A fin de combatir el desempleo y generar mayores oportunidades de vida para más de 36 millones de jóvenes entre doce y 29 años en nuestro país, la iniciativa privada y organizaciones de emprendedores realizaron una propuesta de Ley de Emprendedurismo que prevé, entre otras cosas, una reforma laboral, programas de difusión de cultura empresarial en los niveles de educación básica y media superior, incentivos fiscales y regulación de tasas de interés para préstamos de las Pequeñas y medianas empresas (Pymes).
La iniciativa de ley tiene por objeto impulsar el desarrollo económico del país mediante una cultura emprendedora que despierte el interés de los jóvenes por convertirse en agentes de cambio y satisfaga sus metas a través de su propia acción, generando riqueza para sí mismos y sus comunidades, en un marco de libertad, legalidad y responsabilidad.
Para el logro de estos fines, la educación debe incorporar, en su formación teórica y práctica, lo más avanzado de la ciencia y de la técnica, para que el emprendedor esté en condiciones de crear su propia empresa, adaptarse a las nuevas tecnologías, así como brindarle al adolescente capacidades e instrumentos para que se constituya en agente de desarrollo económico.
La autoridad encargada de la aplicación de esta ley sería la Secretaría de Educación Pública (SEP), que en el ámbito de su competencia coordinaría la puesta en marcha de las acciones que la propuesta prevé para el logro de sus objetivos, así como dar el seguimiento necesario para articular los esfuerzos que en materia, regulatoria, estímulos y conversiones se lleven a cabo para el cumplimiento de las propuestas.
Francisco Javier Ruiz López, presidente de la Comisión de Empresarios Jóvenes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), dice a Vértigo: “Esta iniciativa servirá para que en las escuelas se imparta la materia de emprendedurismo, para que los jóvenes tengan una idea de un negocio cuando sean egresados, y la institución le dé un seguimiento. Esta propuesta se tiene que llevar a cabo lo antes posible, si consideramos que el desempleo alcanza a 9.6% de las personas menores de 26 años que buscan trabajo; es decir, que por cada 400 mil empleos que se generan, 38 mil jóvenes aguardan una oportunidad sin encontrarla”.
El líder empresarial resalta que la educación disponible para la mayoría de los jóvenes está muy alejada de la realidad y no es una garantía de niveles mínimos de bienestar y realización personal, debido a que el empleo que existe para ellos va muy de la mano con bajos salarios y mínimas o nulas prestaciones.
Ruiz López añade que las universidades cuentan con carreras saturadas, lo cual provoca un exceso en la oferta de egresados: “Es tiempo de voltear a otros panoramas y crear nuevos perfiles de alumnos. Para esto no debemos esperar a nivel universitario, sino desde el nivel básico. Si queremos que México se desarrolle y progrese año con año, se tiene la clave en los jóvenes, que tienen la oportunidad de hacer crecer al país a través de la creación de nuevas empresas, que den empleo a otras familias, y así generar un circulo de beneficios para todos”.
Es por esto, señala, que la Coparmex “solicita a las instancias educativas a nivel federal, estatal y municipal considerar en la currícula escolar, impartida a nivel básico (primarias y secundarias), insertar una material enfocada en el emprendedurismo infantil”.