Buenas perspectivas para México

El crecimiento estimado de 3.5% para el siguiente año “de ninguna manera es una meta satisfactoria: tenemos que hacer varios cambios para crecer más, para estar a la altura de nuestro verdadero potencial”, señala el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Bolsa Mexicana de Valores
Foto Internet
Georgianna Meza
Política
Compartir

El crecimiento estimado de 3.5% para el siguiente año “de ninguna manera es una meta satisfactoria: tenemos que hacer varios cambios para crecer más, para estar a la altura de nuestro verdadero potencial”, señala el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Expertos y organismos internacionales vaticinan que no habrá variaciones significativas en las economías desarrolladas durante el año que está por comenzar.

Pero coinciden en que hoy se abre la oportunidad para que México siente las bases que lo encaminen a la ruta del crecimiento largo y sostenido, a partir de la clara intención del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto de alcanzar un mayor progreso para la nación por medio de la concreción de reformas estructurales largamente esperadas.

Y es que, advierten los especialistas, tanto Japón como la zona euro experimentarán un crecimiento cercano a cero o tal vez negativo.

China se mantendrá en niveles de 7 a 7.5% de su PIB, muy lejos de las tasas de 10% que logró hasta hace pocos años;.

Mientras que Estados Unidos deberá enfrascarse en aplicar los ajustes que paulatinamente reduzcan sus inmanejables porcentajes de deuda y déficit, pero sin afectar aún más su lenta recuperación.

Frente a este escenario, analistas privados consultados por el Banco de México proyectan un incremento importante del flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) hacia nuestro país, que pasaría de 19 mil 165 millones de dólares en 2012, a 25 mil 945 millones el año entrante.

Signo inequívoco de la mayor confianza que —prevén— los cambios estructurales generarán entre los inversionistas.

Y si bien la tasa de crecimiento del PIB esperada para 2013 (3.5%) sería menor a la conseguida en 2012 (estimada en 3.8%) y 2011 (3.9%), se trata de un avance importante en medio de la desestabilización provocada por la crisis financiera iniciada en 2008 y que ha afectado preponderantemente a las potencias más desarrolladas del planeta.

Lo que evidentemente ha repercutido en un menor crecimiento de las economías emergentes, las cuales han evitado la caída en un nuevo ambiente recesivo global.

Al respecto, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, señala que el crecimiento estimado de 3.5% para 2013 “de ninguna manera es una meta satisfactoria: tenemos que hacer varios cambios en la economía para crecer más, para estar a la altura de nuestro verdadero potencial”.

“Debemos crecer a 5% para garantizar más y mejores empleos”.

Esto, sin lugar a dudas, es muestra del compromiso adquirido por la nueva administración para encaminar a México a un proceso de transformación, como quedó asentado en el Pacto por México firmado por los principales partidos políticos, y en los puntos de gobierno establecidos por Enrique Peña Nieto desde su toma de protesta como presidente de la República.

Zozobra conforme transcurrieron los últimos días de 2012, las bolsas de todo el mundo, el ciudadano común norteamericano.

Mandatarios de las principales economías, y responsables de organismos económicos y financieros incrementaron su pesimismo ante la falta de acuerdos entre los republicanos y la Casa Blanca en torno de las medidas que Estados Unidos debe aplicar para evitar el llamado “precipicio fiscal”.

Se trata de la serie de recortes al gasto y aumentos de impuestos por 600 mil millones de dólares que entrarían en vigor a partir del 1 de enero y que en opinión de expertos inexorablemente enviarían a la mayor economía del planeta a un nuevo periodo recesivo, con consecuencias inmediatas para el resto de las naciones.

Y es que, advierten, los grandes incrementos en los impuestos se combinarían con recortes agresivos en el gasto gubernamental, incluidos programas internos y de defensa.

Con ello, es probable que los precios de las acciones se derrumben, que el gasto de los consumidores se reduzca y que las empresas despidan a más empleados.

Y una recesión económica podría comenzar en cuestión de meses.

Los más optimistas preveían que ambas partes alcanzaran un acuerdo de corto plazo antes del Año Nuevo, con lo que el recorte en el gasto quedaría pospuesto al menos hasta el segundo trimestre de 2013; es decir, ganarían tiempo antes de lograr consensos definitivos.

