Partidos atorados: postergan temas urgentes para México
El aplazamiento de asuntos clave, como la Ley del Servicio Profesional Docente, el nombramiento de un consejero del IFE y de nuevos comisionados para el Ifetel y la Cofeco, preludian una larga batalla legislativa.
Nada trascendental resultó del segundo periodo extraordinario convocado por el Congreso de la Unión —casi en vísperas del periodo ordinario que inicia el 1 de septiembre próximo— para desahogar temas de trascendencia para el país: por el contrario, la mayoría de los temas relevantes acordados para su aprobación se fueron diluyendo entre el intercambio de acusaciones mutuas, la descalificación y las posturas antagónicas entre las principales fuerzas políticas representadas en el Poder Legislativo federal.
Como ya es costumbre, advierten los expertos, luego de haberse anunciado con el clásico tono eufórico la celebración de un periodo extraordinario tanto en el Senado de la República como en la Cámara de Diputados, la realidad fue muy diferente.
Casi de inmediato dominaron la escena política nacional los señalamientos entre PRI, PAN y PRD, que se acusaron unos a otros de actuar bajo intereses de grupo, buscar concertacesiones, negociar supuestos acuerdos en lo oscuro y todo ese léxico parlamentario que de manera recurrente frena las disposiciones legislativas trascendentales para el desarrollo de México.
Una vez más, insisten los analistas, estas escenas desarrolladas tanto en la cámara alta como en la baja en el segundo periodo extraordinario preludiaron el desenvolvimiento de un Poder Legislativo arropado en la confrontación, debido a que sus fracciones parlamentarias obedecen más a lineamientos de sus cúpulas partidistas que a los intereses de sus distritos representados, que son en síntesis los ciudadanos mexicanos.
Pocas nueces
El pasado 15 de agosto, la Comisión Permanente integrada por diputados y senadores federales aprobó convocar a un periodo extraordinario que se desarrollaría del miércoles 21 al viernes 23, con siete asuntos centrales, entre los cuales sobresalía el debate de tres leyes para complementar la reforma educativa.
Inmediatamente, la oposición de izquierda —vía el PRD, PT y Movimiento Ciudadano— estuvo en desacuerdo con la emisión de la convocatoria al segundo periodo extraordinario por considerar que no había condiciones sociales de respaldo a la eventual aprobación de la legislación educativa… lo que efectivamente más tarde se manifestaría en las calles de la Ciudad de México.
Así, en San Lázaro, la agenda destacaba el tema de las tres leyes para reglamentar la reforma educativa de febrero pasado, con lo cual estaría concluida la reforma de ese sector, cuyo cambio constitucional a finales de 2012 motivó movilizaciones de delegaciones de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que ahora repitieron sus protestas.
También entró a la lista la reforma constitucional en materia de transparencia, que tendría que fortalece la vida institucional y autónoma del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI); igualmente, se incluyó en agenda la designación del consejero faltante en el Instituto Federal Electoral (IFE) —en sustitución de Sergio García Ramírez—, punto en el que los diputados mantienen desacuerdos remarcados, pero en el que tienen obligaciones ante una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que ordenó elegir al noveno integrante del organismo electoral.
Por su parte, de manera exclusiva, el Senado de la República votaría los nombramientos de los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) y de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofeco), que envió el Ejecutivo federal hace unos días, así como modificaciones constitucionales para candidatos independientes a gobernadores y jefe del GDF; la regulación de gastos de estados y municipios, y la homologación de registros inmobiliarios y catastros.
Pero, una vez más, la mayoría de estos planteamientos legislativos, los más importantes y de mayor trascendencia para el desarrollo nacional, se hundieron en la confrontación y la falta de acuerdos.