El proyecto de ley de reforma migratoria integral, que prevé debatir está semana el pleno del Senado de Estados Unidos, reforzó este domingo un apoyo bipartidista.
La senadora republicana de Nueva Hampshire, Kelly Ayote, dijo al programa “Face the Nation” de la cadena televisiva CBS que el “difícil” problema de la inmigración necesita una “solución bipartidista”.
El apoyo de Ayote puede significar que el Senado, con mayoría demócrata, obtenga una “súper mayoría” para evitar medidas obstruccionistas de parte de algunos republicanos que rechazan el proyecto.
Un apoyo bipartidista al proyecto en el Senado, que incluye el camino a la ciudadanía para unos 11 millones de indocumentados y mayor control fronterizo, pondría presión en la Cámara de Representantes, dijeron analistas, como el director de la organización America’s Voice, Frank Sharry.
La cámara baja, con mayoría republicana, planea su propia versión de reforma de inmigración, en tanto que un grupo bipartidista también prepara un plan, pero perdió el apoyo del republicano Raúl Labrador, quien se salió del esa comisión.
En declaraciones este domingo a la cadena Univisión, el senador republicano Marco Rubio, que integra un grupo bipartidista de ocho que impulsa el proyecto de ley, anticipó el apoyo de los 60 votos necesarios.
Una opinión similar expresó el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, quien predijo el respaldo de más del 90 por ciento de los demócratas y “una pequeña ayuda” de los republicanos.
Reid aseveró que no aceptarán “píldoras venenosas” que buscan descarrilar el proyecto, como la del senador republicano por Texas, John Cornyn, que ha indicado que busca supeditar la legalización al “pleno control operacional” de la frontera.
El líder demócrata del Senado espera concluir el debate del proyecto de ley antes del receso por el festivo del Día de la Independencia el próximo 4 de julio, que debe ser armonizado con la iniciativa que produzca la Cámara de Representantes.