Por: Rodrigo Trejo
Exposición “Atrocidades de la Guerra” en la calle Isabel La Católica, no 39. Col Centro presenta la historia de cinco villanos del siglo XX. Figuras de cera y un aterrador ambiente, la exposición es una muestra de las barbaridades cometidas durante el siglo anterior.
En la entrada te recibe un sujeto espeluznante, su uniforme militar y su cara en estado descomposición son el preludio perfecto para una galería de torturados y dictadores. Subes al recinto y Lug, otro sujeto como el de la entrada, te saluda. Sigues y está la caja. Entonces pagas tu boleto, te dan unos audífonos y comienza la experiencia.
Lo primero es una introducción y frente a un mapa te explican a grandes rasgos las atrocidades de los protagonistas de la exposición. En la primera sala podrás ver el verdadero legado de Stalin; inocentes torturados, matanzas masivas y los famosos Gulags (campos de trabajo en Siberia). En la siguiente sala te reciben Adolfo Hitler y su médico de cabecera el Dr. Josef Mengele para darte una probadita del holocausto.
Todavía faltan tres salas y a estas alturas ya estás saturado de violencia. Sala tres y el antropófago dictador de Uganda Idi Amin Dada. Sala cuatro Pol Pot y no estoy hablando del cantante de ópera de Britain’s Got Talent, sino del dictador de Camboya, líder de los barbáricos Jemeres Rojos. Sala cinco y todo está por terminar, pero para dejarte con un buen (mal) sabor de boca es el turno de Sadam Husein.
Esta exposición no es la joya de centro histórico, ni siquiera en cuestiones de violencia supera al Museo de la Tortura y la Pena Capital, pero eso no significa que deba de pasarse por alto. Para aquellos como yo que fueron dotados con un insensible humor negro los maniquíes de cera torturados y el terrorífico audio prometen varios ataques incontrolables de risa.
Para los más sensibles la muestra también presenta cierto aprendizaje y el lema de la exposición es, “Quien no conoce su historia... está condenado a repetirla”. Para los más locos, “Atrocidades de la Guerra” tampoco es mala opción y estarán muy satisfechos cuando aprendan un repertorio de torturas distintas para aplicarle a sus amigos.