NUEVA ERA EN LA RELACIÓN CON EU

“A nuestros pueblos los hermanan la historia, la economía y la cultura”: AMLO a Biden

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La ratificación por parte del Colegio Electoral de la victoria de Joe Biden en los comicios del 3 de noviembre, en los que obtuvo 306 votos electorales contra 232 del presidente Donald Trump, confirma su llegada a la Casa Blanca al ser declarado mandatario electo.

Una vez que se hizo oficial que el candidato demócrata ganó la contienda en Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador felicitó a Biden por su triunfo y manifestó su certeza de que con él en la Casa Blanca “será posible seguir aplicando los principios básicos de política exterior establecidos en nuestra Constitución; en especial el de no intervención y autodeterminación de los pueblos”.

En la carta que le envió AMLO expuso que “nuestros países están vinculados por la vecindad y a nuestros pueblos los hermanan la historia, la economía y la cultura”.

Por ello, añadió el presidente en su misiva, “los gobernantes debemos esforzarnos en mantener buenas relaciones bilaterales fincadas en la colaboración, la amistad y el respeto a nuestras soberanías”.

El inicio del gobierno de Biden el 20 de enero próximo inaugurará una nueva era en la relación de México con Estados Unidos, en la que las expectativas se centran en una compleja agenda bilateral en la que destacan temas que tendrán un peso específico: comercio y aspectos laborales contenidos en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC); sector energético; producción de energías limpias; seguridad y migración, entre otros.

Para los analistas la confirmación del triunfo de Biden permitirá dar un nuevo y renovado cauce a una relación bilateral que durante la administración de Trump enfrentó fuertes tensiones: se prevé que se relance mediante acuerdos y negociaciones que permitan hacer frente a los desafíos comunes y crear las condiciones de recuperación económica en un entorno regional y mundial de recesión económica derivada de la pandemia de Covid-19, que deja severos daños entre la población y la economía de ambos países.

Vinculación histórica

Durante la conferencia de la mañana del martes 15 de diciembre en Palacio Nacional el presidente informó que una vez concluida la sesión del Colegio Electoral estadunidense —instancia en la que los 538 representantes electorales validaron los resultados a favor del candidato demócrata— envió una carta a Joe Biden la noche del lunes 14 para felicitarlo por el triunfo que le otorgó el pueblo norteamericano y que refrendaron las autoridades electorales de su país.

En ella le recuerda que se conocieron hace cerca de nueve años, ocasión en la que le manifestó, tanto de manera personal como en otra carta, “el ideal de transformar a México y el propósito de desterrar la corrupción política, causa principal de la dolorosa desigualdad y de la violencia que padecemos”.

También le manifiesta su reconocimiento por su postura a favor de los migrantes de México y del mundo, lo que considera permitirá continuar con el plan de promover el desarrollo y el bienestar de las comunidades del sudeste de México y de los países de Centroamérica.

López Obrador subraya en su misiva a Biden que de esta manera nadie se verá obligado a abandonar su lugar de origen “y podrá vivir, trabajar y ser feliz con su familia, entre su gente, con su cultura”.

De este modo, añade en la carta, “lograremos construir la solución definitiva a los flujos migratorios desde y a través de México hacia Estados Unidos”.

El presidente mexicano señala su confianza en que próximamente se presente la oportunidad de que ambos puedan hablar de este y otros asuntos, para finalmente reiterar su felicitación y el deseo de “la mejor de las suertes por el bien de su pueblo y de nuestras naciones”.

Líderes afines

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, afirmó que el envío de la carta al presidente electo de Estados Unidos en lugar de una llamada telefónica es mejor ya que establece una agenda.

“Se da de una forma que, por cierto, el señor presidente ha utilizado: lo hizo también con el actual mandatario de Estados Unidos cuando fue electo. El intercambio epistolar tiene la virtud de que establece una agenda”, indicó.

Ebrard aseveró que una conversación telefónica entre el presidente López Obrador y Joe Biden se dará paulatinamente. “Creo que la llamada se dará y la relación (también); lo que importa es el contenido de la carta; o sea, lo que se ofrece es una muy cercana relación. Hay muchos puntos de afinidad y pienso que es una gran oportunidad para México. Y así lo hace sentir el presidente”.

