Rjukan, un poblado de 3,500 habitantes rodeado de montañas, estaba privado totalmente de la luz del sol durante los 6 meses de invierno, pero gracias a la instalación de espejos gigantes, podrá recibir el calor de la luz solar.
Los espejos colocados en una colina a 400 metros del pueblo son controlados por computadora para seguir la trayectoria del sol y reflejar la luz.
‘La idea es un poco loca, pero la locura es nuestra marca’, reconoció Oeystein Haugan, el coordinador local del proyecto.
Steinar Bergsland, el alcalde de Rjukan, informó que algunos habitantes estaban inseguros sobre la viabilidad de invertir en el proyecto de los espejos, en lugar de destinar el dinero a escuelas y hospitales, pero a pesar de los opositores, la instalación consiguió 849,000 dólares de la iniciativa privada.
Con información de: ABC y Digital Journal