Líbano, junio 16.- El presidente y el primer ministro del Líbano manifestaron el lunes que su país debe mantenerse al margen del conflicto entre Israel e Irán, ya que cualquier participación sería perjudicial para la pequeña nación, sumida en una crisis económica y que lucha por recuperarse de la reciente guerra entre Israel y Hezbollah.
Sus declaraciones fueron un mensaje al grupo político-militar libanés Hezbollah, aliado de Irán y del grupo armado palestino Hamás en Gaza, para que se mantenga fuera del conflicto.
Hezbollah, que lanzó sus propios ataques contra Israel un día después del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, fue duramente golpeado y sufrió importantes pérdidas en el campo de batalla hasta que un alto el fuego, mediado por Estados Unidos en noviembre pasado, puso fin a los 14 meses de combates entre Hezbollah e Israel.
A principios de este año, combatientes de Hamás dentro del Líbano dispararon cohetes desde suelo libanés, lo que provocó ataques aéreos israelíes y la detención de miembros de la organización por parte de las autoridades libanesas.
La guerra entre Hezbollah e Israel dejó más de 4.000 personas muertas en el Líbano y causó destrucción por valor de 11.000 millones de dólares; el grupo fue expulsado de las áreas fronterizas con Israel en el sur del Líbano. En Israel, 127 personas, incluidos 80 soldados, murieron durante la guerra.
El presidente libanés Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam hablaron durante una reunión de gabinete el lunes, donde también se discutió el conflicto entre Irán e Israel y el aumento de las tensiones regionales en los últimos cuatro días.
El ministro de Información, Paul Morkos, dijo posteriormente a los periodistas que Aoun instó a todas las partes en el Líbano a mantener la calma y preservar la estabilidad del país. Por su parte, Salam dijo que Líbano no debería involucrarse “de ninguna forma en la guerra”, añadió Morkos.