La detención de un presunto inmigrante por parte de la Patrulla Fronteriza, llevó al supuesto indocumentado a reencontrase con su madre estadunidense después de casi tres décadas, tiempo en que fue retenido por su propio padre y llevado a México.
Agente fronterizos detuvieron en San Diego a David Amaya, quien al momento de ser fichado reveló que es un ciudadano estadunidense y que había sido secuestrado hace 30 años por su padre.
Cuando las autoridades realizaban el proceso para deportar a Amaya a México, comprobaron que la madre biológica de David era la estadunidense Kathy Berry de Wisconsin, quien lo busca desde hacía décadas.
La información en el banco de datos nacional de agencias federales, al que recurre la patrulla indicó, por las huellas digitales de Amaya, que su madre lo reportó como secuestrado hace 30 años.
Pero la Patrulla Fronteriza no contactó a la madre de Amaya, sino que lo dejó el sábado por la noche en el centro de la ciudad de San Diego solo, sin conocer a nadie y sin hablar una sola palabra en inglés.
Para su suerte, un pastor de una iglesia cristiana lo encontró y lo llevó a su congregación, luego comunicó a Amaya por teléfono con su madre, Kathy Berry.
Con el religioso como intérprete, madre e hijo externaron su interés por reencontrarse y que David conociera a su familia materna.
David fue secuestrado cuando tenía siete años de edad y creció con sus abuelos paternos en México. Los abuelos le dijeron que era mexicano y que su madre lo había abandonado.
La iglesia reúne ahora fondos para enviar a David con su madre en el estado de Wisconsin.