DICTADURAS, AUTOCRACIAS Y POPULISMOS DESPLAZAN A LA DEMOCRACIA

“Unámonos para garantizar la libertad y proteger los derechos de todas las personas”.

MYANMAR-POLITICS-MILITARY
STR/AFP
Antonio Caporal
Política
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La crisis económica y la emergencia sanitaria, por un lado, y la corrupción, ambición e ineficiencia de los gobernantes, por otro, propician que en los últimos años avancen en el planeta los regímenes populistas, dictatoriales y autocráticos en detrimento de los sistemas democráticos.

Es un diagnóstico en el que coinciden la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, así como la organización Freedom House en el marco del Día Internacional de la Democracia que se conmemoró el 15 de septiembre.

Al respecto, organizaciones del mundo promotoras de la democracia, los derechos humanos y las libertades llaman a las sociedades y sus grupos organizados —civiles, académicos, empresariales, medios de comunicación— a defender y promover la democracia.

Retrocesos

Michelle Bachelet, titular de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, recién dio a conocer un diagnóstico sobre el estado general de la democracia en el planeta que marca un claro retroceso en esta materia.

“En 2021 el nivel de democracia que una persona media podía disfrutar en el mundo se había reducido a niveles de 1989. Esto supone que los logros democráticos conseguidos en los últimos 30 años se han reducido en su mayor parte”, señaló el reporte.

Añadió que “el año pasado casi un tercio de la población mundial vivía bajo regímenes autoritarios. Además, el número de países que oscilan hacia el autoritarismo es tres veces superior al de países que oscilan hacia la democracia. El declive de la democracia es especialmente evidente en Asia Central, Europa Oriental y Asia Pacífico, así como en partes de América Latina y el Caribe”.

Sobre nuestra región Bachelet puso como ejemplo el hecho de que “en algunos países de América Latina y el Caribe hemos observado ataques contra los órganos de gestión electoral (que organizan elecciones), tribunales constitucionales, medios de comunicación e instituciones nacionales de derechos humanos, así como el uso del Covid-19 por los gobiernos como excusa para reducir la supervisión de la administración pública”.

De acuerdo con la funcionaria de la ONU “la falta de transparencia en el proceso público de toma de decisiones o la poca rendición de cuentas de funcionarios públicos o del gobierno erosionan aún más la confianza de las personas hacia las instituciones”.

A decir de Bachelet “la desinformación se utiliza como herramienta por gobiernos autocráticos para moldear la opinión dentro y fuera de sus fronteras, llegando en ocasiones a alcanzar niveles tóxicos”.

De manera particular, afirmó que “la falta de confianza en las instituciones ha ofrecido un terreno fértil para líderes y movimientos populistas, quienes aprovechan esta oportunidad para depositar toda la culpa en la democracia y los derechos humanos. Debido a esto, algunas democracias consolidadas han copiado páginas del manual del gobierno autoritario, pensando que es la única manera de recuperar apoyos”.

Estos gobiernos, puntualiza, “imponen restricciones sobre el espacio cívico, sobre la libre expresión, sobre la libertad de los medios, así como sobre otros derechos que son fundamentales para la democracia”.

Prácticas autoritarias

El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA, por sus siglas en inglés) elabora cada año el informe El estado de la democracia en el mundo, en el cual da cuenta entre otros temas de las naciones que registraron un retroceso en la materia.

En su más reciente informe IDEA apunta: “El número de países que tendieron hacia el autoritarismo superó al número de naciones que avanzaron hacia la democracia. La pandemia alargó la tendencia previa negativa que se inició en 2015. Desde el comienzo de la tercera ola de democratización en la década de 1970 no se registraba en el mundo un proceso de retroceso democrático tan extenso”.

Algunos de los ejemplos más preocupantes de retroceso democrático, indica, “se dan en algunas de las democracias más pobladas del planeta, por ejemplo, en Brasil, India o Estados Unidos, en tanto que tres Estados miembros de la Unión Europea (Eslovenia, Hungría y Polonia) también experimentan un episodio de retroceso democrático”.

El organismo, conformado por expertos de varias naciones, quienes son promotores de la democracia y las elecciones libres, destaca en su reporte que “cada vez se cuestiona más la integridad electoral —incluso en las democracias consolidadas— y a menudo esos cuestionamientos son infundados y carecen de pruebas que los apoyen”.

Al respecto agrega: “Las acusaciones sin fundamento del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante las elecciones presidenciales de 2020 han servido de inspiración a otros líderes del mundo que realizaron denuncias similares como ocurrió en Brasil, Myanmar y Perú, entre otros países”.

Por otro lado, indica que “varios gobiernos elegidos democráticamente, incluidas algunas democracias consolidadas, adoptan cada vez más prácticas autoritarias. Además, el retroceso democrático a menudo ha contado con un apoyo popular significativo”.

El autoritarismo “se arraiga cada vez más en los regímenes no democráticos. En 2020 se registró el número más alto de países afectados por la profundización de la autocracia”.

Sobre América Latina IDEA plantea: “La mayoría de las democracias de la región están estancadas en un nivel de desempeño medio; 13 democracias (Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú, República Dominicana, y Trinidad y Tobago) presentan un desempeño medio; y otras cuatro (El Salvador, Guatemala, Jamaica y Paraguay) tienen un bajo desempeño. Uruguay es la única democracia de la región que exhibe un desempeño alto”.

