El primer ministro libanés Saad Hariri anunció hoy su renuncia al cargo, argumentando que teme por su vida, y acusó al grupo chiita Hezbolá (Partido de Dios) y a Irán, de esparcir la sedición y sembrar “miedo y destrucción” en varios países árabes, incluido Líbano.
En un mensaje dirigido a la nación vía televisiva, Hariri dijo sospechar que había planes encubiertos para atacar su vida, aunque no proporcionó mayores detalles al respecto.
El político, quien actualmente se encuentra en Arabia Saudita, afirmó que la atmósfera política dominante se asemeja a la que precedió al asesinato de su padre, el exprimer ministro libanés Rafik Hariri, en un ataque con bomba ocurrido el 14 de febrero de 2005 en Beirut, la capital del país.
Indicó que esos grupos han sembrado la sedición entre la gente del país y terminaron por controlarlo.
“Me refiero explícita e inequívocamente a Irán, que siembra sedición, devastación y destrucción en cualquier lugar donde se asiente, como lo prueban sus interferencias en asuntos internos de países árabes como Líbano, Siria, Irak, Bahréin y Yemen, impulsados por un profundo odio y desafortunadamente encontró gente que se puso en sus manos y le declaró lealtad, me refiero a Hezbolá, el brazo iraní no sólo en Líbano sino también en países árabes”, expresó.
Afirmó que en las últimas décadas, el grupo chiita ha logrado imponer en Líbano la fuerza de sus armas y las ha dirigido contra libaneses, sirios y yemenitas, “no necesito enumerar todas sus intervenciones”.
“Quiero decirle a Irán y sus seguidores que están perdiendo en sus interferencias en los asuntos de la nación árabe. Nuestra nación se levantará como lo hizo antes y cortará las manos que quieran dañarlo, y así como Bahrein y Yemen respondieron, nuestra nación hará lo mismo”, aseveró.
En una declaración emitida poco después del mensaje de Hariri, el presidente libanés, Michel Aoun, indicó haber sido informado vía telefónica por el propio Hariri de su renuncia, pero dijo que esperará su regreso a Beirut para saber más sobre las circunstancias de su dimisión.
Las Fuerzas de Seguridad Interna de Líbano también emitieron un comunicado en el cual negaron los informes sobre un presunto intento frustrado de asesinar a Hariri.