Los presos en el pabellón siquiátrico de la cárcel de Cadereyta, en Nuevo León, se amotinaron, entraron en la farmacia y se llevaron las drogas, incidente en el que murieron cuatro internos, informaron las autoridades.
Otros 21 personas resultaron heridas, incluido un guardia, informó el gobierno de ese estado por medio de un comunicado.
La sucesión de acontecimientos en la prisión de Cadereyta comenzó a principios de la semana cuando los presos protestaron contra un programa nuevo para inspeccionar a los visitantes con una especie de máquina radiográfica con el fin de impedir la introducción de objetos prohibidos a la prisión.
El lunes se produjo un pequeño disturbio.
Sin embargo el martes, según el vocero de seguridad estatal Aldo Fasci, unos 56 presos en el pabellón siquiátrico quemaron unas 200 celdas y muebles. Algunos penetraron en la farmacia, donde cuatro de ellos aparentemente fallecieron por sobredosis de medicamentos.
Sin embargo, no está claro si los cuatro murieron a causa de los fármacos; la prensa local reportó que tres cuerpos quedaron calcinados, y por ende tal vez fallecieron por los incendios.