El pleno cameral aprobó un dictamen que reforma los artículos 50 y 59 de la Ley General de Cultura Física y Deporte, para establecer como obligación de las asociaciones deportivas nacionales el garantizar los principios de igualdad de trato, oportunidades y paridad entre hombres y mujeres, en el acceso a sus órganos de gobierno y representación.
Con el documento avalado por 389 votos y enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales, se faculta al Consejo de Vigilancia Electoral en el Deporte (COVED) vigilar que se cumplan los principios de igualdad sustantiva en dichas asociaciones deportivas.
Al fundamentar el dictamen, el diputado Fidel Almanza Monroy (PRI) calificó como relevante la lucha por la equidad de género en todos los aspectos relacionados con el deporte, y expuso que la eliminación de cualquier forma de discriminación contra las mujeres, que promueve las Naciones Unidas, ha encontrado en México una gran correspondencia en la formulación y aplicación de políticas públicas.
En el caso del deporte no hay excepción, pues mujeres y hombres realizan su mejor esfuerzo para alcanzar ambiciosos objetivos en las disciplinas que practican y encuentran en instituciones y asociaciones oportunidades para crecer y desarrollarse.
La revisión permanente de las condiciones que aseguren la mayor equidad para las mujeres, añadió, ha sido una causa que desde diversas organizaciones se apoya y se promueve. “Reconocer que hay mucho por hacer es un buen principio para encontrar los mecanismos que conduzcan a la sociedad hacia las mejores formas de convivencia, participación y competencia”.
Almanza Monroy mencionó que el principio de equidad habla de un equilibrio porque la mujer ha luchado históricamente contra cargas culturales que impiden su participación y su propio desarrollo. Por ello, la modificación puntualiza la igualdad sustantiva para promover la búsqueda de acciones prácticas para su participación en cualquier campo de la vida nacional.
Precisó que si bien en la reforma no hay una definición de cuotas ni tasas porcentuales de participación señaladas para hombres y para mujeres, es claro que se propone destacar la importancia cada vez mayor de reconocimiento a los méritos, capacidad y preparación de la mujer para tener acceso a los niveles de dirección en las disciplinas deportivas y sus organizaciones.
En los posicionamientos, la diputada Cynthia Gissel García Soberanes (Encuentro Social) resaltó que a la fecha existen marcados estereotipos culturales que limitan el desarrollo deportivo de las mujeres; prueba de ello es el estigma social que sufre la población femenil que practica deportes como la lucha libre, boxeo, halterofilia o automovilismo.
Otra forma en que la práctica deportiva resulta discriminatoria para las mujeres, está relacionada con los montos de los premios que se otorgan para las ramas femeniles en contraste con la rama varonil. “Generalmente los premios que se otorgan a los varones resultan sustancialmente más onerosos que con los que reciben las mujeres en una misma disciplina deportiva”, añadió.
Angélica Reyes Ávila, diputada de Nueva Alianza, expresó que el acceso de las mujeres a los espacios deportivos ha estado lleno de dificultades, pues han tenido que superar barreras creadas por estereotipos sociales y culturales, además de discriminación para practicar ciertos deportes bajo el argumento de que no son apropiados para ellas.
Precisó que las políticas deportivas han sido hasta el momento el ámbito en el que menor permeabilidad ha tenido la perspectiva de género. “Tenemos la firme convicción y vocación de fomentar e impulsar el empoderamiento de las mujeres y su participación en estos espacios de poder, en aras de lograr una igualdad y equidad de género que permita su inclusión en todos los ámbitos”.