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Cuando el pasado 20 de junio se debía dar a conocer el nombre de la empresa ganadora de la licitación, el instituto anunció a través de un comunicado que su Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores “determinó diferir” cuatro días el fallo, es decir, al 24 de junio.

Leonardo Valdés Zurita, consejero presidente del IFE
Foto: NTX
Redacción
Nacional
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Por: José Antonio Caporal

Cuando el pasado 20 de junio se debía dar a conocer el nombre de la empresa ganadora de la licitación, el instituto anunció a través de un comunicado que su Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores “determinó diferir” cuatro días el fallo, es decir, al 24 de junio.

La determinación, precisó el organismo, obedeció al hecho de que “la autoridad requiere de tiempo para la integración de los resultados de las evaluaciones técnicas”.

Finalmente, el pasado 24 de junio el IFE dio a conocer que Giesecke y Devrient de México SA de CV fue la empresa ganadora de la Licitación.

De inmediato, Nec de México se inconformó y anunció que apelaría el resultado de la licitación, toda vez que a juicio de esta empresa “no se tomaron en cuenta varios puntos para emitir el fallo”.

En entrevista, Javier Jiménez Espriú, presidente honorario de la empresa que se inconformó, expresa: “No estamos de acuerdo con el fallo emitido por el instituto. De hecho, lo consideramos injusto en dos sentidos: primero, porque tendrá un impacto (negativo) sobre el erario, toda vez que se podría pagar mucho más por un producto de la misma calidad”.

El entrevistado se refiere al hecho de que la empresa que representa cobraría 36.8 millones de dólares por elaborar las casi 70 millones de credenciales durante los próximos cinco años, en tanto que la empresa elegida por el instituto cobraría 45.5 millones de dólares; es decir, aproximadamente 115 millones de pesos más.

En segundo lugar, el entrevistado, también considera injusto que los funcionarios responsables de hacer las evaluaciones hayan dejado de considerar una serie de aspectos que, al final, influyeron para que su oferta, aun siendo “la del precio más competitivo”, no fuese considerada.

“Acreditamos todos los requerimientos marcados por el IFE y, sumando los puntos totales, nuestra oferta es la ganadora”, consideran los representantes de esta empresa.

Asimismo, deploran que el instituto haya decidido no tomar la oferta más baja; es decir, la de ellos, “al omitir la consideración de las cartas de crédito de bancos nacionales e internacionales entregadas en tiempo y forma con el paquete de licitación por Nec, aún vigentes, y que triplican la cantidad solicitada para garantizar la capacidad financiera de la empresa”.

Considera que por la “omisión o criterio discrecional en la evaluación realizada por algunos funcionarios del instituto, se pagarían 115 millones de pesos más (23.6%), que impactan directamente al erario público y, por lo tanto, a los mexicanos”.

Cabe precisar que en el “fallo” ya ni siquiera se tomó en cuenta la oferta económica que formuló la empresa que ahora impugna el proceso, pues ya había sido “descalificada” por los funcionarios del instituto en el aspecto técnico; es decir, en el IFE nunca consideraron oficialmente la oferta económica, que es 23.6% mas barata que la hecha por la empresa que ganó el proceso de licitación.

Lo anterior queda establecido en el Acta de Fallo No. LP-IFE-018/2013, de fecha 24 de junio de 2013.

Un consultor internacional, experto en materiales, explica a este semanario que un costo de 54 centavos de dólar para un documento como la nueva credencial de elector, “es el más justo” y que “no se debería pagar más por él”.

Al respecto, abunda: “Por un lado la tecnología a nivel mundial avanza y ello permite abaratar los cotos de producción. Antes la credencial de elector, con menos medidas de seguridad, costaba 16 pesos cada una; hoy ya está en siete pesos, justo con las medidas de seguridad que se requieren”.

Además, dice, los materiales que se utilizan para la elaboración de las credenciales mantienen precios estables a nivel internacional y “eso lo saben los gobiernos y empresas de todo el mundo”.

Defendiendo la licitación

María Marván, consejera electoral, indicó a su vez que Nec de México “no cumplió con los estándares de calidad que la propia Universidad Nacional Autónoma de México tenía que revisar. Entonces, pues, podrá salir más barato, pero si no tiene los estándares de calidad, pues no las tiene y punto”.

Sin embargo, Vértigo tiene copia del resultado del estudio elaborado por el Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM, intitulado Reporte del IIM-UNAM al IFE, Credenciales, fechado el 12 de junio de 2013: el documento da cuenta de una serie de evaluaciones clasificadas en dos columnas: “prueba” y “norma”.

En la primera de las columnas se especifican largo, ancho, espesor, deslaminación, resistencia a activos químicos, efectos de adhesión, pixelaje, opacidad, fotografía y prueba de lavado, entre otros aspectos. En todas las categorías, el reporte de la máxima casa de estudios establece como “resultado” que Nec (“licitante 3”) “cumple”.

