El pasado mes de enero los medios de comunicación esparcieron la noticia de la aparición de organizaciones denominadas como “grupos de autodefensa” en la zona montañosa de Guerrero y la Costa Chica debido a la desconfianza en las autoridades y para combatir la criminalidad creciente.
La realidad
Cientos de hombres se levantaron en armas en esta entidad para proteger sus comunidades del crimen organizado ante la incapacidad –o complicidad- de las policías municipales.
En algunos estados, como Sinaloa, algunos alcaldes han propuesto apoyar y dar armas a la población de algunos municipios para que formar estos grupos de autodefensa, mientras que en Guerrero, donde ya están establecidos, el gobierno reconoce sus errores en políticas de seguridad pública y propone capacitarlos en materia de derechos humanos y protección civil.
Estos grupos existen desde hace muchos años y se localizan en poblados indígenas, donde la presencia del Estado es prácticamente nula; son elegidos por los habitantes del lugar y se encargan de la seguridad dentro de la comunidad.
Un ejemplo es el Comité de Defensa Ciudadana y Asistencia a Comunidades Rurales (Codeci), creado en 1996 en la región de la cuenca del río Papaloapan, en el norte de Oaxaca y centro de Veracruz, que se encarga de luchar por lo intereses de sus pueblos y la autodefensa ciudadana.
La razón de su existencia
Marcos Lara Klahr, explica perfectamente en La Silla Rota, y en menos de 5 minutos, la situación de la policía municipal de Guerrero, vale la pena escucharlo.

Inconveniente
Luego de exprimir la imagen del EZLN, la presencia de otros encapuchados detonó en los noticieros luego del escándalo provocado por 2 turistas que fueron heridos por no parar en un retén de estos “policías comunitarios” mientras se dirigían a Playa Ventura.
Parece lógico no detenerse en un retén de hombres encapuchados y armados pues en estos tiempos es difícil distinguir entre un criminal en uniforme y un oficial encapuchado; a final de cuentas, cualquiera puede autonombrarse policía comunitario e imponer su propia ley.
Al no ser considerados autoridad, no se reconoce, por ejemplo, el ‘juicio’ que realizarán los habitantes de Ayutla de los libres, Guerrero, a 50 hombres y 3 mujeres detenidos y acusados de extorsión, secuestro y crimen organizado, como lo publicó el Washington Post.
¿Tú qué opinas?
