El hotel Borgata, que pertenece a la cadena hotelera Atlantic City, y que ofrece entre sus servicios un elegante casino, puede darse el lujo de despedir a una empleada por subir de peso.
El portal del Huffintong Post, reportó que Nelson Johnson, juez de Nueva Jersey, las chicas que atienden a los clientes en los casinos, mejor conocidas como “Borgata Babes”, deben mantenerse en su peso ideal porque lo estipula el contrato que firmaron con la cadena hotelera.
El artículo y los posibles efectos de su incumplimiento no son discriminatorios, porque ninguna legislación de Nueva Jersey tiene tipificada la figura de discriminación por peso o altura.
En su fallo, el juez explica que las chicas ya conocían las condiciones de trabajo cuando firmaron sus contratos, y que habían dado su consentimiento a los controles de peso.
La solicitud de empleo para entrar en el casino como una Borgata Babe estipula que el local busca una mezcla de modelos, chicas que sirven bebidas y encantadoras anfitrionas, siempre adorables. Nelson Johnson añade que para que las chicas sean utilizadas como objeto sexual es necesaria su participación.
Las chicas interpusieron una demanda pues se quejan de ser utilizadas como objetos sexuales y de los frecuentes controles de peso a los que son sometidas, algo que no sufren sus compañeros.
En el contrato hay una cláusula que les impide superar en más del 7% el peso corporal que tenían cuando empezaron a trabajar. Además, deben lucir un característico vestido negro, muy corto y escotado, y zapatos de tacón.
Según las trabajadoras, incluso les recomendaban tomar laxantes o dejar de ingerir ciertas medicinas para no engordar.