Por su parte, la Oficina Presupuestaria del Congreso asegura que si el acuerdo tarda algunos meses, el “precipicio fiscal” ocasionaría que la economía estadunidense se contraiga 0.5% en el primer semestre de 2013 y caiga en recesión.

De evitarlo, podría crecer 2 por ciento.

Retos La indefinición política en Estados Unidos, aunada a la depresión económica en Japón y la zona euro, son los principales retos que la economía mundial deberá enfrentar en el año que está por comenzar.

Al respecto, la Comisión Europea (CE) sostiene que el PIB de los 17 países del bloque de la moneda única se contraerá este año en promedio 0.4%, en tanto el crecimiento en 2013 será casi nulo (0.1%).

Olli Rehn, vicepresidente de la CE y titular de Asuntos Económicos y Monetarios, considera que “Europa atraviesa un proceso difícil de reequilibrio macroeconómico, que durará un tiempo.

Nuestros pronósticos apuntan hacia una mejoría gradual del crecimiento a comienzos de 2014”.

En tanto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que la débil recuperación de Estados Unidos moderará la demanda de productos mexicanos y reducirá el flujo de inversión al país, con lo que el crecimiento de nuestra economía, prevé, alcanzará entre 3.3 y 3.5% del PIB.

No obstante, adelanta, México, junto con Chile y Turquía, será una de las tres economías que integran la OCDE que registrarán el mayor crecimiento en los próximos dos años y se situará por encima de la media que en conjunto promediarán los países socios.

Sin riesgos Este es el difícil entorno que para la economía internacional se avecina en 2013, pero en opinión del Bank of America (BofA), Merrill Lynch, Credit Suisse y el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) México está a salvo de riesgos por la afluencia de capitales y la estructura de sus pasivos externos y es uno de los factores que lo ponen de nueva cuenta en la mira de los inversionistas.

Según consideran los expertos, nuestra nación es una de las pocas economías que, en medio de la incertidumbre mundial, impulsan el equilibrio en sus finanzas públicas “y eso es una señal de certidumbre para los inversionistas”.

Entre los factores que destacan para que México haya logrado la estabilidad de su economía en los últimos años, los organismos citados refieren la escasa dependencia del financiamiento externo.

Cuantiosas reservas internacionales (cerraron el año con el saldo histórico de más de 163 mil millones de dólares); y el respaldo financiero de la Línea de Crédito Flexible por dos años más que recientemente renovó el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cual asciende a casi 73 mil millones de dólares.

De acuerdo con el economista para México de Barclays, Marco Oviedo, los grandes inversionistas han orientado sus capitales hacia los mercados emergentes con favorables fundamentos económicos, como México, ante el diferencial en las tasas de interés respecto de los mercados de economías avanzadas.

Identidad Al hacer un análisis de las deficiencias en la administración pública en los tres niveles de gobierno y de ciertos lastres que no hemos aprendido a superar para hacer de México un mejor país.

El maestro José R. Castelazo, presidente del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), afirma que “un gobierno honesto, eficiente, es la muestra de una sociedad sana.

Un gobierno corrupto, ineficiente, negligente, es la muestra de una sociedad enferma.

Los gobernantes no vienen de Marte; provienen de la propia sociedad. Los diputados y senadores, a quienes tanto se critica, provienen de la misma sociedad”.

En este sentido, cuestiona: “¿Por qué queremos ser como ingleses, o franceses? ¿Por qué nos comparamos con los japoneses, o los chinos? Nacemos en los hospitales mexicanos; nos educan en las familias mexicanas y en las escuelas mexicanas”.

“Vamos hacia las relaciones con el mundo desde México, para México, por México”.

Cada país, cada nación, recuerda, “tiene su propia cultura, su propia historia, su propia forma de organizarse para todo tipo de cosas”.

“Desde luego, para gobernarse; pero también para producir, para distribuir, para consumir, para divertirse… Hay muchas cosas que están sucediendo en el mundo que son universales”.

Lo que está pasando en este momento con la globalización, añade, “son los impactos masivos en todo tipo de actividad humana comandados por las leyes del mercado”.

