La Universidad de Michigan decidió este jueves permitir que los inmigrantes que viven en el país sin autorización paguen menos por estudiar, como si fueran residentes del estado, una victoria para los activistas que dijeron que una de las instituciones de enseñanza superior más prestigiosas de la nación está fuera del alcance económico de los graduados de secundaria que viven en el estado sin permiso de residencia.
La medida se aplica al campus insignia de Ann Arbor, así como a los campus satélite de Flint y Dearborn, con lo que Michigan se sumó a otras universidades públicas de la talla de la Universidad de Texas y la Universidad de California, en las que los estudiantes pueden pagar la matrícula estatal si estudiaron en escuelas secundarias del estado, independientemente de su estatus legal.
La junta de regentes, controlada por los demócratas, votó para hacer el cambio después de que los estudiantes universitarios hicieron una campaña de más de un año para conseguir “igualdad de matrícula” que incluyó protestas silenciosas y otras manifestaciones públicas.
En virtud de que es difícil que se logre una reforma nacional de inmigración, un pequeño pero creciente número de estados, 16 hasta el presente, han permitido pagos de matrícula más bajos para los inmigrantes desde 2001, incluyendo 14 estados que aprobaron leyes que autorizan explícitamente las matriculaciones, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.