El canciller presentó ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para el diálogo y la paz en la guerra Ucrania-Rusia.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, llevó la propuesta de paz del presidente Andrés Manuel López Obrador ante el 77 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuyo objetivo es principalmente coadyuvar a poner fin al conflicto entre Ucrania y Rusia, pero también incidir en el impulso de negociaciones para otros 16 encuentros bélicos activos alrededor del planeta.
Ante líderes y representantes de todo el mundo, Ebrard advirtió que a pesar de quienes opinan lo contrario y “aun en medio de la guerra, el diálogo y los acuerdos son posibles”.
El canciller reafirmó que con base en su vocación pacifista México considera que la comunidad internacional debe canalizar ahora sus mejores esfuerzos para alcanzar la paz.
Por ello, dijo, la propuesta concreta es fortalecer los esfuerzos de mediación del secretario general, António Guterres, en este conflicto bélico, con la formación de un Comité para el Diálogo y la Paz en Ucrania en el que participen otros jefes de Estado y de Gobierno, incluidos el primer ministro de India, Narendra Modi, y el Papa Francisco.
Consejo de Seguridad
Por la mañana del jueves 22, Marcelo Ebrard dio a conocer ante la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU un mensaje denominado Mantenimiento de la paz y la seguridad de Ucrania.
Dijo que a siete meses del inicio de la guerra en Ucrania sus múltiples implicaciones sociales, económicas y políticas son evidentes. “Como en todo conflicto armado, el mayor costo lo ha pagado la sociedad civil. Esta guerra genera desplazamientos masivos de personas, tanto al interior de Ucrania como a países vecinos, sobre todo de mujeres y niños. Los daños materiales son también graves y onerosos”.
Aseguró que desde el inicio de las hostilidades México ha insistido en buscar una solución diplomática para atender la condición humanitaria del conflicto, sin subordinar las consideraciones políticas y en estricto apego al derecho internacional humanitario.
Recordó que en este Consejo de Seguridad, México impulsó junto con Francia un proyecto de resolución en ese sentido que se turnó a la Asamblea General y dio cauce a la resolución E11/2 adoptada el 24 de marzo. “Hoy reiteramos que la asistencia humanitaria sigue siendo ineludible y prioritaria”.
Agregó: “Hemos procurado también, en la medida de nuestras posibilidades, apoyar las gestiones de mediación del secretario general y formulamos, junto con Noruega, una declaración presidencial con tal propósito, la cual se adoptó el pasado 6 de mayo. Es una declaración a todas luces insuficiente, pero es la única expresión pública que este Consejo ha sido capaz de emitir desde el inicio del conflicto”.
Planteó que el avance de la guerra con sus cuantiosos costos humanos y materiales ha incrementado las necesidades humanitarias. Por ejemplo, frente al “alto costo de los combustibles, de cara al invierno, se requiere con urgencia de una solución por la vía diplomática, de un alto al fuego. Para ello se requiere voluntad política de las partes y compromiso de la comunidad internacional”, aseguró.
Insistió en la necesidad de respetar el derecho internacional, el derecho humanitario y los derechos humanos. “La rendición de cuentas también es otro pilar fundamental del sistema multilateral del Estado de Derecho y de la paz. Por ello, sin pretextos ni condiciones, los responsables de los crímenes que se hayan cometido en Ucrania deben ser llevados ante la justicia”.
En este sentido, consideró “fundamental el trabajo de la Corte Penal Internacional para investigar las denuncias presentadas sobre presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad. Seguiremos con la mayor atención los avances de dichas investigaciones”.
Ebrard denunció que es preocupante la dimensión del riesgo nuclear por los enfrentamientos alrededor de la planta nuclear de Zaporiyia en Ucrania (la más grande de Europa). “Asegurar su integridad y buen funcionamiento es crítico para evitar la peor de las catástrofes posibles. Respaldamos las recomendaciones formuladas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) tras su inspección técnica, las cuales deben ser acatadas de inmediato, y apoyamos los llamados para crear un perímetro de seguridad alrededor de la planta”.
