Normalistas retienen a conductores de autobuses para ser sus choferes

Una treintena de conductores de autobús aseguran estar retenidos por activistas de la escuela que los obligan a trabajar como choferes

Una treintena de conductores de autobús aseguran estar retenidos por activistas de la escuela que los obligan a trabajar como choferes
Foto: AP
Agencias
Política
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Conductores de autobuses en Guerrero viven sus autobuses en el campo de fútbol de la Normal Rural de Ayotzinapa y duermen en los compartimientos destinados hasta hace poco sólo al equipaje de pasajeros.

La atención en los 2 últimos meses se ha centrado en la desaparición de 43 estudiantes de la normal, ubicada en la municipalidad de Tixtla y pocos han prestado atención a una treintena de conductores de autobús que aseguran permanecer retenidos por activistas de la escuela que los obligan a trabajar como choferes para quienes tomaron a la fuerza sus vehículos: los mismos alumnos.

Los conductores, algunos de los cuales llevan más de un mes en la escuela en el sur de México, dicen que no pueden abandonar los vehículos porque hay un contrato laboral que los obliga a permanecer en todo momento junto al autobús, que puede valer más de 100,000 dólares. Y en medio de las tensiones por la desaparición y presunta masacre de los estudiantes, las autoridades se muestran renuentes a rescatar a los choferes.

Los estudiantes, que tienen una larga trayectoria de activismo que llega a tornarse violento, califican la toma de los autobuses de “una expropiación” y dicen que los necesitan para trasladarse a las numerosas protestas que se realizan en el estado de Guerrero desde la desaparición y probable matanza de sus compañeros.

Omar García, un estudiante de segundo año, reconoció en una entrevista con The Associated Press que perjudican a los choferes porque no pueden irse ni mantener a sus familias. Pero sostuvo que los estudiantes “no tienen opción” porque no saben conducir ni dar mantenimiento a vehículos tan grandes.

“Nos tratan mal, nos gritan y nos intimidan y nos obligan a estar a su disposición para manejar donde ellos deciden”, explica un conductor retenido hace 3 semanas. “No puedo ir a ver a mi familia. Somos víctimas de una situación que no hemos provocado”.

A cambio de no dañar los autobuses, dicen, los choferes deben estar a disposición de los jóvenes las 24 horas del día para manejarlos durante el tiempo que consideren oportuno y al lugar que necesiten ir.

Los conductores han rogado a sus empleadores que envíen choferes de reemplazo para poder ir a ver a sus familias. Hasta ahora la mayoría de las compañías se han negado, aunque García dijo que se estudiaba un acuerdo entre los estudiantes y los dueños de los autobuses que permitiría a los choferes rotar cada 10 días.

Varias compañías que tienen autobuses en la escuela declinaron comentar, excepto para reconocer que hacen responsables a los choferes de los vehículos, conforme a sus normas.

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