ARRANCAN LAS PRIMARIAS EN EU CON SORPRESAS

Elegir a un candidato fuerte que pueda disputar la presidencia a Trump es la  principal preocupación en los demócratas.

Ángel Hernández
Política
Foto: Especial
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El inicio de las elecciones primarias del Partido Demócrata en el estado de Iowa, con las que arrancó el proceso para la designación de su abanderado que buscará derrotar a Donald Trump en los comicios presidenciales del martes 3 de noviembre próximo, dio algunas sorpresas: una lucha cerrada entre uno de los favoritos, el senador Bernie Sanders, y el poco conocido ex alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, así como el mal inicio del ex vicepresidente Joe Biden, quien se ubicó en el cuarto lugar.

Las asambleas internas son el preámbulo de un ciclo que concluirá en las convenciones de ambos partidos que tendrán lugar en el mes de julio (demócratas) y agosto (republicanos), en las que se elegirá a los dos contendientes presidenciales.

Después de la derrota en la elección de 2016, en la que Trump venció a Hillary Clinton, el reto del Partido Demócrata será elegir a un abanderado que esté en condiciones de competir y derrotar al actual mandatario de la Unión Americana, quien salió fortalecido luego de ser absuelto por el Senado en el juicio político en su contra, donde enfrentó cargos de abuso de poder y obstrucción a las investigaciones del Congreso en el caso Ucrania.

Para los analistas el desafío para los demócratas será contar con un candidato presidencial que capitalice los múltiples frentes abiertos por Donald Trump adentro y fuera de Estados Unidos; los problemas que su administración genera, como la guerra comercial con China, entre otros tantos, lo que no será nada fácil porque en estos momentos el jefe del Ejecutivo estadunidense preserva altos niveles de popularidad y la economía de ese país se mantiene fuerte y con bajos niveles de desempleo.

Termómetro electoral

Iowa fue la primera parada de la larga ruta hacia la Casa Blanca. Este pequeño estado de poco más de tres millones de habitantes se caracteriza por tener un importante peso electoral y se ha convertido en un “termómetro” de las preferencias partidistas: el ganador de las asambleas partidistas en ese lugar ha logrado obtener un fuerte impulso en las siguientes etapas de los procesos internos, sobre todo en el caso del Partido Demócrata: siete de los últimos nueve precandidatos demócratas que ganaron en el estado, al final fueron nominados como abanderados presidenciales de su partido.

En esta ocasión son once los precandidatos demócratas que buscan la nominación presidencial, de los cuales tres cuentan con mayores posibilidades de lograrla: el ex vicepresidente Joe Biden, el senador con postulados socialistas Bernie Sanders y la senadora Elizabeth Warren.

Sin embargo en esta primera elección primaria hubo sorpresas: una vez contado 100% de los votos, y después de cuatro días de incertidumbre por fallas técnicas que se presentaron en la asamblea demócrata, el senador Bernie Sandres obtuvo la mayoría de votos populares, en tanto que Pete Buttigieg ganó entre los delegados estatales, lo que significa que cada uno obtuvo diez delegados nacionales.

Ya con el conteo final, la senadora Elizabeth Warren se mantuvo en el tercer lugar, lo que le permitió sumar seis delegados, en tanto que el vicepresidente Joe Biden se ubicó en un sorpresivo y alejado cuarto lugar.

Buttigieg, la sorpresa

Con la mínima ventaja que mantuvo en el conteo, Buttigieg (un político local demócrata de 38 años y ex militar) ya ha hecho historia pues será el primer precandidato presidencial declarado homosexual que ganará delegados en una contienda demócrata interna.

“No sabemos las cifras definitivas pero lo que sí sabemos es esto: una campaña que empezó hace un año sin empleados, sin nombres conocidos, sin dinero y armada solamente con una gran idea, una campaña que según algunos no debería estar metiéndose en tremendo desafío, ahora está en la vanguardia de esta carrera”, destacó Buttigieg después de conocer el apoyo que recibió al inicio de la contienda partidista.

Mientras Bernie Sanders, de 78 años, identificado como un socialdemócrata, con ideas socialistas y figura prominente en los sectores progresistas, recibió un fuerte apoyo en esta primera aduana electoral, aunque peleando con un rival no esperado.

