Los golpes, los insultos, la necesidad de ser amados, la necesidad de sentir que pertenecen a un grupo o simplemente el querer ser libres para no recibir órdenes los llevaron a la calle, un lugar donde sus problemas no terminaron, sólo cambiaron de rostro.
Ahí desaparecieron los muros de casa, pero lo largo y ancho de las calles no los hizo más libres, pues viven confinados en ciertos espacios y no son bien vistos por la mayoría de la gente que les teme o los rechaza por su apariencia.
Hombres y mujeres, jóvenes en su mayoría, salieron de su rutina emocionados como niños que van de excursión y se dieron cita en el Deportivo Cuauhtémoc para participar en el Segundo “Mundialito de Futbol Cuauhtémoc”, en una convivencia como a las que tienen acceso los jóvenes que estudian y hacen deporte.
Más de 300 “chavos de la calle” formaron 35 equipos de futbol en las categorías varonil y femenil, jugar en la posición de delantero, defensa, portero, ocupó su tiempo este día. Por hoy, nada de limpiar parabrisas de los automóviles o vender dulces en cruceros viales.
Ahí estuvieron Epopeya de los Sismos, Plaza Buenavista, Plaza Zarco, Garibaldi, Metro Juárez, Puente de Alvarado, Metro Cuauhtémoc y Eje 1 Norte e Insurgentes, equipos integrados por parte de las mil 038 personas en situación de calle identificadas en esa demarcación.
Es la cifra que refleja el censo delegacional y que asienta a esa población con nombre real, lugar de origen (530 de otras entidades), edad (la mayoría entre 20 y 29 años), años de vivir en la vía pública, apodos, ocupaciones y adicciones (885 adictos, 622 hombres y 263 mujeres).