El Senado de la República exhortó al Ejecutivo federal a que remita a esta instancia el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre el trabajo decente para las trabajadoras y trabajadores domésticos, para su aprobación en términos de lo dispuesto por los artículos 76, fracción I, y 89, fracción X, de la Constitución Política.
Asimismo, pidió al Ejecutivo federal que, como titular del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, atienda de manera urgente la problemática por la que atraviesan los menores que realizan trabajo doméstico.
También solicitó al Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes que diseñe e implemente un modelo de recolección de datos que permita determinar el número de niñas y niños menores de doce años de edad que se encuentren realizando trabajo doméstico.
El punto de acuerdo aprobado por el Pleno del Senado establece que la inmersión del trabajo doméstico en la legislación se ha realizado a partir de un proceso paulatino de exigencias para el reconocimiento de los derechos humanos laborales, así como por diversas denuncias sobre discriminación y sobre las condiciones de trabajo de los trabajadores del hogar.
Señala que el concepto de trabajo doméstico considera dos vertientes: el trabajo no remunerado y el remunerado, pero en ambos casos la labor tiende a ser invisibilizada, sin reconocimiento social, además de que enfrenta discriminación y remuneraciones mínimas o nulas.
Asimismo, se da en condiciones como jornadas largas, desvalorizadas y ocultas, y en muchas ocasiones relaciones jerárquicas establecidas en función del sexo, origen étnico, racial, la edad, la condición social o económica, entre otras.
Además, destaca, en el caso específico de la niñez y de la adolescencia se propician una serie de violaciones a sus derechos humanos que les impiden vivir de manera plena.
El dictamen aprobado sostiene que las personas que realizan trabajo doméstico a menudo sufren violaciones a sus derechos laborales y humanos, que van desde salarios muy bajos, horas de trabajo excesivas, día de descanso semanal no garantizado y en ocasiones enfrentan situaciones de abuso físico, sicológico y hasta sexual