A principios de este mes falleció Frank R. Lautenberg, senador demócrata por el estado de Nueva Jersey, lo que abrió una puerta para que los republicanos pudieran ganar una pequeña ventaja, ya que el gobernador de ese estado, que es republicano, tiene derecho a designar a un interino hasta las elecciones intermedias de 2014.
Sin embargo, el gobernador Chris Christie enfrentó una situación complicada por dos razones: la primera, que el estado de Nueva Jersey es bastante reñido, pues tiene una mayoría republicana, pero solo por un margen de 700 mil personas; la otra, que el gobernador Christie quiere reelegirse en las elecciones de noviembre próximo.
Christie ha gozado de popularidad en los últimos meses. Siempre se ha vendido como un rebelde del Partido Republicano, que dice lo que piensa sin miedo, al estilo Maverick de John McCain. Su manejo de la crisis después del huracán Sandy, el año pasado, y sus críticas directas a los legisladores republicanos, lo han hecho popular no solo entre los electores republicanos sino también entre los demócratas.
Sus números de aprobación en las encuestas son comparables a los de Hillary Clinton, quien tras dejar el puesto de secretaria de Estado el año pasado encabezó la lista de popularidad entre posibles candidatos a la Casa Blanca en 2016.
Así, pues, Christie encontró una solución que no afectará sus posibilidades de reelección en noviembre y que mantiene su popularidad entre electores de ambos partidos: el gobernador llamó a una elección especial para que los ciudadanos de Nueva Jersey elijan a su nuevo senador, casi un mes antes de la elección para gobernador, evitando el riesgo de que el día de su elección haya más participación de los demócratas, porque afectaría sus oportunidades de reelegirse.
Christie recibió muchas críticas, pues de haber llevado a cabo la elección especial en noviembre, junto con la elección a gobernador, no habría un costo adicional.
El gobernador justificó su decisión de adelantar la elección argumentando que lo hizo con el fin de no privar a los ciudadanos de su representación en el Senado, en especial porque en los próximos días se discutirán temas tan importantes como la reforma migratoria.
Enojo republicano
Pero Christie no solo recibió críticas por incurrir en un gasto adicional para proteger sus aspiraciones políticas, sino que también hizo enojar a la élite de su partido.
El gobernador de Nueva Jersey pudo haber reducido la ventaja demócrata en el Senado por más de un año, algo muy valioso para los representantes de su partido, dadas las circunstancias políticas en el Congreso.
Pero el gobernador republicano pensó primero en sus aspiraciones políticas a corto plazo: la elección especial protege sus posibilidades de reelección y lo mantiene bien posicionado para postularse como precandidato a la Presidencia en 2016.
Habrá que ver si para entonces se habrá reconciliado con sus correligionarios, porque de otra manera le será casi imposible ganar siquiera la elección primaria.