Mayra González, gerente global de Talento y líder de Women’s Network de Whirlpool LAR Norte, platica sobre la importancia de la inclusión femenina dentro de las empresas con el fin de que las mujeres se sientan escuchadas, valoradas y respetadas.
—¿Qué es el simposium MeUnoPorEllas?
—Un espacio para dialogar, apoyar y ser un aliado en la construcción de una cultura laboral, social y familiar con base en el liderazgo y la fuerza femenina. La edición de este año, la número doce, fue totalmente virtual, contó con un programa de conferencias y paneles en el que los asistentes conocieron más acerca de feminismo, sororidad, equidad de género y las acciones que cada uno puede realizar para la construcción de una sociedad con igualdad de oportunidades para todos. Este simposium es parte de las acciones de Women’s Network, que invitan a familiares, parejas, amigos, empresas e instituciones a ser aliados que impulsen la inclusión de género en la sociedad para mejorar la vida en el trabajo y el hogar.
—¿A qué conclusiones se llegaron en esta edición?
—Este año reflexionamos acerca de la sororidad y el cómo entre mujeres podemos apoyarnos para avanzar en las carreras (profesionales y laborales), tener esta mentalidad de abundancia en la que si una avanza, avanzamos todas, es uno de los mensajes más importantes que nos llevamos. Otro es el rol de los aliados, es decir, sin lugar a dudas las mujeres podemos, pero necesitamos a estos aliados (varones) para que nos ayuden a impulsar la equidad de género dentro de las empresas, instituciones y organizaciones.
Resultados
—¿Cuál es el fruto de ir adicionando estos temas de la cultura laboral?
—Creo que el resultado más grande que podemos tener y donde mejor se refleja es en la recepción del talento femenil. Actualmente tenemos un equipo directivo conformado por 23% de mujeres. En ese aspecto avanzamos versus años anteriores. Cada año se incrementa el número de mujeres que tenemos en el equipo directivo y también nuestro equipo administrativo y operativo, conformado por 43% de mujeres. Creo que ese es el mejor reflejo de que estas iniciativas funcionan.
—¿Qué acciones podemos realizar en lo individual para construir esta igualdad de oportunidades?
—Es algo que buscamos desde lo colectivo, el cómo impulsar de manera personal, poder promover la inclusión de género en nuestro día a día. Un ejemplo es cuando paro, me detengo y no hago ese comentario machista y hablo de tanto de hombres como mujeres, ya que de repente solemos hacer comentarios como “me enfermé como nena” que podría ser un ejemplo de machismo, cosa que muchas veces las mimas mujeres decimos o hacemos: referirnos a nuestro propio género como el sexo débil. Esa es una parte en la que podemos ayudar a ser más conscientes y de cómo podemos a través de nuestro lenguaje promover la inclusión con diversidad. La otra forma es ayudar a través de la sororidad, poder apoyarnos entre mujeres a ser mentoras de otras que a lo mejor están iniciando su carrera laboral. Entonces, invitamos mucho, sobre todo a las que ya llevamos un camino avanzado, a que de esa otra manera apoyen como mentoras a que mujeres más jóvenes logren mayores avances. Y sobre todo vivir más la inclusión en todo lo que hacen, reconocer a la gente por su talento, por sus habilidades, y no por su género.