De esta forma, el reporte del IIM contradice los argumentos de la consejera Marván, quien aseguró que el estudio de la UNAM establecía el incumplimiento de Nec en los estándares de calidad.

De igual forma, en la página nueve de la Evaluación técnica se establece que el “licitante”, es decir, la empresa que impugna, “sí cumple” con lo relativo a la “administración del control de cambio de modelo”, así como la “entrega de ‘muestras genéricas’ para evaluación técnica”, entre otros puntos.

Sin embargo, para la consejera Marván, quien es presidenta de la comisión del Registro Federal de Electores, la empresa que impugna no cumplió con la evaluación técnica e incluso afirmó: “Déjenme llevar al extremo, al ridículo: si yo hubiese propuesto una credencial hecha en cartulina, pues claro que iba a salir mucho más barata. ¿Cuánto quiere usted que pudiera salir una foto en cartulina con, digo, una credencial en cartulina con la foto sellada? ¿Qué le gusta? ¿Un peso; 50 centavos? ¡Pero no me sirve para los propósitos que se están planteando! El problema de Nec no fue el precio, sino la calidad del producto presentado”.

Los representantes de la referida empresa entregaron a este semanario una de las pruebas que elaboraron para ser evaluadas (ver foto de credencial), la cual “está muy lejos de ser una credencial hecha de cartulina”, señalan.

Otro de los argumentos para que el instituto no aceptara la oferta de los hoy impugnadores fue que su empresa carecía de respaldo financiero, el cual debía alcanzar un monto de al menos 80 millones de pesos. Pero en una carta entregada al Instituto Federal Electoral con fecha 3 de junio de 2013 el representante legal de Nec, Fabián Fandiño, hace constar que entregó al organismo documentación que comprueba que su empresa sí cuenta con ellos: “…con una línea de crédito aprobada por NEC FINANCIAL SERVICES LLC hasta por un monto de 7,700,000 (siete millones 700 mil) dólares americanos y la línea de crédito de Bank of Tokio-Mitsubishi UFJ (México) SA, hasta por un monto de 4,500,000 (cuatro millones 500 mil), que al tipo de cambio de 12.8035 pesos mexicanos por dólar americano equivale a $156,202,700 (156 millones 202 mil 700) pesos mexicanos…”

De esta forma, precisa el representante legal en su carta entregada al IFE, “estamos cumpliendo ampliamente con la garantía financiera solicitada en la tabla de evaluaciones de puntos y porcentajes”.

A juicio de los representantes, los funcionarios encargados de hacer la evaluación, además de omisiones, cometieron errores; situación que en principio fue negada por el instituto. Pero el Acta administrativa relativa al fallo de la licitación LI-IFE-018/2013, de fecha 1 de julio, establece: “…se advierte la existencia de un error involuntario con relación a la evaluación de la proposición presentada por el licitante Nec de México…”

Sin embargo, señala la autoridad electoral, a pesar del error “no se afecta el resultado de la evaluación ni de la adjudicación realizada”.

Apelación

Los afectados por el error, el mismo 1 de julio emitieron un comunicado en el que anunciaron que su empresa “apelará la decisión” del instituto y “debido al impacto en el erario público solicitará la suspensión de producción de credenciales de elector”.

El presidente de la empresa asevera: “No tenemos otra opción que recurrir a la apelación”.

De acuerdo con los representantes, su empresa bien pudo alcanzar los 85 puntos requeridos en los aspectos técnicos y de respaldo financiero. Y si se quedó con 83.5 fue debido a que el instituto “no consideró un contrato, restándoles un punto por esa omisión”; además de que tampoco se les dieron tres puntos más “al no tomar en cuenta las tres cartas crediticias que Nec entregó en tiempo y forma”.

La Contraloría Interna del instituto aceptó la inconformidad interpuesta por Nec, iniciando el expediente número CGE/1/005/2013.

La consejera Marván sostuvo el 11 de julio que “…si se firma el contrato y a la hora de la hora se le da la razón a Nec, pues habría un daño patrimonial, porque esta compañía habría invertido equis cantidad de pesos, digamos, para un concurso en que finalmente se le revocaría su triunfo…”

Pero días después la Contraloría Interna aclaró que no se suspendería la firma por parte del área ejecutiva del instituto del contrato para producir credenciales de elector, así como tampoco se detendría la producción de dichos documentos.

La empresa que impugna el proceso deploró que no se suspendiera la firma de contrato, toda vez que ello significa que “se pudiera estar erogando un doble gasto de proceder la inconformidad”.

Y Nec recordó que de resultar ganadora de la licitación “el ahorro sería de 23.6% para el erario”. De hecho, añadió, su propuesta es 15% más económica que el costo actual de producción de credenciales de elector, aun con los nuevos candados de seguridad que requiere el instituto.

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