Kelly Gissendaner, la única mujer en el corredor de la muerte de Georgia, fue ejecutada la madrugada de este 30 de septiembre mediante una inyección letal, esto pese a la petición del Papa Francisco de no aplicar la sentencia.
La mujer, de 47 años de edad, fue declarada muerta a las 00:21 horas de este miércoles 30 en la Prisión de Clasificación y Diagnóstico de Georgia, al sureste de Atlanta.
Gissendaner es la primera mujer ejecutada en Georgia en los últimos 70 años y la número 16 en recibir la pena de muerte en Estados Unidos desde que la Suprema Corte de Justicia reinstaló ese castigo en este país en 1976.
“Sin minimizar la gravedad del crimen y con mi apoyo a las víctimas, imploro que conmuten la sentencia por una que exprese justicia y piedad de mejor manera”, declaró el Pontífice en una carta citada por CNN.
El Papa Francisco apeló ante la Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Georgia para que se le perdonara la vida, pero la Suprema Corte de Georgia, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos y una Corte Federal Apelaciones negaron la petición.
Francisco ratificó en su discurso al Congreso estadounidense, el pasado 25 de octubre, su convicción por defender la vida humana, por lo que busca la abolición global de la pena de muerte.
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