Por: Rodrigo Trejo
La recomendación de hoy es muy sabrosa y casi culinaria. La gastronomía nacional es uno de nuestros grandes orgullos y de Sonora a Yucatán, uno puede deleitarse con los manjares de nuestra variada cocina.
Desde los tradicionales guisos caseros como el chicharrón en salsa verde y los moles, hasta las de-construcciones y reinterpretaciones del pipián de los chefs Enrique Olvera y Ricardo Muñoz Zurita, la comida Mexicana es manjar y fuente de inspiración para todo tipo de artistas.
José Julio Díaz, reconocido compositor mexicano y experto en pedagogía musical, encontró en la gastronomía nacional la inspiración para su obra “Tamales Oaxaqueños”. La pieza narra un pasaje de la cotidianeidad de la Ciudad de México y expresa en notas la dinámica de desayuno de muchos chilangos.
La introducción a la pieza te prepara para la degustación, sin usar todavía los arcos, los músicos jalan las cuerdas de sus instrumentos para entregar un ritmo rápido y alegre. – Buenos días, me da un tamal por favor – te imaginas que llega un cliente. El bocado, como las notas, se siente delicioso y ahora ya con arcos te imaginas cada mordida.
Las cosas no son tan simples para un transeúnte hambriento en la ciudad, comer en la calle es complejo. Alrededor los coches, otros peatones y todo tipo de locuras. La pieza te hace suponer todos estos contratiempos e incluso por momentos no te sientes cómodo, estás sumergido en la crisis constante de la capital.
Otra vez hay paz y recuerdas que estás desayunando un delicioso tamal oaxaqueño. Aprovechas cada bocado porque no sabes cuando vuelve la tempestad, pero es la dinámica de todos los días y ya eres parte de la tormenta.
Hay mucho de José Julio Díaz que merece un oído, pero los cierto es que hay pocos foros para la difusión de esta música. Muchas veces preferimos la euforia de géneros más accesibles y nos perdemos de joyas como “Tamales Oaxaqueños”.
A continuación les dejo una liga de la página del CIEM y ahí podrán topar varias piezas muy interesantes del repertorio de Díaz.