En Cuba entró en vigor la flexibilización migratoria que elimina restricciones para que los cubanos dejen la isla y los emigrados puedan volver.
Los cubanos podrán salir sólo con su pasaporte vigente y el visado que sea necesario para su país destino.
El gobierno eliminó el permiso de salida o “tarjeta blanca” que era necesario para poder viajar, además aumentó el tiempo que un cubano puede estar fuera, de 11 a 24 meses.
Sin embargo, la nueva reforma migratoria mantiene aún limitaciones, pues las autoridades pueden denegar un pasaporte por razones de “interés público”, o de “defensa y seguridad nacional”.