Visiones El presidente del INAP sostiene que para que juzguemos a la economía mexicana en comparación con su gobierno y cómo estamos haciendo las cosas, hay por lo menos dos puntos de vista:

“Los de siempre, los optimistas y los pesimistas; y en medio del perfil de la moneda, los realistas”.

Y detalla: “Los optimistas aseguran: ‘México es un gran país, de clases medias’; los pesimistas señalan: ‘México es un país auténticamente pobre, desde siempre’; mientras que los realistas tratamos de decir: ‘México es un país con grandes oportunidades de crecimiento, para lo cual debe superar grandes obstáculos’”.

Uno de ellos, indica, “es contar con buenos gobiernos; otro, reconocernos como realmente somos, para querernos como realmente somos, para tener lo que se llama autoestima, algo que a los mexicanos nos hace muchísima falta”.

“Actuar de manera más equitativa y más racional en un mundo muy agresivo, en un capitalismo muy salvaje, que parece ser que no se compadece ni de la pobreza ni de la desigualdad”. —¿Puede darse un viraje? —Por supuesto.

De hecho, el actual gobierno ya está dando ese viraje: ya regresó la política al campo de las decisiones públicas, y está tomando decisiones políticas con políticos haciendo política”.

“Eso es importantísimo” no perder lo que los griegos llamaban el timón, asienta: “No perder el timón de la embarcación, mantenerlo firme, pero con rumbo”.

“Porque una embarcación, aun con timón firme, que no sabe a dónde va, está a la deriva, lo importante, insisto, es que la política está regresando al área de la toma de decisiones”.

“Pero no se trata de que la política se imponga a la sociedad o a la economía, que es con quienes trabaja, con la sociedad y con los recursos económicos con los que cuenta”.

No se trata de que la corrupción le gane a México, remarca, “sino de vencerla; no se trata de que unos cuantos archirricos posean la archirriqueza; se trata de distribuir con mayor racionalidad el ingreso, la riqueza”.

También se trata de atender auténticamente a los más atrasados, agrega, “por sus condiciones históricas, por sus condiciones de desarrollo desintegrado del resto de la comunidad”.

¿Somos un país desordenado en términos generales? —Muy desordenado.

Qué bueno que se crea la nueva Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

Somos muy desordenados en términos territoriales, pero también en términos de distribución de la población: en sólo 350 municipios se concentra casi 70% de los ciudadanos, mientras que en más de dos mil 500 comunidades, dispersas, está el restante 30%.

¿Cómo vamos a integrar el desarrollo con esta fotografía poblacional y territorial?

¿Considera que la Ley General de Contabilidad Gubernamental servirá para realmente transparentar los recursos con los que cuentan estados y municipios?

No solamente para transparentar el gasto: es para ordenar, para rendir cuentas y para transparentar.

Son los tres elementos que conlleva dicha ley, que tiene como virtud fundamental la armonización contable.

Y eso nos va a dar certeza jurídica, y esta, confianza, y ambas, inversiones, y estas, empleo.

El empleo trae capacitación, son círculos virtuosos.

Para culminar, José R. Castelazo reitera: “Ni del lado de los optimistas ni del lado de los pesimistas. Hay que tratar de establecernos en un término equilibrado”.

“Somos un país realmente muy interesante y muy importante en comparación con nosotros mismos, pero también en comparación con otros”.

“Si logramos establecer en el lado de la moneda el círculo virtuoso del desarrollo e incorporar a ese desarrollo el círculo vicioso de la pobreza, entonces tenemos círculo virtuoso vs. círculo vicioso”.

“Es una lucha constante que debemos empezar a aprender a ganar”.

Es difícil recordar algún momento en la historia de nuestro país en que gozáramos de bases económicas tan sólidas.

De ahí que resulte imperativo que México aproveche la oportunidad para tomar medidas que contribuyan a mejorar la competitividad y capacidad de crecimiento.

El reto principal de la nueva administración y las fuerzas políticas de oposición es mostrar la suficiente madurez para romper la inercia de la falta de acuerdos que se dio en el pasado reciente y enfocarse en atender los retos clave que enfrentamos como nación.

×