Ucrania interrumpió de manera violenta la vida cotidiana de los poco más de 200 connacionales que vivían en ese país, donde habían formado familias, desarrollado una profesión y se adaptaban a una nueva forma de existencia en un lugar lejano al que nacieron.
Antes del inicio de la invasión rusa persistía entre los mexicanos y el personal de la embajada la confianza de que eran pocas las posibilidades de un conflicto bélico, pese al ambiente de tensión que prevaleció durante varias semanas.
Al final el peor augurio se cumplió y se vieron atrapados, como el resto de la población ucraniana, en el horror de la guerra.
De la noche a la mañana los compatriotas se encontraron en medio del sonido de las alarmas que anunciaban la caída de bombas, así como los toques de queda, por lo que era necesario trasladarse a refugios para ponerse a salvo.
Desesperación por escapar
Originaria de Chihuahua, Ivette Rossano tenía un año de haber llegado a Ucrania. No creía que se fuera a dar la invasión de Rusia, por lo que el fin de semana previo al inicio de hostilidades departió con amigos ucranianos y de otras nacionalidades.
La situación cambió de manera drástica cuando estalló una bomba cerca del lugar en donde vivía y estremeció todo a su alrededor. Más tarde aparecieron los tanques.
Casada con un ucraniano, y con un hijastro de nueve años, Rossano y su familia tomaron la decisión de abandonar el lugar. En autos se dirigieron a la frontera con Rumania, travesía llena de dificultades pues recorrieron 600 kilómetros en medio de carreteras atestadas de vehículos, ya que miles de ucranianos también huían de los horrores de la guerra.
A la desesperación por huir se sumaron el caos y el racionamiento de gasolina: los expendios solo vendían 20 litros por automóvil, lo que dificultó aún más el escape. Por la lentitud para avanzar, decidieron abandonar los autos y el resto del recorrido lo hicieron a pie.
El mexicano Omar Aveña, originario de Michoacán, tuvo que hacer frente a dos graves emergencias en los últimos dos años: la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania. En el primer caso huyó de China junto con su novia para evadir el contagio de coronavirus; en los días recientes logró escapar del escenario de guerra que se desarrolla en territorio ucraniano.
Su estancia en Kiev era para pedir la mano de su novia y planeó quedarse un mes y medio antes de iniciar su nueva vida de casado. Sus planes cambiaron dramáticamente con el inicio de la invasión de Rusia.
Ya en terreno rumano, Aveña relató que la madrugada del jueves 24 la madre de su novia —quien vive cerca de Odesa, una de las regiones por donde entraron las tropas rusas— les llamó para avisar lo que ocurría.
Como otros mexicanos, era escéptico del inicio de la guerra. Confiesa que quedó impactado al saber por su novia que las hostilidades habían empezado, sensación que hasta ahora no logra asimilar.
El impacto se transformó en horror al dar comienzo los bombardeos en Kiev, por lo que tuvieron que refugiarse en las estaciones del Metro.
Guillermo Padilla es otro mexicano que vivía en la zona oeste, la de mayor riesgo en Ucrania a partir de la invasión y por donde entraron los primeros contingentes rusos.
Externa su tristeza por dejar atrás su vida en ese país, aunque recuerda el miedo que sintió al escuchar la explosión de las bombas y los disparos en la ciudad. No olvida que sus vecinos y conocidos se defienden de una agresión militar que pone en riesgo sus vidas.
Rescatados y en su país
Luego de casi 20 horas de camino, en medio de la zozobra y el temor de ser alcanzados por los proyectiles, transitar por parajes devastados, encontrar tanques de las fuerzas ucranianas y avanzar pese al toque de queda, los mexicanos que se encontraban en Ucrania lograron salir de ese país.
La embajadora García Guillén iba al frente de un grupo que cruzó la frontera hacia Rumania en la madrugada del miércoles 2, en el puente fronterizo de Siret.
Estos mexicanos se unieron más tarde a otro grupo que salió días previos de Ucrania y se refugió en Suceava, a unos kilómetros de la frontera. La mayoría viajó a Bucarest con el apoyo de la embajada de México en Rumania, a cargo del embajador Guillermo Ordorica.
A primera hora del jueves 3 el avión de la FAM dispuesto por el presidente López Obrador como parte de la Misión Rescate despegó rumbo a la Ciudad de México para traer a un total de 81 personas, incluyendo a los 44 mexicanos que se encontraban en Ucrania, 28 ucranianos y varios latinoamericanos de diversas nacionalidades que pidieron apoyo para salir también.
La aeronave aterrizó poco después de la una de la madrugada del viernes 4 sin novedad tras un vuelo de más de 24 horas. Los mexicanos y sus familias bajaron de la aeronave con emoción de encontrarse en su país y haber salido con vida de Ucrania tras la invasión rusa.
El canciller Marcelo Ebrard agradeció a la FAM por la misión y dijo que cumplió con eficacia la encomienda de regresar a los compatriotas. También agradeció a la embajadora Olga García Guillén, quien organizó la salida y el traslado a territorio rumano.
Añadió que de ser necesario habrá otro vuelo para traer a mexicanos, en tanto que los funcionarios de la embajada continuarán operando desde la frontera de Rumania en espera de otras familias de connacionales que lleguen por sus propios recursos, ya que las condiciones en Kiev son cada vez más difíciles por la incursión militar.
Mantener abierta la puerta diplomática
El embajador mexicano ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, hizo un llamado al cese del fuego inmediato, protección a la población y dar acceso a la ayuda humanitaria sin restricciones en Ucrania, además de no cancelar la vía diplomática y mantener todo el diálogo que sea posible en los diversos foros multilaterales.
De la Fuente explicó que México votó con 140 países —de los 193 Estados miembros de la ONU— a favor de la resolución de condena hecha por la Asamblea General contra la invasión rusa, en la que se deplora la agresión contra Ucrania y se demanda a Moscú poner fin de manera inmediata y sin demora retirar a sus tropas del país vecino.
El embajador dijo que la resolución contiene muchos de los argumentos que el país ha esgrimido en diversos foros en relación al tema, la cual incluye una cláusula que México propuso para dejar abierta la puerta de la diplomacia, por la que tendrá que venir finalmente la solución al conflicto.
Añadió que se ha trabajado con Francia en otro proyecto para tratar de garantizar que la ayuda humanitaria llegue de manera oportuna a la población civil que está sufriendo ya grandes estragos.
“La situación humanitaria es preocupante y todo muestra que se complicará más en los próximos días, así que los planteamientos que ha hecho México de conformidad con las instrucciones que hemos recibido por parte del presidente de la República y de la Cancillería son muy claros: un llamado al cese al fuego inmediato, protección a la población civil sin restricciones, no cancelar la vía diplomática y mantener todo el diálogo que sea posible en los diversos foros multilaterales”, concluyó.
Continúan mexicanos en Ucrania
La embajadora Olga García Guillén informó que todavía permanecen en Ucrania entre 50 y 60 mexicanos, a quienes recomendó no tratar de abandonar ese país por ahora, ya que no hay condiciones debido a que los ataques se han intensificado.
García les recomendó refugiarse en los sitios establecidos por las autoridades ucranianas para ponerse a salvo de los bombardeos, estar atentos y esperar nueva información para que cuando haya condiciones se les permitan salir.
La diplomática mexicana resaltó que la capital Kiev es una ciudad fantasma y por el momento no hay garantías de seguridad para regresar a la capital ucraniana.
Propuso además un corredor humanitario para rescatar a más mexicanos y ciudadanos de otros países varados en el área de conflicto.