También reconoció el valor que representa la firma de la Iniciativa de Granos del Mar Negro. “Los índices de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) muestran que los precios de los granos en los últimos dos meses han empezado a disminuir. Es una muestra del valor que tiene la diplomacia. Aun en medio de la guerra, el diálogo y los acuerdos son posibles”, sentenció.
Recomendó garantizar el acceso de los fertilizantes a los mercados globales y se congratuló al saber que se han dado ya pasos concretos en esa dirección. “Reconocemos ampliamente el liderazgo que ha tenido el secretario general de la ONU, así como el gobierno de Turquía, en la gestión de los acuerdos suscritos”.
Aclaró que desde el inicio del conflicto la posición de México se sustenta en sus principios constitucionales de política exterior, los cuales están en consonancia con los de la Carta de Naciones Unidas que señala “la no intervención, la solución pacífica de las controversias y la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza”.
Alertó que no hay espacio para la ambigüedad. “La coexistencia pacífica de los Estados depende precisamente del respeto de todos ellos. No puede haber excepciones”.
Suscribió que México ha sido claro al reiterar la importancia del artículo 2 de la Carta de la ONU relativo a la proscripción del uso de la fuerza contra la integridad territorial e independencia política de cualquier Estado. “Por experiencia propia, México conoce y entiende bien la importancia de contar con la garantía básica de poder vivir sin la amenaza de ser invadido por otro país. Cualquier acción que violente ese principio es ilegal y es ilegítima”.
Sobre el Comité para el Diálogo y la Paz en Ucrania dijo que el objetivo sería muy claro: “Generar nuevos mecanismos para el diálogo y crear espacios complementarios para la mediación que fomenten la confianza, reduzcan las tensiones y abran el camino hacia una paz duradera”, aseveró.
Y concluyó: “La delegación de México proseguirá con las consultas necesarias, con el único propósito de poder contribuir, como un actor imparcial y de buena fe, para generar un amplio respaldo a las gestiones de mediación que encabeza el secretario general, así como el Comité mencionado, cuya conformación esperamos proceda con el respaldo de los Estados miembros de la ONU que así lo decidan”.
Durante el cónclave el canciller tuvo encuentros bilaterales con el ministro de Asuntos Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar; el primer ministro de Palestina; Mohammad Shtayyeh; el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba; su homólogo de Haití, Jean Victor Généus; y el ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Hungría, Péter Szijjártó.
Asamblea General
Por la tarde del mismo jueves 22 el canciller habló ante la 77 Asamblea General de la ONU, donde alertó que en 2022 el mundo enfrenta una de las crisis más graves de los últimos tiempos, que impacta tanto el orden global como la paz y la seguridad internacionales, la economía, el abastecimiento de productos básicos y los servicios esenciales.
Ante esto, “las necesidades de asistencia humanitaria se han multiplicado; la desigualdad, por desgracia, ha crecido y los efectos del cambio climático se han agravado también. A la seguridad sanitaria, debilitada por la pandemia, se agrega una grave amenaza para la seguridad alimentaria en amplias capas de la población de los países más pobres y marginados”.
Relató que el contexto actual se caracteriza por el aumento de las tensiones geopolíticas entre las principales potencias. “Cuando parecía que vendría la recuperación de los graves efectos que tuvo la pandemia por el Covid-19, emerge la guerra en Ucrania, con el riesgo de un accidente nuclear y sus potenciales consecuencias catastróficas”.
Expresó que además de los altos costos en vidas humanas y las afectaciones a millones de personas desplazadas internas y refugiadas en otros países, la guerra en Ucrania ha impactado la disponibilidad de alimentos y de combustibles en todo el mundo.
Y remarcó: “Esta guerra se suma a otros conflictos armados que permanecen sin solución y, por lo mismo, laceran gravemente la armonía y el orden internacional fundados en el derecho internacional”.
Por lo anterior, destacó que México es un Estado responsable y comprometido con la promoción de la solución pacífica de las controversias.
Reprochó que el Consejo de Seguridad no ha podido cumplir con el mandato que le confiere la Carta de Naciones Unidas al no haber conseguido prevenir la guerra, ni tampoco tomar las medidas que pongan un alto a la agresión armada. “Menos aún ha logrado encaminar proceso diplomático alguno para buscar una solución por la vía del diálogo y la negociación”.
