Cambio estructural en materia de combate a la pobreza

Durante años se han canalizado importantes partidas presupuestales al combate a la pobreza pero, aunque se han alcanzado significativos avances, la realidad es que la mitad de la población padece rezago en uno o más factores clave como ingreso, educación, salud, vivienda y seguridad social, y resulta una condición lacerante que en pleno siglo XXI uno de cada cuatro habitantes del país vive algún grado de carencia alimentaria.

Inicio de la Cruzada Nacional contra el Hambre
Foto: Internet
Redacción
Política
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Por José Antonio Caporal

Durante años se han canalizado importantes partidas presupuestales al combate a la pobreza pero, aunque se han alcanzado significativos avances, la realidad es que la mitad de la población padece rezago en uno o más factores clave como ingreso, educación, salud, vivienda y seguridad social, y resulta una condición lacerante que en pleno siglo XXI uno de cada cuatro habitantes del país vive algún grado de carencia alimentaria.

Para hacer frente a esta realidad, la administración del presidente Enrique Peña Nieto ha puesto en marcha la Cruzada Nacional Contra el Hambre, acción enfocada en primer lugar a sumar esfuerzos en favor de las familias que no cuentan con suficientes recursos para alimentarse, pero que también busca aminorar la condición de pobreza de quienes la padecen.

Con la firma del decreto por el que establece el Sistema Nacional Contra el Hambre, se pone en marcha “una estrategia integral dirigida a mexicanos que presentan hasta seis carencias sociales” y la cual alineará recursos presupuestales de más de 70 programas de la administración pública federal.

Se trata, sin duda, de un cambio estructural en materia del combate a la pobreza.

Revertir la pobreza

En el estado de Chiapas, donde 78% de la población vive en pobreza, el presidente Peña Nieto señaló que “resulta lastimoso, lamentable y doloroso que aún existan mexicanos que padecen hambre” y añadió que “es una condición lacerante, que nos cuesta reconocer como país, el hecho de que en pleno siglo XXI uno de cada cuatro mexicanos enfrenta algún grado de carencia alimentaria”.

Peña Nieto dijo que “el hambre para muchos es, quizás, una verdad ignorada”, pues “hay quienes no la conocen; otros quizá no la aceptan; y algunos ni siquiera se atreven a mencionarla”.

De hecho, al asumir la Presidencia una de sus primeras decisiones fue instruir la puesta en marcha de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, a fin de sumar esfuerzos a favor de quienes viven en esta condición.

Agregó que “para comenzar a hacer frente a este reto histórico, es necesario establecer prioridades. Por ello, la Cruzada Nacional Contra el Hambre atenderá, en primer orden, a los 7.4 millones de mexicanos que padecen una doble condición: de pobreza extrema y de carencia alimentaria severa”.

El jefe del Ejecutivo federal indicó que la cruzada atiende “la mayor obligación ética que tenemos con toda la sociedad: se trata de dirigir hacia un mismo objetivo los esfuerzos de los sectores público, privado y social, y haremos un frente común contra el hambre”.

Al respecto, abundó: “Pocas cosas son tan angustiantes para un padre o una madre de familia, que carecer de lo indispensable para darle de comer a sus hijos.

No hay nada peor para el desarrollo de una nación, que no alimentar adecuadamente a sus menores durante los primeros años de su vida, de manera especial.

Por eso la alimentación es un derecho humano, reconocido universalmente y establecido en nuestra Constitución en su artículo 4. Sin embargo, es un derecho que no se ha materializado plenamente entre todos los mexicanos”.

Indicó el presidente de la República que “justamente eso es lo que se debe cambiar” y de eso se trata la Cruzada Nacional Contra el Hambre: “de mover a todo el gobierno”.

Precisó que la cruzada no es una medida asistencialista, pues no se trata sólo de repartir alimentos entre quienes carecen de él; es, en cambio, una estrategia integral de inclusión y bienestar social; “un cambio estructural en materia de combate a la pobreza”.

Reconoció que en los últimos años en algo se ha avanzado, pero no lo suficiente. Y si bien hoy se destina mayor inversión pública a distintos programas sociales.

De hecho, prácticamente en los últimos años se duplicó la inversión que se realiza con respecto del Producto Interno Bruto.

Prácticamente es del doble; y, sin embargo, “no hemos tenido avances mayores en el combate a la condición de pobreza que viven millones de mexicanos”.

Características

De acuerdo con Peña Nieto cuatro son, fundamentalmente, las características del programa:

Primera, tiene una orientación focalizada. Segunda, corresponsabilidad de todas las dependencias y gobiernos locales. Tercera, es una estrategia social, que fortalece las capacidades productivas de las zonas de mayor marginación y pobreza. Y cuarta, involucra la energía comunitaria y social de todos los mexicanos.

A su vez, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, indicó que “la cruzada es una estrategia de política pública para combatir el hambre y contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional de la población más vulnerable del país”.

Señaló que “no es tan sólo una entrega de despensas, sino una estrategia que aspira a cambios estructurales, a transformaciones en fondo”.

Entre ellas, la de aumentar la producción de alimentos por parte de campesinos y pequeños productores, así como el cambio en el entorno de las comunidades que hoy padecen hambre; pero también otro tipo de rezagos y carencias sociales.

De hecho, los objetivos primordiales del programa son compatibles con los Objetivos del Milenio y con la estrategia Hambre Cero, impulsados por la Organización de Naciones Unidas: hambre cero a partir de una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación; eliminación de la desnutrición infantil aguda y mejoramiento de los indicadores de peso y talla de la niñez; aumento de la producción de alimentos y del ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas; reducción de las pérdidas poscosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización; e impulso a la participación comunitaria y la movilización popular para la erradicación del hambre.

