Las personas con diabetes mellitus, hipertensión arterial, sobrepeso u obesidad son las que tienen mayor riesgo de padecer Enfermedad Renal Crónica (ERC), la cual afecta a casi 9 millones de individuos en México.
Este padecimiento se logra detectar por lo regular en etapas avanzadas, cuando hay presencia de proteínas en la orina y es momento de recurrir a diálisis, hemodiálisis o un trasplante renal.
Por ello especialistas en nefrología, la Asociación ALE de donación de órganos y el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) exhortan a las autoridades de salud en el país a implementar una política nacional para la prevención, el diagnóstico oportuno, el acceso al tratamiento y el seguimiento de la enfermedad renal.
“En el país tenemos un gran reto frente a la enfermedad renal, que se debe atender en el corto plazo, antes de que se convierta en un problema de salud pública. Es indispensable contar con un registro nacional que permita identificar a los pacientes y sus necesidades; incentivar la especialización y el número de médicos nefrólogos, y sobre todo brindar esquemas de nefroprotección homologados, que brinden calidad de vida y homogeneidad en la atención del padecimiento”, expone Carlos Castro Sánchez, director de la Asociación ALE (IAP).
El representante del organismo que trabaja en pro de la donación de órganos y trasplantes al brindar asistencia social a las personas de escasos recursos, expone que el objetivo es incidir en las políticas públicas para lograr la cobertura universal de medicina de trasplantes en México.
Casi 26% de la población mexicana no cuenta con ningún tipo de seguridad social y se estima que 3 millones de personas con enfermedad renal no reciben atención médica, por lo que la asociación promueve la inclusión del padecimiento en el Catálogo Universal de Servicios de Salud (CAUSES) del Seguro Popular.
Y es que debido a los gastos económicos que representa el tratamiento la atención se vuelve inaccesible para los más desprotegidos.
Castro Sánchez, autor junto con Santiago Lastiri del libro Política nacional de fomento a la salud renal, el cual ya está en manos de la secretaria de Salud, Mercedes Juan López, y de la Comisión de Salud en el Senado, explica que de acuerdo con investigaciones se debe privilegiar el trasplante renal frente a la diálisis o hemodiálisis, las cuales son terapias que suplen las funciones del riñón para filtrar los desechos de la sangre, ya que brindan una mejor calidad de vida a los pacientes y les permiten reintegrarse a la vida normal.
Sin embargo, de acuerdo con datos del Cenatra en México existen casi 19 mil 74 personas en espera de un órgano; de estas más de 70% requiere un riñón y en lo que va del presente año solo se han realizado dos mil 157 trasplantes de este tipo.
Propuestas
El libro Política nacional de fomento a la salud renal presenta dos propuestas:
La primera se enfoca en la atención de la enfermedad renal a través de un Modelo Estratégico de Gestión Integral y Operación para la Salud, que prevé:
- La atención temprana en el primer nivel con la inclusión de los pacientes de escasos recursos y sin seguridad social en el Seguro Popular.
- Promover la especialización y tratamientos homologados.
- Un Registro Nacional de Pacientes que permita la toma de decisiones en la implementación de políticas públicas. así como la asignación de recursos que permitan la operación de dicho modelo.
La segunda propuesta consiste en una Estrategia efectiva para la procuración de órganos y realización de trasplantes en México para garantizar el incremento de la donación y trasplante de órganos a través del Registro Nacional de Donadores y Receptores de Órganos y Tejidos:
- Un esquema de orientación y apoyo para familiares de donadores en vida y fallecidos.
- Incentivar la generación de infraestructura y especialistas en la procuración y transplantes, y terapias de inmunosupresión de calidad a fin de evitar el rechazo de los órganos implantados.