Consideró que tampoco ha podido lograr que llegue todo el suministro de asistencia humanitaria requerido, ni respaldar abiertamente la labor del secretario general y de otros actores, para gestionar el acceso a los mercados de granos y fertilizantes producidos por Rusia y Ucrania.
Por tales razones, agregó, “el presidente de México, consciente de la responsabilidad individual y colectiva que tenemos, propone que una comitiva o caucus de jefes de Estado y de Gobierno aliente y acompañe los esfuerzos del secretario general para promover medidas de fomento de la confianza hoy perdida entre Rusia y Ucrania”.
Ebrard fue claro al señalar ante la ONU que la propuesta de López Obrador para que haya una suspensión de todos los conflictos armados le convendría a todas las naciones para mejorar sus economías y mejorar sus estrategias políticas y sociales.
Resaltó que las guerras no deben ser ajenas a los países del mundo, puesto que a pesar de parecer distantes afectan a todos. Por ejemplo, puntualizó, a través del aumento de precios en productos básicos y en fertilizantes, además de que las cosechas de Ucrania y Rusia —graneros del mundo— se verán afectadas este año y ello propiciará catástrofes alimenticias a nivel global.
Planteó que, en esencia, la propuesta es fortalecer en el corto plazo la posibilidad de mediación en la guerra entre Ucrania y Rusia, ya que los gobiernos de ambas naciones han hecho recientes anuncios en el sentido de una escalada bélica, por lo que resulta oportuno insistir y fortalecer el pedido de la comunidad internacional para que permita una intermediación en el conflicto.
Ebrard justificó que al gobierno mexicano le importa mucho esta situación porque hay consideraciones éticas esenciales, entre las que sobresalen, por ejemplo, el sufrimiento de miles de personas y la pérdida de miles de vidas humanas.
Puso énfasis en destacar la inflación que vive el mundo, ya que consideró que la variación en este indicador está íntimamente vinculada a esa guerra en Europa, por lo que declaró que entre más tiempo tome el conflicto los niveles inflacionarios irán en aumento a escala global.
Armas nucleares
Ante el pleno de la Asamblea General, Ebrard reprochó además el tráfico ilegal de armas, el incremento inseguro de armamento nuclear y la falta de rendición de cuentas en el seno de Naciones Unidas.
Relató que en estos casi dos años como miembro electo del Consejo de Seguridad, México ha procurado adentrarse en las causas estructurales de los conflictos y en promover la diplomacia preventiva como elemento central para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
“Los flujos ilícitos de armas pequeñas y ligeras, como resultado de su amplia disponibilidad, vulneran la seguridad regional e internacional. Es por eso que México ha insistido en la necesidad de tomar medidas para detener estos flujos de armas”, denunció.
Prueba de ello, dijo, “fue lograr que el Consejo de Seguridad adoptara la resolución 2616 en 2021, que está encaminada a respetar los embargos de armas y a que las operaciones de paz coadyuven a reforzar las capacidades de las autoridades nacionales en el combate al tráfico y al desvío ilícitos de armas”.
En materia de rendición de cuentas reveló que México ha pugnado en favor de la transparencia, la eficacia y la participación equitativa en los trabajos del Consejo. “México va a continuar abogando por una reforma integral del Consejo de Seguridad que incluya más asientos, con términos más largos de mandato, en la categoría de miembros electos, para hacerlo más representativo, transparente y eficiente”.
Y alertó: “La parálisis del Consejo de Seguridad es resultado del abuso del llamado derecho de veto por parte de algunos de sus miembros permanentes; incluso durante esta Asamblea dos de ellos se refirieron explícitamente a la necesidad de restringir su uso a situaciones realmente excepcionales”.
En este sentido, indicó que México y otros 83 Estados han impulsado un mecanismo de rendición de cuentas por el que cada vez que se registre un veto en el Consejo de Seguridad, la Asamblea General se reúna sin dilación para debatir la cuestión e invite al autor o autores del veto a explicar su posición.
“Toca ahora decidir si queremos dar los pasos subsecuentes para evitar que el sistema se siga paralizando frente al sufrimiento masivo de personas”, asumió.