Negó el canciller que la felicitación del presidente mexicano a Biden se haya dado a destiempo y que ello pusiera en riesgo la relación con la nueva administración demócrata.

Precisó que la felicitación se da cuando concluye el proceso electoral porque hacerlo antes “contradice la doctrina mexicana. No había concluido el proceso. El proceso terminó con el Colegio Electoral. Esa es la ley en Estados Unidos”.

Relación de respeto

En su campaña presidencial Joe Biden se refirió a temas relacionados con México, en especial el de migración. A diferencia de Trump, quien criminalizó el fenómeno migratorio e inició la construcción de un muro en la frontera con nuestro país, el hoy presidente electo lo enfocó como un asunto económico.

Biden se comprometió a buscar, si llegaba a la Casa Blanca, un camino hacia la obtención de la ciudadanía de unos doce millones de personas que se encuentran en una situación ilegal en ese país, la mayoría de las cuales son mexicanos.

El entonces candidato presidencial demócrata afirmó además que establecería una relación de respeto con México y criticó a Trump por actuar mal con su vecino del sur.

“Necesitamos trabajar en sociedad con México. Necesitamos restaurar la dignidad y la humanidad en nuestro sistema de inmigración. Eso es lo que haré como presidente”, ofreció Biden.

Asimismo, como declarado creyente de la necesidad de proteger el medio ambiente, el próximo mandatario estadunidense propuso un programa que pretende eliminar la contaminación por carbono en la red energética de Estados Unidos y crear millones de empleos por medio de la generación de una economía de energías limpias.

Este es un tema que a decir de los analistas podría provocar diferencias entre ambos gobiernos, ante la política impulsada por la actual administración mexicana de poner límites a la generación de energías limpias por parte de inversionistas particulares y la utilización de carbón y una mayor cantidad de combustóleo en la producción de electricidad.

Retos históricos y nuevos

Analistas coinciden en que la relación entre México y Estados Unidos seguirá siendo compleja una vez que asuma la presidencia Biden, aunque hacen ver que será diferente respecto de la establecida con Donald Trump porque se sumarán los temas que interesan al próximo mandatario estadunidense.

Maribel Flores, directora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, campus Puebla, asevera que los retos de los gobiernos de López Obrador y Biden en la agenda bilateral no son de este año ni por la coyuntura de la pandemia sino que son estructurales.

Añade que además están los desafíos permanentes en seguridad, comercio y migración, que deberán ser tratados en primer orden por los dos presidentes.

Elvira Naranjo, también investigadora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey, advierte a su vez que en materia económica pueden surgir discrepancias, así como en los temas ambiental y energético, cuando arranque con más vigor el TMEC, que ha tenido retrasos por la pandemia de Covid-19.

Resalta que otra posible dificultad será el cumplimiento de aspectos en materia laboral que fueron exigidos por los demócratas en el Congreso para votar a favor del nuevo acuerdo comercial.

La catedrática prevé que en el gobierno del presidente Biden se dará seguimiento importante a tópicos ambientales, sindicales y laborales que forman parte de la agenda demócrata.

Luego de resaltar que México y Estados Unidos han sido de los países más afectados por la pandemia de Covid-19, Naranjo comenta que para 2021 habrá una recuperación económica pero será insuficiente para revertir la afectación derivada del cierre de las actividades productivas por la pandemia de SARS-CoV-2.

No obstante confía en que el crecimiento de Estados Unidos nos ayudará a mejorar en términos económicos, aunque refiere que Biden anunció en su campaña que privilegiará el fortalecimiento del mercado interno estadunidense, lo que tendrá algún efecto en las exportaciones mexicanas.

Establecer puentes

Los expertos destacan que en la relación bilateral será importante el nuevo liderazgo de Biden, que es distinto y mejor respecto de Trump.

Maribel Flores apunta que los equipos del presidente electo de EU y del jefe del Ejecutivo mexicano serán fundamentales para establecer puentes de entendimiento, cooperación y colaboración en los distintos temas y enumera los retos de la agenda binacional: comercio, seguridad y migración.