El comienzo

La secretaria de Desarrollo Social aseveró que “la Cruzada Nacional Contra el Hambre es un esfuerzo que durará los seis años de gobierno” de Peña Nieto y que su población objetivo es de 7.4 millones de mexicanos.

Precisó que dicha población se estima “a partir de cruzar el número de quienes viven en condiciones de pobreza extrema y los que reportan carencia de acceso a la alimentación”.

Se trata de dirigir el esfuerzo hacia los que tienen hambre, pero que también viven en condiciones indignas, porque son ellos los que requieren la acción imperiosa del gobierno y la solidaridad de toda la sociedad.

También detalló que en el primer año se iniciará el programa en 400 municipios, para extenderse paulatinamente y abarcar a la totalidad de la población objetivo. El único criterio para escoger estos municipios es de carácter técnico.

Sobre esto último, refirió que “su definición se desprende de la información proporcionada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), instancia con la que hemos estado en comunicación permanentemente”.

Indicó que en esa relación de municipios se encuentran los que son eminentemente rurales, pero también, de manera fundamental, se considera a la pobreza urbana, factor hoy de exclusión, generadora de violencias, enconos y resentimientos que es indispensable atajar.

La selección responde también a las recomendaciones de la Coneval, que en su Informe 2012 señala: “El reto de abatir la pobreza municipal es doble: reducir la pobreza rural de municipios pequeños y dispersos, así como disminuir la pobreza urbana, que tiene un mayor peso en el volumen poblacional”.

De ahí que la Cruzada Nacional contra el Hambre se considere como una estrategia integral, pues los mexicanos a quienes está dirigida presentan más de tres y hasta seis carencias sociales.

Robles señaló que “este enfoque precisa de la acción coordinada y concurrente de las diversas dependencias gubernamentales”, por lo que se prevé la creación de un Sistema Nacional de la Cruzada Contra el Hambre, que permitirá alinear los recursos presupuestales de más de 70 programas de la administración pública federal para cumplir con los objetivos” que ha indicado el presidente de la República.

En la operación del programa buscará actuar con transparencia, “abiertos a la mirada de los ciudadanos y atentos a sus voces; pero sobre todo se van a medir los resultados”. De ahí que se hayan establecido una serie de indicadores para medir impactos, avances y, también, permitan corregir a tiempo los errores.

Medida urgente

Manuel Velasco, gobernador de Chiapas, afirmó que “todos estamos obligados a dar un renovado impulso a la política social para erradicar los rezagos que lastiman a millones de mexicanos que carecen de lo más indispensable”.

Y es que el combate contra el hambre no puede esperar. Es un imperativo moral atender esta urgencia con visión humanista, comprometida y solidaria. Se trata de encarar el problema como una gran emergencia nacional, sumando todas las voluntades, unificando a todos los órdenes de gobierno, alineando todos los programas gubernamentales y movilizando todas las conciencias.

Como ejemplo de la situación, Velasco dijo que “en el sur del país está 14% de la población con más carencia alimentaria. Tan sólo en Chiapas, 30% de la población no cuenta con los ingresos necesarios para adquirir la canasta básica”; es decir, más de un millón y medio de chiapanecos están en pobreza alimentaria.

Agregó que “tenemos cinco de los diez municipios del país que registran los índices más altos de marginación y más de 50% de la población del estado vive en localidades menores de dos mil 500 habitantes, por lo que también la dispersión poblacional es un problema estructural que nos dificulta atender las necesidades básicas en las comunidades más vulnerables.

César Duarte, gobernador de Chihuahua, aseveró a su vez que la cruzada y el modelo de coordinación y colaboración sobre el cual se construye es un claro mensaje de que el desarrollo social del país se está reformando de manera radical.

“Y es también un claro mensaje de que no vamos a conformarnos con la buena gestión de la macroeconomía, mientras en México existan 13 millones de mexicanos que carecen de todo y 30 millones que carecen de lo necesario para alcanzar una vida digna”, añadió Duarte.

Participación social

El presidente Peña Nieto insistió en señalar que la gran protagonista de la Cruzada Nacional Contra el Hambre será la sociedad mexicana en movimiento: “Las mujeres y los jóvenes serán el ejército que movilizará la cruzada, con acciones enfocadas a la alimentación y nutrición, pero también con brigadas para mejorar viviendas y servicios en las localidades, con comités de alfabetización y trabajo comunitario”.

Y es que debe estar claro para todos que México gana si hay menos pobreza, si más mexicanos se incorporan al desarrollo productivo de la nación: “Esta es una gran cruzada que está por encima de diferencias ideológicas; es una causa que nos une y nos debe mover a todos por igual”.

De este modo, a partir de ahora superar el hambre es prioridad; superar la pobreza extrema es la mayor obligación ética y participar en la Cruzada Nacional Contra el Hambre es la más importante tarea de todos los mexicanos.

Indicadores

Porcentaje

Millones de personas

Población en situación de pobreza

Población en situación de pobreza moderada

Población en situación de pobreza extrema

46.3

34.9

11.4

52.1

39.3

12.8

Población vulnerable por carencias sociales

28.8

32.4

Población vulnerable por ingresos

5.7

6.4

Población no pobre y no vulnerable

19.3

21.7

Carencias sociales

Indicadores

Porcentaje

Millones de personas

Rezago educativo

20.6

23.2

Acceso a los servicios de salud

31.8

35.8

Acceso a la seguridad social

60.7

68.3

Calidad y espacios a la vivienda

15.3

17.1

Acceso a los servicios básicos en la vivienda

23.0

25.9

Acceso a la alimentación

24.9

28.0

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