Sobre los peligros que significan las armas nucleares, advirtió que estas siguen representando la peor amenaza para la supervivencia misma de la humanidad.
“México lamenta la falta de voluntad política para alcanzar acuerdos que permitan lograr dicho propósito, algo que quedó confirmado en la reciente conferencia de examen del Tratado de No Proliferación, que no alcanzó resultado alguno, aun cuando los riesgos de proliferación nuclear son cada día más reales y evidentes”, afirmó Ebrard.
Confirmó que nuestro país coincide con la visión del secretario general de que un mundo más seguro y en paz debe estar asentado en el derecho internacional, la cooperación y la solidaridad, “y no en la incesante acumulación y modernización de los arsenales nucleares y convencionales”.
Recordó que justamente fue esta visión la que llevó a los países de América Latina y el Caribe a establecer la primera zona libre de armas nucleares en un área densamente poblada a través del Tratado de Tlatelolco, “la que condujo a la conclusión y entrada en vigor, en años recientes, del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares”.
Frente al pleno del máximo organismo mundial, Marcelo Ebrard consideró que México tiene claro que las Naciones Unidas continúan siendo una herramienta única de la comunidad internacional para la resolución pacífica de controversias y la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Nuestro país, definió, “seguirá promoviendo el multilateralismo, la solidaridad internacional y la cooperación como la mejor vía para enfrentar los desafíos globales”.
Advirtió que no podemos cerrar la puerta al diálogo político y la negociación diplomática porque “las actuales tensiones internacionales no van a solucionarse por la vía de la fuerza”.
Propuso asegurar entendimientos políticos y mecanismos de construcción de la confianza. “Sí, restaurar la confianza es uno de nuestros mayores retos hoy”, insistió.
Finalmente, recalcó que México hace un llamado a todos los Estados miembros a trabajar conjuntamente para alcanzar la paz y a trabajar unidos en la recuperación pospandemia con un enfoque sostenible y resiliente, “que contemple cabalmente las necesidades y las prioridades de todos los países y que ponga a las personas en el centro de nuestras acciones”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró al dar inicio a la 77 Asamblea General que el “mundo está en grandes problemas”, haciendo particularmente referencia a la dramática situación que se vive en Ucrania tras la invasión rusa. “El hallazgo de tumbas sin identificar tras la retirada rusa de Izyum es extremadamente inquietante”, dijo durante su discurso inaugural.
Señaló que la guerra en Ucrania “ha desencadenado una destrucción generalizada, con violaciones a gran escala del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos”.
Añadió que son “extremadamente inquietantes” los informes que apuntan al hallazgo de fosas comunes en la localidad ucraniana de Izium tras la salida de las fuerzas rusas.
Y advirtió que los efectos colaterales del conflicto se extienden también más allá de Ucrania. “La crisis del poder adquisitivo se desata, la confianza se desmorona, las desigualdades se disparan, nuestro planeta arde, la gente sufre, sobre todo los más vulnerables y, a pesar de ello, estamos bloqueados por una disfunción global colosal”, lamentó Guterres.
Ucrania: “Castigo justo”
En un video pregrabado, el líder ucraniano Volodymyr Zelensky pidió la creación de un tribunal de guerra especial y detalló los presuntos crímenes de guerra que ha cometido Rusia en la invasión de Ucrania. “Rusia debe enfrentar un castigo justo por su invasión a Ucrania”, dijo Zelensky a la Asamblea General de la ONU. También estableció una “fórmula” sobre el conflicto, que incluye más apoyo militar y castigar a Rusia en el escenario mundial.
Biden: “Guerra innecesaria”
En uno de los discursos más esperados de la Asamblea General, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, arremetió contra el líder ruso Vladimir Putin por la guerra en Ucrania. Biden calificó la invasión rusa como “una guerra innecesaria y brutal”, de la que responsabilizó directamente a Putin por los últimos seis meses de ataques en territorio ucraniano. “Es una guerra que escogió un hombre, para ser muy franco. Hablemos con franqueza: un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU invadió a su vecino y trató de borrar a un Estado soberano del mapa”. Pidió al mundo “ver estos actos horrendos por lo que son” y descalificó la “operación especial” rusa en Ucrania como la de un “gobierno nazi”.