La subsecretaria de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones de la Secretaría de la Función Pública, Tania de la Paz Pérez Farca, explicó que la Austeridad Republicana es una nueva visión con la que el Gobierno de México utiliza el erario, que busca erradicar los derroches y redirigir los recursos públicos a las personas más necesitadas.
Ante una serie de versiones y documentos que han contribuido a dibujar una visión incorrecta de las medidas instruidas por el memorándum presidencial del 3 de mayo, subrayó que ninguna de las medidas de Austeridad Republicana afecta la operación sustantiva de las instituciones del Estado, ni la provisión de servicios públicos como educación y salud, ni los programas integrales de bienestar que el Gobierno de México está impulsando, pues éstos se encuentran presupuestalmente garantizados y la atención a la ciudadanía continuará sin interrupción. “No reducen el número personal médico, ni de enfermería ni docente” afirmó.
Expuso que se trata de “medidas focalizadas para atacar dispendios, promover el ahorro en las oficinas gubernamentales, poner fin a estructuras duplicadas, así como a gastos ineficientes y onerosos, derroches, privilegios, remuneraciones y prestaciones excesivas que hacían de muchas instituciones públicas, organismos costosos y poco efectivos”.