“Si bien esta relación implica muchos retos, se abre una ventana de oportunidad para la política institucional. Este es un cambio político en las relaciones, en los liderazgos, en las agendas, en las perspectivas; y en este sentido, a pesar de que se pueda advertir una agenda complicada, a México también le podría ir mejor”, subraya.

Coincide en que pueden surgir diferencias en asuntos como la generación de energías limpias, proyecto que impulsará Biden en su gobierno para reposicionar el papel que tendrá Estados Unidos en el tema del cambio climático.

“Si ello lo comparamos con los proyectos (en materia energética) que impulsa esta administración en México, se vislumbra un posible escenario de conflicto”, resalta.

Por lo que hace a una posible reforma migratoria en Estados Unidos la investigadora asevera que puede ser la oportunidad de generar nuevos acuerdos con el gobierno de Biden.

Asevera que si bien Donald Trump se irá de la Casa Blanca, el trumpismo no desaparecerá de inmediato, por lo que representará un reto para la gobernabilidad de Estados Unidos y puede afectar las políticas a favor de los migrantes mexicanos indocumentados que viven en ese país y de quienes buscan cruzar la frontera.

Subraya que pese a las dificultades que habrá en la nueva etapa de las relaciones México-Estados Unidos también es optimista respecto de que hay condiciones para establecer un marco de colaboración de mutuo respeto y confianza.

Vínculos más productivos

Alejandro Poiré, decano de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, coincide que la relación bilateral enfrentará un reto de mayor complejidad una vez que el TMEC entre en pleno funcionamiento.

En su opinión México hará frente a un sistema judicial estadunidense más conservador y menos dispuesto a convertirse en instrumento de una relación bilateral cordial.

“Tendremos que estar preparados para un proceso de muchos litigios, que de hecho ya los anunciaba la administración Trump, para lo cual las empresas y el gobierno mexicano deberán tomar nota de ello”, apunta.

Añade que entre las buenas noticias que acompañan al triunfo de Biden está la profesionalización de la relación diplomática y se pondrá énfasis en los temas de seguridad, defensa de los derechos humanos y fortalecimiento de la democracia.

Poiré expresa que una noticia fundamental para el futuro, no solo de la relación de los dos países sino para el mundo, es el anuncio de que Estados Unidos regresará al Acuerdo de París, una decisión que estima planteará un escenario de desafíos para el presidente López Obrador en el corto plazo con el nuevo gobierno estadunidense.

“Sin embargo al final del día vamos tener una relación bilateral seguramente más productiva, aunque parte del trayecto será más ríspido, sobre todo para el gobierno mexicano”, concluye.

Fracasa estrategia de Trump

A 41 días de la elección presidencial en EU los integrantes del Colegio Electoral confirmaron el triunfo de Joe Biden, con lo que se puso fin a un largo periodo que inició la misma noche de la elección presidencial por lo cerrado de los resultados.

Después de cuatro días de incertidumbre el sábado 7 de noviembre se confirmó que el candidato demócrata había logrado superar los 270 votos electorales, número mínimo que necesitaba para declararse ganador.

Y el pasado lunes 14 de diciembre los 538 electores que integran el Colegio Electoral se reunieron en cada uno de los 50 estados que integran la Unión Americana y avalaron el triunfo de Biden.

Concluida esta etapa del proceso electoral estadunidense vendrá la ratificación de los resultados por el Congreso el 6 de enero y el 20 del mismo mes Joe Biden rendirá protesta como nuevo presidente.

Así, la confirmación de la victoria del abanderado demócrata ratificó el fracaso de la estrategia del presidente Trump para tratar de descarrilar el proceso electoral y revertir los resultados con acusaciones de fraude.

La gran estocada a sus esperanzas de evitar la victoria de Biden se la dio el viernes 11 de diciembre la propia Corte Suprema —que tiene mayoría de jueces conservadores, tres de los cuales fueron nominados por el propio Trump—, que rechazó una demanda del fiscal general de Texas (estado republicano) para anular la votación de Pensilvania, Georgia, Michigan y Wisconsin.

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