Amnistía Internacional (AI) denunció en Londres, que Turquía es el mayor represor de periodistas del mundo, con más de 120 detenidos y el cierre de 160 medios, que llevó a más de dos mil 500 comunicadores a quedar sin trabajo.
En el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se conmemora este miércoles, la organización publicó un informe en el que afirma que Turquía se ha ganado la no grata medalla al mayor país carcelero de periodistas del mundo.
Bajo el título “Una prisión de silencio: la muerte del periodismo en Turquía”, AI aseguró que el periodismo independiente de Turquía está al borde del abismo, debido al miedo de los periodistas a ser encarcelado por criticar a las autoridades.
“El miedo es palpable: las columnas de los diarios y los programas de debate de temas de actualidad, muy populares en Turquía, apenas contienen opiniones expresamente divergentes o muy diversas”, destacó.
La organización defensora de los derechos humanos, con sede en esta capital, subrayó que aunque el periodismo no es un crimen, más de 120 profesionales de los medios permanecen detenidos en Turquía, desde el fallido de golpe de Estado del pasado 15 de julio.
“Una gran cantidad de periodistas independientes de Turquía se consumen entre rejas, recluidos durante interminables meses sin cargos ni juicio, o se enfrentan a procesamiento sobre la base de vagas leyes antiterroristas”, indicó en el informe Salil Shetty, secretario general de AI.
A esto se suma un sinnúmero de periódicos, radios y televisoras que fueron cerradas por decreto, tras la declaración de estado de emergencia de tres meses, emitida por el gobierno turco tras la intentona golpista.
En julio pasado, tras un intento violento de golpe de Estado que el presidente Recep Tayyip Erdogan y el gobierno atribuyeron a personas leales al clérigo Fethullah Gülen, se decretó un estado de excepción que aún continúa vigente.
“A escala mundial, un tercio de los periodistas y personas que trabajan u ocupan cargos directivos en medios de comunicación encarcelados del planeta están en prisiones turcas, la inmensa mayoría en espera de juicio. Algunos llevan meses entre rejas”, subrayó AI.