A muchos burócratas les cayó como balde de agua fría el anuncio del gobierno federal para hacerle frente a la crisis por el COVID-19 ya que entre otras cosas se formalizó que desde los subdirectores hasta el presidente no tendrán aguinaldos ni prestaciones de fin de año. Pues ¿qué les cuento? Que unos ya se asesoran legalmente para que no les quiten esa prestación plasmada en el artículo 127 de la Constitución.
¿Pero cuánto dejará de percibir el presidente? Aquí se los tengo: de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, Andrés Manuel López Obrador debe recibir en diciembre 89 mil 455 pesos por aguinaldo, más 234 mil 982 pesos por gratificación de fin de año (compensación garantizada).
Los secretarios tendrían que hacer lo mismo y dejarían de percibir entre 200 y 300 mil pesos. La pregunta de los 64 mil es: ¿también los altos mandos del sector salud que hoy están en la línea de fuego contra el COVID-19 deberán renunciar a sus prestaciones?
No olvide que aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla. Es noviembre de 1964 y está acabando el sexenio de Adolfo López Mateos. Gustavo Díaz Ordaz está por tomar posesión, y los internos y residentes del Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE deciden realizar un paro de labores porque les quieren quitar su aguinaldo. Digamos que esta es la gota que derrama el vaso, porque exigen mejores condiciones de trabajo y tras nueve meses de movimiento, tres manifestaciones y varios paros, doblan al presidente Díaz Ordaz. ¡Así como lo están leyendo!
Por cierto, diputados de oposición están preocupados porque temas como el de no pagar el aguinaldo, aunque sea de forma temporal, deberían legislarse y no decretarse; pero obvio, me dicen, en las cámaras no pasaría una reforma constitucional que atente contra los derechos de los trabajadores, menos de cara a las elecciones de 2021 ya que varios tienen los ojos puestos en la reelección.
Ni Santa Anna
Si no se apoya a nuestras empresas con medidas contracíclicas por la pandemia de COVID-19 las empresas mexicanas desaparecerán y las norteamericanas se van a quedar con nuestro mercado. Ni Santa Anna, ¿eh? No hay que olvidar que somos la economía número 14 del mundo; léase: somos un pastel muy jugoso.
Quien salió al quite para tratar de frenar el deterioro de la economía nacional y facilitar la liquidez en el sistema financiero y de las empresas fue Banxico y su inyección de 750 mil millones de pesos. Así que gracias Alejandro Díaz de León ya que con este gobernador del banco ni para qué recordamos al titular de la SHCP, Arturo Herrera, quien por cierto también aplaudió las medidas “ante una situación tan retadora como la actual”.
Estilo mata carita…
Una buena: en el marco de la contingencia las ambulancias de la Cruz Roja podrán cargar combustible en las estaciones de servicio de Shell gracias a la donación de más de dos mil 400 tarjetas prepagadas; además el personal sanitario tendrá una taza de café gratis. ¿Y Pemex, apá?