La Procuraduría General de la República (PGR) incineró en Tijuana, Baja California, más de 11 toneladas de narcóticos que se encontraban relacionados con diversas averiguaciones previas y causas penales.
Durante la diligencia ministerial se destruyeron 11.006 toneladas de mariguana, 6.194 kilos de metanfetamina, 1.897 kilogramos de cocaína, 111 litros 975 mililitros de metanfetamina líquida y siete unidades de clonazepam.
Esta acción se dio en cumplimiento al Programa de Destrucción de Narcóticos y a lo dispuesto en el Código Nacional de Procedimientos Penales, que prevé la quema de drogas aseguradas y los objetos que son instrumento del delito.
El evento se efectuó en el XXVIII Batallón de Infantería ubicado en la ciudad de Tijuana y se contó con la asistencia de autoridades militares.