El rezago de Biden se ha recibido con desconcierto, toda vez que se encontraba bien posicionado dentro de las simpatías partidistas, además de contar con un amplio apoyo de diversos sectores demócratas y sumar a su favor el mayor número de donantes para su campaña interna.

Su equipo de colaboradores restó importancia al hecho de encontrarse en cuarto lugar y se declaró confiado en que esa situación se revertirá en las próximas asambleas demócratas.

Las próximas primarias demócratas tendrán lugar el martes 11 de febrero en el estado de New Hampshire.

Incertidumbre por fallas técnicas

El inicio de la contienda interna de los demócratas en Iowa no resultó lo que ese partido esperaba. Las fallas técnicas impidieron que se conocieran en tiempo y forma previstos los primeros resultados de la jornada electoral, situación que se prolongó durante más de tres días.

Esta circunstancia provocó la burla de los republicanos y que Donald Trump aprovechara para afirmar que era una muestra de la incompetencia de sus rivales.

Trump no desperdició la ocasión para ironizar respecto de las fallas técnicas en el equipo demócrata: “Nada funciona, igual que cuando manejan el país”, aseveró.

Para analistas de la Unión Americana los primeros resultados de las elecciones primarias en Iowa no se preveían en una primera instancia, principalmente en el caso de Joe Biden, quien llegó a la primera cita del largo proceso interno de asambleas partidistas con un promedio de 43% de apoyo en las encuestas y sondeos, lo que no se reflejó en los resultados.

Por su parte Sanders mantuvo el respaldo previsto de 37%, por lo que sigue como el precandidato con más posibilidades de ser el abanderado presidencial al final del maratónico proceso interno, que concluirá en el mes de junio.

Además las fallas en los mecanismos de conteo provocaron incertidumbre en los equipos de los contendientes y generaron que el presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez, pidiera una revisión de los resultados después del desordenado recuento durante tres días.

Pérez dijo que a raíz de los problemas surgidos en la puesta en marcha del plan de selección de delegados y para asegurar la confianza del público en los resultados pidió al Partido Demócrata de Iowa que comenzara inmediatamente una revisión de las hojas de cada sitio de la votación.

Disyuntiva demócrata

Analistas en Estados Unidos estiman que el principal reto del Partido Demócrata, una vez iniciados los procesos internos, será elegir el candidato presidencial que pueda derrotar al presidente Trump.

Steffen Schmidt, profesor de Ciencia Política de la Universidad Estatal de Iowa, refiere que a la prioridad de elegir un buen aspirantes presidencial se suma el hecho de que los demócratas se encuentran divididos, como ocurrió en 2016, aunque ahora con once aspirantes a la nominación presidencial.

La necesidad de elegir a un candidato fuerte y en condiciones de disputar la presidencia a Donald Trump era la principal preocupación en el bando demócrata, más allá de las diferencias internas que también abonan para desdibujar el proyecto del partido frente a la frenética actividad de Trump en los tres años de su mandato.

Hasta poco antes de las internas de Iowa la esperanza se centraba en dos nombres: Bernie Sanders, quien tuvo una destacada campaña hace cuatro años y derrotó en varias asambleas partidistas a Hillary Clinton, y el ex vicepresidente Joe Biden.

Los dos son hombres blancos, con más de 70 años, con trayectorias políticas sobresalientes, aunque con posturas ideológicas divergentes.

Biden se presenta como la persona capaz de derrotar al actual mandatario estadunidense, con un perfil de político experimentado y que conoce de cerca el poder y la forma de administrar a la gran potencia, porque fue el segundo hombre de la Casa Blanca durante ocho años.

Sanders mantiene una alta aceptación no obstante sus posturas y discursos de contenido socialista, en un país donde ese tema produce escozor entre la mayoría de los ciudadanos.

Esa situación no ha sido un impedimento para que el senador de Vermont cuente con un amplio apoyo de sectores demócratas, especialmente entre los jóvenes, y se ubique como uno de los fuertes favoritos para conseguir la nominación presidencial de su partido.

David Shultz, catedrático de la Universidad de Hamline, estima que al final es más probable que la contienda por la candidatura presidencial demócrata estará entre Sanders y Biden, aunque destaca que derrotar a Trump resultará un fuerte desafío, por lo que será necesario que los demócratas atraigan a una nueva generación de votantes, recuperen el Senado y busquen ganar las elecciones legislativas de este año, y con ello estar en condiciones de reposicionarse para futuras elecciones.