Las autocracias y los regímenes híbridos de América Latina y el Caribe “se han afianzado. Desde 2007 la región ha sufrido cuatro rupturas democráticas. Dos de esas rupturas han dado lugar a regímenes híbridos (Haití y Honduras) y las otras dos han conducido al establecimiento de autocracias (Nicaragua y Venezuela). Cuba es el único país de la región que hasta la fecha no ha realizado una transición hacia la democracia y sigue siendo un régimen autoritario”.

Autócratas

Freedom House, organización no gubernamental promotora de las libertades ciudadanas y con oficinas en una docena de países, afirma en sus reportes que “en todo el mundo los enemigos de la democracia liberal aceleran sus ataques”.

Al respecto, abunda: “Los regímenes autoritarios se han vuelto más efectivos en la cooptación o elusión de las normas e instituciones destinadas a apoyar las libertades básicas. En países con democracias establecidas desde hace mucho tiempo las fuerzas internas han explotado las deficiencias de sus sistemas, distorsionando la política nacional para promover el odio, la violencia y el poder desenfrenado”.

Resalta que “la amenaza actual a la democracia es producto de 16 años consecutivos de declive de la libertad global. Un total de 60 países sufrieron caídas durante el año pasado, mientras que solo 25 mejoraron. Actualmente, alrededor de 38% de la población mundial vive en países no libres, la proporción más alta desde 1997. Solo alrededor de 20% vive ahora en naciones libres”.

Asimismo, llama la atención sobre el hecho de que los autócratas (personas que ejercen por sí solas la autoridad suprema en un país) avanzan en diversas naciones en detrimento de las democracias. “Los autócratas han creado un entorno internacional más favorable para ellos mismos durante la última década y media, empoderados por su propio poder político y económico, así como por la disminución de la presión de las democracias”.

Ese tipo de gobernantes, añade, “minimizan los controles sobre sus abusos y mantienen su control sobre el poder”.

Freedom House advierte que un mundo gobernado por autócratas “sería en realidad un mundo de desorden, repleto de conflictos armados, violencia sin ley, corrupción y volatilidad económica. Tal inestabilidad e inseguridad globales tendrían un costo significativo en vidas humanas”.

Por otro lado, la organización no gubernamental alerta sobre una proliferación de asonadas golpistas y tomas de poder: “Los golpes de Estado fueron más comunes en 2021 que en cualquiera de los diez años anteriores. El primero tuvo lugar en febrero en Myanmar, justo antes de la juramentación de un nuevo Parlamento tras las elecciones de noviembre de 2020, en las que el partido preferido por los militares de aquel país fue derrotado por completo”.

El ejército “declaró que el fraude había invalidado las elecciones e instaló al comandante en jefe Min Aung Hlaing como presidente interino. Desde entonces un estado de emergencia inicial de un año se ha extendido por dos años. Los líderes políticos civiles han sido arrestados en masa, más de mil personas han muerto mientras las fuerzas de seguridad reprimen las protestas en favor de la democracia, y miles más han sido encarcelados y torturados”.

Agrega que “las autoridades militares impusieron toques de queda, cerraron internet en repetidas ocasiones, allanaron universidades y buscaron a defensores de los derechos humanos y activistas en favor de la democracia para arrestarlos”.

Otros golpes de Estado por parte de los militares se registraron en Sudán y Guinea, en tanto que en Túnez el presidente legítimamente electo, Kaïs Saïed, desmanteló el sistema democrático y ahora gobierna por decreto con apoyo del Ejército.

Esperanzas

António Guterres, secretario general de la ONU, expresó que en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Democracia es importante reconocer que “en el mundo la democracia está perdiendo terreno”.

Añadió: “La desconfianza y la desinformación van en aumento. Y la polarización socava las instituciones democráticas. Ya es hora de dar la voz de alarma y defender a quienes luchan por garantizar el Estado de Derecho”.

El diplomático señaló que la atención se debe centrar “en uno de los pilares de las sociedades democráticas: los medios de comunicación libres, independientes y pluralistas”.

Los intentos de silenciar a los periodistas, “especialmente a las mujeres, son cada día más descarados, pues van desde la agresión verbal hasta la vigilancia en línea y el acoso judicial. El personal de los medios de comunicación es censurado, detenido, sometido a violencia física e incluso asesinado, a menudo con impunidad”.

Para Guterres está claro que “sin libertad de prensa la democracia no puede sobrevivir y sin libertad de expresión no hay libertad”.

Y concluyó: “En el Día de la Democracia y todos los días unámonos para garantizar la libertad y proteger los derechos de todas las personas en todo el mundo”.

Estado global de la democracia

((Mapa, en diseño))

Fuente: Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral

Vivir en Libertad

((En diseño))

Fuente: Freedom House

Índice de libertades individuales

Freedom House califica en 210 países el acceso de las personas a los derechos políticos: derecho al voto, libertad de expresión e igualdad ante la ley.

Los países con 100 puntos de calificación son donde más se respetan dichas garantías.

Aplicados

Noruega 100

Dinamarca 97

Irlanda 97

Uruguay 97

Países Bajos 97

Reprobados

Cuba 12

Afganistán 10

Bielorrusia 8

República Centroafricana 7

Corea del Norte 3

De panzazo

Senegal 68

Paraguay 65

India 66

Colombia 64

México 60